Bolivia después de la batalla

Lunes 27 de octubre de 2003

Historia de resistencias, ayer y hoy

Por Hugo Blanco *

Luego del descuartizamiento de Tupak Amaru, en Bolivia, continuó luchando Tupak Katari. Cuando iban a ejecutarle, prometió “Volveré y seré millones”, ahora, está cumpliendo su promesa.

La Revolución de 1952...

En 1952, fue elegido como presidente boliviano el candidato de un partido tibiamente reformista, Víctor Paz Estensoro, del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR). Al imperialismo yanqui no le gustó y ordenó al ejército que le hiciera un golpe, el ejército obedeció. El pueblo boliviano, desarmado y encabezado por los mineros, se levantó contra el ejército y la policía y los desarmó, las armas quedaron en manos del pueblo, quedó como presidente Paz Estensoro.

Como el pueblo estaba armado y no había ejército ni policía, el gobierno se vio obligado a hacer cosas que no pensaba: Nacionalizó las minas de estaño que era la principal riqueza del país, realizó la reforma agraria, legalizó el control obrero de la producción y permitió la existencia de milicias armadas, una parte de ellas eran de la Central Obrera Boliviana (COB) y otra parte del MNR.

El pueblo confiaba en el gobierno y su partido, pero ni Paz Estensoro ni la dirección del MNR eran revolucionarios, de modo que, poco a poco, volvieron a fortalecer al estado de los patrones, debilitando al pueblo. Reorganizaron el ejército con armamento nuevo que no usaba los proyectiles de las armas que quedaron en manos del pueblo, naturalmente diciendo que este ejército no sería como el anterior, que serviría al pueblo; era una forma disimulada de desarmar al pueblo.

Luego...

Con el correr del tiempo hubo golpes de estado, se ilegalizaron las milicias, se agotó el estaño, la gran minería está en manos privadas, ya no hay ni asomo de control obrero de la producción; como en los otros países se han arrebatado muchas conquistas obreras, surgió un nuevo latifundismo; igual que en el Perú, por orden yanqui, pretenden erradicar el cultivo de la coca. Como en el Perú están muy bajos los precios de los productos campesinos, la miseria empuja a los comuneros a las barriadas de las ciudades, como el Alto de la Paz, etc.

Pero el pueblo boliviano siguió luchando, en defensa de la hoja de coca bloqueo caminos. El movimiento cocalero puso un parlamentario, Evo Morales, quien, por ser consecuente fue expulsado del parlamento; el pueblo lo premió y estuvo cerca de ser elegido presidente. En Cochabamba privatizaron el agua, el pueblo con su lucha anuló la privatización.

Otra de sus luchas es la Asamblea Constituyente, pero no quieren una AC como la peruana o muchas otras, el pueblo manifiesta que la actual constitución representa los intereses de los opresores y quiere darse una constitución que refleje los intereses populares; hay sectores que plantean una Asamblea Constituyente sin partidos políticos, con representantes de los cocaleros, de los comuneros del altiplano, de los mineros, de los habitantes de barriadas y de todos los otros sectores populares.

La última batalla...

Ultimamente, el gobierno pro-yanqui de Gonzalo Sánchez de Lozada dispuso entregar el Gas a compañías norteamericanas a través de Chile. Esta fue la gota que colmó el vaso, el pueblo Boliviano recuerda que Chile le arrebató la salida al mar.

En un principio el reclamo era que el gas saliera por el Perú, pero luego el pueblo exigió que no saliera por ninguna parte, que sirviera para el desarrollo de Bolivia y que si el presidente no cedía, que renunciara. El movimiento duró semanas, el pueblo bloqueaba los caminos, sectores de trabajadores y luego la COB declararon la huelga. Luego de una masacre en Wuarisata, el dirigente aymara Felipe Quispe (“el mallku”) hizo huelga de hambre.

El pueblo avanzó a la capital, mineros, campesinos, pobladores marginales, estudiantes, etc. La respuesta del gobierno fue la represión, asesinó a más de 80 personas, entre ellos niños. El pueblo no se dejó intimidar, continuaron los bloqueo y continuó el avance a la Paz. Hubo soldados que se negaron a disparar contra sus hermanos, fueron asesinados por los oficiales. La clase media se puso de parte del pueblo de abajo, algunas personas hicieron huelga de hambre en las iglesias. El gobierno yanqui, Toledo, la OEA, estaban desesperados apoyando al “gobierno constitucional” contra el pueblo (no defienden al gobierno constitucional de Venezuela apoyado por el pueblo).

Los sectores burgueses más claros temieron que se repitiera lo de 1952, abandonaron al presidente masacrador y éste se vio obligado a decir que se revisaría el asunto del gas; sin embargo ya era demasiado tarde, el pueblo estaba indignado por su muertos, exigía la renuncia; luego de haber dicho que moriría como Allende, el presidente renunció, el vicepresidente tomó su lugar. Hubo gran alborozo por el triunfo. Algunos sectores deseaban continuar la lucha, como el aymara mallku. Sin embargo la mayoría estuvo por el repliegue.

Qué viene...

El repliegue no se da porque la gente confíe en el nuevo presidente, Carlos Mesa Gisbert. Saben que él no le representa. El movimiento popular entiende que debe organizarse, unificar criterios y métodos, prepararse mejor para continuar la lucha.

Además, algo muy importante, la imagen general a nivel internacional es positiva en favor del movimiento y negativa frente al presidente que mató gente desarmada. El parlamento europeo votó en favor del apoyo al pueblo boliviano.

El pueblo insurrecto ha planteado exigencias concretas:

- El gas para Bolivia.

- Derogatoria de la ley de hidrocarburos neoliberal.

- Convocatoria a Asamblea Constituyene.

- Castigo a los culpables de la masacre.

El actual presidente ha prometido cumplir llamando a un referendum sobre el asunto del gas, dice que el asunto del castigo por las masacres le corresponde al parlamento y que convocará a una Asamblea Constituyente. Según cree la mayoría del pueblo, ni él, ni el parlamento con mayoría al servicio de los ricos, cumplirán estas promesas. Ante ese incumplimiento el pueblo tomará la palabra nuevamente, porque ya volvió Tupak Katari.

En Perú...

La lucha del pueblo boliviano tiene que ver mucho con nuestra lucha, por ejemplo: la defensa de la coca; el castigo a los masacradores; el gas para el Perú; aprenderemos mucho de los hermanos bolivianos; apoyándoles nos apoyamos.

16 de octubre del 2003

* Militante histórico del movimiemto campesino y revolucionario peruano. Dirigente de la Confederación Campesina del Perú (CCP). El artículo será publicado en el boletín "Voz Campesina".

Recogido de «Correspondencia de Prensa». Edición y suscripciones, Ernesto Herrera: germain@chasque.net

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