Troglo: la voluntad, la iniciativa y la generosidad revolucionaria

Esperábamos el fatal desenlace, pero, cuando llegó el golpe no fue menor. José Ramón Castaños, al que cientos conocían por su alias, Troglo, con el que siempre se identificó, ha muerto. Me reconozco en las sentidas palabras escritas por Jon Fano Letxepan, Petxo Idoiaga, Jaime Pastor, Martí Caussa, Raúl Camargo, Pierre y Sally Rousset publicadas en Viento Sur (http://vientosur.info/spip.php?article13659) cuya lectura recomiendo a las generaciones militantes de hoy que necesiten saber más de esa parte de la historia de las luchas sociales y políticas en el Estado español y muy particularmente en Euskalherria. Por mi parte, voy a añadir mis sentimientos y algunos trazos más que pueden formar una intersección de esa vida militante con la trayectoria de Anticapitalistas.

Una de las mejores experiencias de quienes estuvimos en la LCR fue conocer y fusionarnos con ese colectivo tan cercano que formaba la gente de ETA VI. Y muy en concreto tratar a Troglo. Desde puntos de partida y experiencias distintas, de pronto, al calor de la lucha antifranquista, de la común aspiración de una sociedad socialista y gracias a las buenas influencias de la gente de la Liga francesa y de la Cuarta, pudimos converger en puntos de vista y proyectos con alto grado de acuerdo. Y, además, cuestión a destacar, eran gente leal. Cosas de la clandestinidad tardé en conocer a Troglo. No recuerdo con precisión en que momento, pero estoy seguro de que comenzamos a tratarnos a raíz de su traslado a Madrid para participar en la dirección del partido unificado. En esos años pude comprobar lo fácil que era acabar discutiendo con Troglo, cuyas ideas y propuestas defendía con pasión, pero también, que aún más fácil era llegar finalmente al acuerdo sobre el “qué hacer”. Lo importante. Y todo ello acompañado de un compañerismo amigable, sin condiciones. Cosa a poner en valor en tiempos en los que la competitividad entre individuos y la falta de debate político presiden la vida de las fuerzas del cambio.

Es imposible resumir en unas líneas una vida plena de actividad revolucionaria de una persona con gran capacidad de iniciativa y de dedicación infinita a la causa. Voy a destacar dos aspectos no abordados en los artículos In memoriam precedentes y que me afectan más directamente. Tras el fracaso de la unificación con MC -fusión que comportó el injusto y erróneo precio de abandonar la IVª- Troglo y yo nos sentimos en la obligación moral y política de restablecer el daño hecho; fuimos cómplices de la “vuelta” al CEI de la gente en Euskalherria que compartía con Troglo la necesidad de establecer esa relación y de la gente que en Euskalherria y en el resto del Estado nos agrupamos en una larga secuencia (Izquierda Alternativa, Espacio Alternativo, Izquierda Anticapitalista y finalmente Anticapitalistas) que queríamos formar parte de la organización internacional. En esos años se reforzó nuestra amistad y colaboración, pese a que no teníamos el mismo proyecto político organizativo sobre la construcción del partido, pero sí un gran capazo de ideas, puntos programáticos y formas de ver la relación entre la lucha social y política. Y en concreto la visión ecosocialista. La otra cuestión que quiero resaltar es que Troglo, a partir de la iniciativa de los Encuentros Ecosocialistas que comenzaron en Ginebra, pasaron el testigo a Madrid y luego se celebraron en Bilbao gracias a su empeño cuando ya estaba muy enfermo, estableció una vía muy estrecha de colaboración con Anticapitalistas y con las organizaciones ecologistas del Estado español. Gracias a su propuesta y empeño en noviembre de 2018 tendrán continuidad en Lisboa.

Punto y coma. Tratando a Troglo es cómo comprendí de forma sencilla que se puede tener una firme posición política independentista en defensa de los derechos del pueblo vasco y, a la vez, no tener que recurrir al recurso identitario. O así lo entendí yo. Y, a la vez, fue internacionalista y solidario con la lucha de los pueblos como pocos.

Punto y aparte. Como amigo Troglo nunca me falló y conocí de su capacidad de afecto en el trato cuando más lo necesité en 2008 y 2009, en lo varios viajes que hizo para charlar. Sólo para charlar entre bus y bus. Parafraseando e invirtiendo el lema sandinista, para Troglo la ternura es la solidaridad entre las personas. Y la practicó.

Punto final. El 31 de diciembre de 2016 fuimos Sophie, Josu, Marga y yo a verle al caserío. Por suerte llegamos y no nos perdimos en aquellos caminos y curvas entre montañas y valles. En las horas de ese final de año no paró de hacernos propuestas de trabajo: un acuerdo entre fundaciones -que desgraciadamente no hemos documentado todavía-, una iniciativa social contra la precarización con sectores cristianos y lo dicho: la preparación de la cuarta edición de los Encuentros Ecosocialistas. Nos dio recados y propuestas. Las cumpliremos.
Troglo vive, la lucha sigue.

Manuel Garí.