La crisis de Bolivia

Viernes 10 de junio de 2005

Indymedia Bolivia

Las organizaciones y movimientos sociales han dado una tregua en las movilizaciones. El último sector en levantar las medidas de presión fue el de los indígenas aymaras que dieron un "cuarto intermedio" en el bloqueo de carreteras el martes 14.

El mismo día, el nuevo presidente Rodríguez ha posesionado un gabinete ministerial que por los nombres y trayectorias no ofrece nada nuevo al país y ningún cambio en las políticas del modelo neoliberal hasta ahora aplicadas.

Por lo tanto, todos los sectores han decretado "estado de emergencia" hasta que se den pasos concretos en los temas de nacionalización de los hidrocarburos y asamblea constituyente.

Entre tanto, los parlamentarios sesionaron sobre temas regionales sin hacer alusión al levantamiento indígena popular de las últimas semanas. Ante eventuales elecciones generales, varios anunciaron que no renunciarán e incluso pedirán indemnizaciones si se acorta su "mandato".

Para el martes: marcha de las organizaciones de El Alto. - Se mantienen los bloqueos en el Altiplano norte de La Paz. - Foto del entierro del minero muerto en Sucre. Después de que varios sectores se replegaran a sus distritos, tras más de tres semanas de intensas movilizaciones en la ciudad de La Paz y Sucre, y bloqueos en otras ciudades del país, el nuevo presidente Eduardo Rodríguez y el Parlamento tienen en sus manos la solución a los planteamientos de nacionalización de los hidrocarburos y asamblea constituyente.

Pese a que los poderes del Estado quieren deslindar estas responsabilidades, distrayendo estas demandas a la realización de unas elecciones adelantadas, las organizaciones y movimientos sociales anunciaron que estamos en un compás de espera y no en la "normalidad" que suponen las clases medias y pudientes que incluso se armaron contra los miles de marchistas que recorrieron la ciudad.


AGENCIA DE PRENSA ALTEÑA (APA) (*)

El Alto, Jun. 13 (APA).- Las presiones sociales que ejecutan las organizaciones de El Alto y que demandan la nacionalización, recuperación total e industrialización que forman parte de la Agenda de Octubre se reanudarán en cualquier momento en vista de que el nuevo presidente de la República, Eduardo Rodríguez, anunció a las organizaciones que la demanda debe ser respondida por los próximos parlamentarios que surgirán de las próximas Elecciones Nacionales que se desarrollarán en Bolivia.

En la reunión que sostuvieron con el flamante mandatario de la nación que se desarrolló el pasado domingo en el salón de la Radio San Gabriel, los dirigentes de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve), la Central Obrera Regional (COR), la Federación de Gremiales y la Federación Departamental de Campesinos de La Paz "Túpaj Katari", anunciaron Rodríguez que no dejarán de ejecutar todo tipo de presiones hasta que se de cumplimiento la Agenda de Octubre, donde está planteado la nacionalización de los hidrocarburos, la realización de la Asamblea Constituyente y el encarcelamiento del ex presidente de la República Gonzalo Sánchez de Lozada, sus colaboradores y cómplices.

El secretario ejecutivo de la máxima entidad de los sindicalistas de El Alto, Edgar Patana, informó que se convocó un ampliado para informar sobre la posición del nuevo presidente de la República y serán los representantes de las organizaciones sindicales los que determinarán en cuanto tiempo volverán a ejecutar las medidas de presión, en vista a que virtualmente se replegó el paro cívico que se cumplió hasta el pasado viernes, con la finalidad de reabastecer a los alteños y los pobladores de la sede de gobierno.

ASAMBLEAS DISTRITALES DE LAS JUNTAS VECINALES

Por su parte, los dirigentes de la Fejuve después de que el pasado sábado fueron rebasados en el abastecimiento de los combustibles en vista a que en un ampliado realizada el viernes decidieron no dejar pasar ni una gota de Gas Licuado de Petróleo (GLP), de gasolina y diesel, decidieron convocar a asambleas distritales para que se informe sobre los resultados que respondió el actual presidente Rodríguez. Rafael Mamani, dirigente de la organización que agrupa a las juntas vecinales de El Alto, informó que en esas reuniones se decidirán las medidas de presión que se ejecutarán para que el gobierno responda a las demandas de los alteños.

El dirigente informó que hasta el martes se tendrá los resultados de las asambleas distritales y de acuerdo a las recomendaciones se fijará una posición.

MARCHA Y CABILDO DE GREMIALES ALTEÑOS

Rodolfo Mancilla, secretario general de la Federación de Comerciantes Minoristas de El Alto, informo que hoy en la tarde los gremiales realizarán una marcha hacia la ciudad sede de gobierno que culminará con un cabildo que se desarrollará en la plaza de los Héroes donde se decidirá las próximas medidas que se ejecutarán en demanda de la nacionalización de los hidrocarburos.

Mancilla informó que con la movilización los gremiales le darán un plazo a los parlamentarios nacionales para que aprueben una ley de hidrocarburos que nacionalice y recupere los hidrocarburos en un 100 por ciento. En caso de que no traten esa ley, los gremiales comenzarán a presionar para que se cierre el Parlamento Nacional.

Los trabajadores de El Alto en su último ampliado que se desarrolló el pasado viernes, decidieron participar en la manifestación convocado por los comerciantes minoristas.

Hasta ayer, los maestros urbanos de El Alto decidieron continuar con las medidas de presión, en tanto la Federación de Trabajadores en Salud decidieron declarar un cuarto intermedio en las medidas y mantenerse en estado de emergencias para retornar en cualquier momento ante la convocatoria de la COR El Alto.


El Alto recobra su normalidad después del paro cívico indefinido.Escombros arrinconados y cenizas de lasllantas quemadas huellas del paro alteño

Los bancos tienen largas filas de ancianos que cobran su Bonosol y vecinos que pagan sus facturas del consumo de agua y energía eléctrica. Comienzan a desaparecer las filas que demanda la venta de gas licuado engarrafado. Ferias se desarrollaron en El Alto, pero no había alimentos para comprar.

El Alto, Jun. 13 (APA).- Cenizas y alambres tiznados de negro, escombros y basura regados en lotes baldíos son las huellas que se siguen manteniendo en El Alto como producto del paro cívico sindical indefinido que se cumplió hasta el viernes pasado, llegando a los 18 días de ejecución de la medida de presión que provocó la caída del segundo presidente de la República e impidió que el titular de la Cámara de Diputados Hormando Vaca Diez, considerado como el elegido por la embajada norteamericana a las logias y la oligarquía cruceña, se siente en la silla presidencia, a través de la sucesión constitucional.

Las huellas de las llantas quemadas y los escombros arrinconados que están desparramados tanto en la parte del sur y del norte de El Alto, durante el paro indefinido estaban llenos de mujeres, niños y adultos donde quemaban llantas que botaban extensa lenguas de humo negro.

A lo largo de la carretera a Viacha que se constituye como una de las vías troncales se pudo advertir que los restos de las llantas quemadas y de los escombros no fueron aún levantados por funcionarios de la comuna alteña, en vista de que sólo se abocaron a arrinconar para que los vehículos transiten sobre la cinta asfáltica. Los propio se pudo observar en la Av. Juan Pablo II, especialmente desde la Av. Chacaltaya hasta la ex tranca de Río Seco. En tanto, el pavimento de la Av. 6 de Marzo aún tenía desparramado cenizas de llantas, especialmente por la ex tranca de Senkata y el acceso a la planta de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

BANCOS ABARROTADOS

Penosamente, la normalidad comenzó a retornar a El Alto en su centro con la apertura de las agencias bancarias donde se advirtieron largas colas de los ancianos que deben cobrar su Bonosol y ciudadanos que querían pagar sus facturas de consumo de agua potable, energía eléctrica y teléfono.

Los bancos durante el paro cívico sindical indefinido que duró plenamente 18 días, funcionaron inicialmente a medidas y la última semana pararon sus actividades.

De la misma manera las actividades en la comuna alteña y la Representación de la Prefectura, la Defensoría del Pueblo de El Alto, comenzaron a normalizarse.

LAS COLAS PARA EL GAS LICUADO

A partir de ayer a mediodía comenzaron a desaparecer las colas alrededor de los camiones de distribución de Gas Licuado de Petróleo (GLP), principal combustible que utilizan los alteños para preparar los alimentos para las familias.

Los vecinos que se constituyeron con sus garrafas hacia la planta de YPFB en Senkata, el pasado sábado en la mañana rompieron el bloqueo que decidieron mantener las juntas vecinales y a partir de esa acción que rebaso la decisiones de la Fejuve, el paro fue cediendo a la normalización de las actividades que no pudieron impedir los dirigentes.

FERIAS Y MERCADOS SIN ABASTECIMIENTO

Si hasta el pasado domingo las ferias y mercados comenzaron a recobrar su normalidad, no se contaba con los alimentos necesarios para vender a los vecinos, en vista a que los productores recién comienzan a abastecer los centros de distribución de alimentos.

Hasta en la Ceja que se considera el centro y principal lugar de abastecimiento de los alteños, no habían los suficientes alimentos que demandan las amas de casa, en vista a que las vendedoras sacaron sus productos deteriorados que fueron guardados durante el paro.

(*) AGENCIA DE PRENSA ALTEÑA Nº 1.301 Telf. 2831676 Cel. 71933693 , El Alto-Bolivia


Redacción de Econoticiasbolivia.com

Rodríguez, la nueva ficha de las petroleras

La Paz, junio 12, 2005.- El nuevo presidente de Bolivia, Eduardo Rodríguez, es la nueva ficha de las clases dominantes para defender los millonarios intereses de las transnacionales petroleras, advirtió la Federación de Trabajadores Mineros de Bolivia, la vanguardia revolucionaria del pueblo que convoca a seguir luchando.

"Después de un verdadero show que costó la vida de un minero y de varios heridos, el Parlamento opta por elegir al Presidente de la Corte Suprema (Eduardo Rodríguez) como nuevo Presidente del país. La minoría dominante en el país cambia de ficha en el gobierno y demuestra una vez más que prefiere derramar sangre a nacionalizar los hidrocarburos", dice un comunicado de la Federación Minera.

Rodríguez, un abogado de 49 años, accedió a la Presidencia el pasado jueves tras que el Congreso aceptara la renuncia del ex presidente Carlos Mesa, otro ferviente defensor de las petroleras y que tuvo que renunciar por la presión popular que exigía la recuperación de más de cien mil millones de dólares en reservas de gas y petróleo, actualmente en manos de Repsol, British Petroleum, Total, Enron, Shell, Petrobras y otras.

Rodríguez, que hasta ahora era jefe del Poder Judicial, un poder carcomido por la corrupción y caracterizado tanto por legalizar el saqueo que hacen las transnacionales de las riquezas de Bolivia como por conceder impunidad a la alta burocracia estatal que roba las arcas públicas, había asumido el cargo en la Suprema, gracias al apoyo que le brindó el entorno del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, derrocado en octubre del 2003 por una insurrección popular.

Según la Federación de Maestros Urbanos de La Paz, Rodríguez fue asesor jurídico de la Embajada de Estados Unidos y socio en el buffete del abogado Carlos Sánchez Berzaín, ex ministro de Gobierno de Sánchez de Lozada y responsable directo de las masacres de febrero y octubre del 2003 en contra del pueblo. Credenciales suficientes para que hubiera accedido a la Presidencia, con el entusiasta apoyo de la Iglesia, los empresarios, los grandes medios de comunicación y el Movimiento al Socialismo (MAS) del diputado cocalero Evo Morales.

LA EMBAJADA Y EVO

La Embajada de Estados Unidos fue una de las primeras en felicitar al nuevo Presidente de Bolivia y ofreció su compromiso de "seguir colaborando con la democracia y con el desarrollo económico del país".

Un comunicado oficial de la Embajada señala su compromiso con Rodríguez. "Esperamos que esta transferencia de mandos en el marco constitucional restaure la paz y la tranquilidad y abra el camino hacia futuro para el bienestar de todos los bolivianos", dice el comunicado.

Evo Morales tampoco se quedó atrás y trabajó intensamente para desmantelar la ofensiva popular y sabotear la lucha de los trabajadores, lo que le valió, otra vez, ser calificado de "traidor" por la Central Obrera y las organizaciones populares.

LA LUCHA CONTINÚA

"Carlos Mesa ya no es Presidente y se fue del Gobierno con la misión cumplida a las petroleras. Hoy le corresponde a Rodríguez hacerlo. Y si se dan las Elecciones Nacionales el nuevo gobierno será igual o peor sirviente que los actuales. Esto ya conoce el pueblo y por eso decide continuar con su lucha", señala el comunicado de los mineros, que creen que la lucha por la nacionalización no se detendrá con este "cambio de fichas".

"Los grandes esfuerzos que hacen los sirvientes de las petroleras llegó a su fin. A las masas no les importa quién esté en el gobierno porque existe un vacío de poder que difícilmente se llenará al existir una crisis nacional galopante y creciente. Es el momento de ejercer el poder popular a través de nuestra recién creada Asamblea Popular Nacional Originaria y sepultar a los eternos traficantes de nuestra pobreza. Es hora de decirles a los capitalistas que sus privilegios terminaron y que las riquezas naturales son propiedad de todos los bolivianos y no de unos cuantos oligarcas extranjeros afincados en el país", agrega el pronunciamiento de la Federación Minera.

En la óptica de la vanguardia proletaria, los bolivianos deben continuar con los bloqueos y movilizaciones hasta lograr la nacionalización de los hidrocarburos. "Debe fortificarse y crecer nuestra gloriosa Asamblea Popular Nacional Originaria para la toma del poder en nuestra patria", agrega.


Indymedia Bolivia

Frente al nuevo presidente, hoy las organizaciones sociales definen su posición:

  • Los cooperativistas mineros dan tregua de 10 días.
  • Las 20 provincias de La Paz continuarán con los bloqueos.
  • El Alto decide las próximas horas.
  • El MAS levantó las movilizaciones.

Ayer por la noche, el Congreso se pudo reunir cuando las organizaciones sociales detuvieron los enfrentamientos con la policía alrededor de la plaza 25 de mayo en Sucre, después de que Vaca Diez y Cosío anunciaran públicamente que renunciarían a ser presidentes si el Congreso sesionaba y aceptaba la renuncia de Mesa.

En el Congreso se aceptó la renuncia de Mesa y se ratificaron también las de Vaca Diez y Cosío, quedando como presidente Eduardo Rodríguez de la Corte Suprema de Justicia quien deberá convocar a nuevas elecciones.

Los movimientos sociales indicaron que el objetivo perseguido durante tres semanas de lucha no fue la renuncia de Mesa ni el adelanto de elecciones, la lucha fue por la nacionalización de los hidrocarburos y una constituyente con contenido popular. Por eso, estas demandas no pueden quedar postergadas ni dejadas a un lado por el nuevo presidente, son tareas que los movimientos sociales le están encomendando.


Redacción de Econoticiasbolivia.com

La Paz, junio 10, 2005.- El cambio de fichas en Palacio de Gobierno no ha quebrado la lucha revolucionaria en Bolivia. La Federación de Juntas Vecinales de El Alto y la Central Obrera Boliviana (COB) han otorgado hoy un plazo de 72 horas para que el nuevo presidente Eduardo Rodríguez nacionalice el gas y el petróleo. Una Asamblea de emergencia de los alteños decidió no dar un paso atrás en la agigantada lucha popular y, por el contrario, decretó endurecer el cerco sobre La Paz, que está sin gasolina, transporte ni abastecimiento.

"Vamos a continuar el paro cívico indefinido. La lucha es inclaudicable", dijo a Econoticias, el presidente de los vecinos de El Alto, Abel Mamani. La decisión de los alteños fue respaldada por los dirigentes de la COB y de la Asamblea Popular, reunidos de emergencia.

"Sea cual sea el presidente, nosotros seguimos de pie. Nosotros no hemos pedido la renuncia del ex presidente Carlos Mesa. Nosotros queremos la nacionalización (...) No hay tregua ", agregó.

UN DEBATE INTENSO

Desde las primeras horas de este viernes, el movimiento obrero, campesino y popular movilizado en La Paz y El Alto debatía intensamente si debía o no hacer un alto en la lucha revolucionaria, tras la elección de Eduardo Rodríguez como nuevo presidente de Bolivia. Unos, los reformistas y moderados, planteaban suspender de inmediato las medidas de presión, mientras que otros, los más radicales y revolucionarios, querían seguir batallando y no dar tregua a las transnacionales.

Los primeros argumentaban que la elección de Rodríguez había cerrado el paso a los sectores más reaccionarios y duros de la oligarquía, que querían asumir el poder a través del Presidente del Congreso, Hormando Vaca Diez, para barrer la movilización popular con bala y metralla. Los segundos replicaron, sin embargo, que Rodríguez era otro neoliberal, igual a Mesa, vinculado al ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y que, llegado el caso, usaría también la violencia del Estado para defender los intereses de las transnacionales y de la burguesía.

Unos y otros coinciden, sin embargo, en que no se han alcanzado el principal objetivo de la lucha como es la nacionalización de los hidrocarburos y la recuperación de los más de cien mil millones de dólares que están en manos de las petroleras como Repsol, Total, Petrobras, Enron, Sheel, British Petroleum y otras.

"No se ha cumplido con el objetivo de la nacionalización. En el poder, nadie quiere tocar el tema de la nacionalización. Incluso Evo (Morales) solo tocó al final, cuando sus bases ya lo estaban rebasando. Ahora este Rodríguez tiene que hablar claro para saber lo que haremos", dice Edgar Patana, dirigente de la Central Obrera de El Alto.

En el debate de los dirigentes vecinales y sindicales, esta evidencia jugó a favor de los más radicales, a pesar de que los más moderados insistieron en que tres semanas de lucha, que ha dejado ciudades paralizadas, sin transporte y con pocos alimentos, ya había mermado la resistencia y colmado los niveles de sacrificio del pueblo. Los otros también creen que es enorme el sufrimiento de los más humildes, pero que era necesario seguir en la lucha para que todo este sacrificio no haya sido inútil. La reciente experiencia de octubre del 2003, cuando el pueblo luchó y derrocó al expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada y entregó el poder a Carlos Mesa, está aún fresca en la memoria colectiva.

"El Alto ya ha vivido este tipo de transición política cuando Mesa reemplazó a Sánchez de Lozada y siguió gobernando a favor de las petroleras y de los ricos. No debemos cometer el mismo error con Rodríguez", dice José Luis Álvarez, dirigente del magisterio de La Paz, que pugna por seguir en la batalla al igual que otros dirigentes de la Central Obrera Boliviana (COB), de la Federación de Juntas Vecinales de El Alto, de Mineros, Maestros, de la Central Obrera de El Alto y otras organizaciones.

Los cuestionamientos sobre el presidente Rodríguez contribuyen también para no aflojar en la pelea. "No hay que dejarse engañar con las maniobras burguesas que han encumbrado en el poder al asesor jurídico de la Embajada de Estados Unidos y al socio del bufete de Carlos Sánchez Berzaín (ex ministro de Gobierno de Sánchez de Lozada y responsable de la masacre de octubre del 2003), dice Wilma Plata, de la Federación de Maestros de La Paz.

En la ciudad de El Alto, paralizada aún por la protesta social, centenares de activistas se han concentrado desde las primeras horas de la mañana en la sede de la Central Obrera y de la Federación de Juntas vecinales para escuchar lo que dicen los dirigentes que evalúan cómo potenciar la lucha y cómo evitar que los Poderes públicos y los sectores reformistas desinflen la protesta.

Desde esa misma hora, desde las pantallas de televisión y radios locales, los dirigentes del Movimiento al Socialismo (MAS) repiten una y otra vez la necesidad de dar una tregua al nuevo gobierno, de desmovilizarse, de apagar las protestas. Ellos saben que no hay nacionalización del gas, aunque tampoco les interesa demasiado, porque ya han puesto a salvo las elecciones de fin de año y la posibilidad de ser gobierno a través del voto. Varios grupos de campesinos ya han comenzado a levantar los bloqueos en los valles y el oriente. Los cocaleros, colonizadores y mineros cooperativizados hacen lo propio. El resto de los sectores resiste de pie, sin claudicaciones ni traiciones.


Indymedia Bolivia

Ayer por la noche, el Congreso se pudo reunir cuando las organizaciones sociales detuvieron los enfrentamientos con la policía alrededor de la plaza 25 de mayo en Sucre, después de que Vaca Diez y Cosío anunciaran públicamente que renunciarían a ser presidentes si el Congreso sesionaba y aceptaba la renuncia de Mesa. En el Congreso se aceptó la renuncia de Mesa y se ratificaron también las de Vaca Diez y Cosío, quedando como presidente Eduardo Rodríguez de la Corte Suprema de Justicia quien deberá convocar a nuevas elecciones.

Los movimientos sociales indicaron que el objetivo perseguido durante tres semanas de lucha no fue la renuncia de Mesa ni el adelanto de elecciones, la lucha fue por la nacionalización de los hidrocarburos y una constituyente con contenido popular. Por eso, estas demandas no pueden quedar postergadas ni dejadas a un lado por el nuevo presidente, son tareas que los movimientos sociales le están encomendando.


LLAMAN A ELECCIONES PARA LIQUIDAR LA LUCHA SOCIAL

Redacción de Econoticiasbolivia.com

Sucre, junio 9, 2005. Hrs. 23:00.- Los sectores oligárquicos y más reaccionarios del neoliberalismo fracasaron en su intento para llevar a la Presidencia de Bolivia a Hormando Vaca Diez y así intentar barrer con la metralla y los tanques la insurgencia popular por la nacionalización del gas y el petróleo.

Los líderes del Congreso, los neoliberales Vaca Diez y Mario Cossío presentaron anoche renuncia verbal a su derecho a la sucesión constitucional y abrieron paso para que Eduardo Rodríguez, el presidente de la Corte Suprema, sea el sucesor del renunciante Carlos Mesa.

Rodríguez -otro neoliberal avalado por la Iglesia, por los sectores reformistas e indígenas del diputado cocalero Evo Morales, de las fracciones más moderadas del empresariado nacional y de las clases medias—, tiene la tarea de convocar a elecciones nacionales para fin de año y así conformar el nuevo gobierno y remozar el Parlamento.

Con estas medidas, los sectores neoliberales y reformistas confían en que se pondrá fin a la rebelión popular que se extiende desde el altiplano hacia los valles en demanda de la nacionalización del gas y el petróleo, y que ahora comenzado a levantar la bandera de la revolución.

Los dirigentes de los sectores más combativos y radicales de la Central Obrera Boliviana (COB), de las Federaciones de Mineros, de Maestros urbanos, de Campesinos de La Paz y de la Federación de Juntas Vecinales y de la Central Obrera de El Alto ya habían advertido por adelantado que no aceptarían ni la sucesión constitucional, con Vaca Diez a la cabeza, ni la realización de nuevas elecciones, dirigidas por Rodríguez.

Todos estos sectores anunciaron que no levantarán los bloqueos ni movilizaciones que realizan por cuarta semana consecutiva exigiendo la nacionalización del gas y el petróleo, a cambio de nuevas elecciones. "Estamos luchando por recuperar los hidrocarburos y no por cambiar un payaso por otro", dijo el dirigente de los maestros de El Alto, Gonzalo Soruco. En este mismo tono se expresaron otros líderes de la COB, de la Federación de Juntas Vecinales de El Alto y de otras organizaciones sociales.

El lider de la Central Obrera de El Alto, Edgar Patana, aseguró que no importaba quién asuma la Presidencia y que la lucha no era por el cambio de presidentes sino por la nacionalizacón de los hidrocarburos. "La lucha sigue", dijo.

Frente a ello, la tarea de quebrar la lucha popular desde abajo correspondería a los dirigentes y sectores vinculados al Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales y que controlan varias federaciones de campesinos, cocaleros, colonizadores y mineros cooperativizados. Los grandes medios de comunicación, la Iglesia y todos los poderes públicos completarían la tarea.

La renuncia de Vaca Diez y Cossío se produjo poco después de que se agigantaran las protestas en todo el país y miles de manifestantes cercaran el centro de la ciudad de Sucre, donde debía sesionar el Congreso. La enorme presión popular, acrecentada tras la muerte de un minero y otros tres heridos, baleados por la Policía, cerró toda opción para que los sectores más reaccionarios y duros de la oligarquía latifundistas y pro petrolera tomara en sus manos el gobierno.

La Embajada de Estados Unidos, el Ejército y las petroleras tenían en Vaca Diez a su principal carta, y como segunda alternativa a Rodríguez; ambas opciones orientadas a desarmar la rebelión popular que ha comenzado a transitar por el sendero de la liberación nacional y social.

La sesión de Congreso se instaló al promediar las 10 de la noche y se aguarda que las iguientes horas serán claves para definir el rumbo de la movilización social y popular y para ver si Rodríguez es empujado o no por la radicalidad de las protestas sociales a usar las mismas armas que Vaca Diez.


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