Colombia: El candidato del Polo obtuvo más de 2.600.000 votos

Martes 30 de mayo de 2006

El Espectador, Bogotá, 29-5-06 / Los máximos dirigentes del Polo Democrático Alternativo coinciden en señalar que lo ocurrido ayer fue una victoria para la izquierda democrática de este país.

Tan irónico como siempre y con la palabra precisa que lo caracteriza, Carlos Gaviria Díaz inició su discurso ayer con dos frases rotundas: "No nos sentimos derrotados. Lo que pasa es que hubo alguien que sacó más votos que nosotros". Y a reglón seguido apuntó recordando a Jorge Luis Borges: "La derrota tiene una dignidad que la ruidosa victoria no merece". Así, con el sarcasmo y la acidez que distingue su genio, el candidato del Polo Democrático Alternativo (PDA) aceptó su segundo lugar en la carrera presidencial que definió la reelección de Álvaro Uribe Vélez.

Un segundo puesto que confirma el fenómeno político de la izquierda democrática que representó Gaviria y que convierte lo sucedido ayer, teniendo en cuenta el veleidoso comportamiento electoral colombiano, en un acontecimiento que difícilmente registra antecedentes en la historia política del país. Y que, de paso, catapultó al PDA por encima del tradicional Partido Liberal, al cual aventajó por más de 1.200.000 votos, con más del 98% de mesas escrutadas. El hecho de que Carlos Gaviria obtuviera más de 2.600.000 votos fue aplaudido hasta por los uribistas más consumados, como Germán Vargas Lleras.


Por ello, los más cercanos colaboradores de la campaña de Gaviria se apresuraron a calificar este hecho como un triunfo para la izquierda. Una victoria en las urnas que nadie pone en duda. "Somos la primera fuerza democrática del país, habida cuenta de que el uribismo son varias fuerzas", manifestó el senador Jorge Enrique Robledo; "Somos la segunda fuerza en el país y vamos a llegar al poder", dijo el representante Germán Navas Talero; "Ser segundos es una victoria: en la historia colombiana nunca se había visto lo que se vio hoy", agregó Antonio Navarro; "El único partido que queda vertebrado en el país es el Polo", remató el congresista Gustavo Petro.

Ni aun sumando las votaciones obtenidas por los candidatos de izquierda en Colombia en los comicios presidenciales de los últimos 22 años, el resultado sobrepasaría la histórica votación alcanzada por Carlos Gaviria ayer (ver gráfico). En 1974, por ejemplo, Hernando Echeverry obtuvo poco más de 137 mil votos; Jaime Piedrahíta, en 1978, escasos 27 mil; Gerardo Molina -el ídolo político de Carlos Gaviria-, alcanzó 82 mil en 1982; el candidato de la UP, Jaime Pardo Leal, en 1986, 328 mil; y más recientemente, en 2002, el alcalde de Bogotá Luis Eduardo Garzón consiguió casi 700 mil.

Esta estadística evidencia lo significativo que es para la izquierda democrática estos resultados. Por un lado porque consolida un proyecto de largo aliento para un partido tan nuevo como el PDA, y al mismo tiempo porque legitima su oposición ante el gobierno del presidente Uribe. "Tenemos que seguir construyendo una organización política que es aún naciente, pero promisoria. Esto es alentador, sobre todo porque mantenemos el compromiso de seguir en la oposición, vamos a mantener en alto nuestras banderas y dentro de cuatro años seremos sin duda una fuerza ineludible en el poder", le dijo Carlos Gaviria a El Espectador.

Pero, ¿qué tanta incidencia podría tener esta histórica votación para la izquierda en las elecciones de alcaldes y gobernadores del próximo año? Sin duda, como coinciden en señalar los máximos dirigentes del PDA, los candidatos de esa colectividad que decidan aspirar a estas corporaciones públicas llegarán más fortalecidos, con un partido más compacto y estructurado, y que desde ya se anuncia como la sorpresa en esos comicios. El más beneficiado con estas proyecciones sería Samuel Moreno Rojas, actual director del PDA, quien ya hizo pública su intención de suceder a Luis Eduardo Garzón en la Alcaldía de Bogotá.

Todo dependerá, claro, de la buena imagen que deje Garzón al terminar su mandato y, sobre todo, la aceptación que logre aglutinar Moreno Rojas en la opinión pública en el año y medio próximo. El jefe de debate de Gaviria, Antonio Navarro, señaló al respecto: "Ahora nos vamos a organizar y vamos a ganar en 2007 y seremos muy fuertes en 2010, donde nos enfrentaremos con más fuerza al actual gobierno".

El senador Robledo es más optimista, aunque no dudó en calificar la victoria de Uribe como la llegada de los peores tiempos políticos para los colombianos. "Los gobiernos reaccionarios más crueles con el pueblo son los que más fuerza tienen y, sin duda, eso es lo que tiene Uribe". Sobre el futuro del PDA, dijo que los resultados confirman que esta colectividad adquirió la madurez necesaria para consolidarse como la primera fuerza política del país, pese a que es consciente de que hacer oposición con tan sólo 11 senadores es bastante difícil. "No importa", dice, "vienen los mejores tiempos para el partido, y vamos a seguir en la lucha contra las medidas represivas del Gobierno".

Esta sensación es confirmada por el congresista Gustavo Petro -de quien se dice que en 2010 también entraría en la baraja de presidenciables del PDA, junto con Luis Eduardo Garzón-: "Vamos a prepararnos para gobernar a Colombia, primero a partir de las numerosísimas alcaldías y gobernaciones que vamos a alcanzar en 2007, y después en 2010 vamos a llegar a la Casa de Nariño". El representante Wilson Borja abrió, además, la posibilidad de recibir a dirigentes de otros movimientos en el Polo. "Este es un movimiento amplio, dispuesto a integrar a los partidos que se nos quieran unir", manifestó.

¿Qué tanto poder de maniobra adquirió la izquierda con la votación de Carlos Gaviria? ¿Será éste nuevamente el candidato del PDA para las elecciones presidenciales en 2010? ¿Qué tanto afectarán las figuras radicales de esa colectividad la unidad del partido? Las respuestas son vaporosas, pero lo cierto es que ya se insinúan algunas. Robledo, por ejemplo, le dijo a El Espectador que la votación de Gaviria lo convirtió en el jefe natural del PDA y que no tiene duda de que dentro de cuatro años lo seguirá siendo.

Pese a las buenas proyecciones que desde ya se auguran, lo cierto es que el Polo aún gatea, si de logros políticos se trata. No obstante, nadie podrá negar que los resultados de ayer marcan una tendencia importante en el ascenso de la izquierda democrática como un sector verdaderamente representativo de los intereses de una mayoría en Colombia. Más aún si se tiene en cuenta que, según una reciente encuesta, más de la mitad de la población colombiana no conocía a Carlos Gaviria.

Ya lo había advertido el escritor Héctor Abad en entrevista con este semanario el jueves pasado: "A Carlos no le alcanzó el tiempo para vender su propuesta de gobierno y eso es una lástima. Aunque su votación será muy indicativa de que en este país se necesitan otras recetas". Más de 2 millones y medio de colombianos piensan lo mismo.

Esto es un fraude

Cuando se conocieron los primeros cuatro boletines informativos de la Registraduría en el auditorio del Centro de Convenciones Gonzalo Jiménez de Quesada, los seguidores del PDA no dudaron en gritar a viva voz que los resultados eran producto del fraude electoral del que se valía el Presidente. Con la llegada de los principales líderes del partido, los comentarios se desvanecieron en los pasillos y de lo que se vociferaba en contra del presidente-candidato no se volvió a decir ni una sola palabra.
Los indígenas, la atracción

Mientras algunos periodistas de los medios nacionales trataban de seguir en directo las palabras de Carlos Gaviria en el recinto y otros tantos las voces de Jorge Robledo y Gustavo Petro en respuesta al segundo lugar del partido en las votaciones, los camarógrafos y fotógrafos extranjeros estaban maravillados tomando imágenes de un grupo de indígenas que, con tambores en mano y luciendo originales collares, llamaron más la atención que la misma llegada del candidato al recinto. Según ellos, era la primera vez que veían tan activos a los indígenas en la política. Y lo mejor de todo: que todos eran niños.


"Esto es un triunfo histórico"

Así definió Carlos Gaviria Díaz el resultado de las votaciones de ayer

"Miren: en este momento me acuerdo de una frase muy linda de Jorge Luis Borges, pero tengan en cuenta que nosotros no nos sentimos derrotados, sin embargo, hubo alguien que sacó más votos que nosotros. La frase dice: ’La derrota tiene una dignidad que la ruidosa victoria no merece’.

Estamos en realidad celebrando un triunfo, que la izquierda democrática pase ya de los dos millones 500 mil votos. El triunfo lo tenemos que saber administrar, porque estos votos, este respaldo popular, no lo podemos dejar de lado. La promesa que tenemos que hacernos aquí, es que vamos a seguir creciendo significativamente. Nos hemos cuadruplicado en cuatro años, cómo será en cuatro años más, cuando nos volvamos a cuadruplicar.

Nadie del Polo Democrático Alternativo va a dejarse cooptar. Nadie va a cambiar el honroso sitio que le corresponde en la oposición, por una embajada, por un ministerio o por un consulado. La democracia exige un esquema de gobierno y de oposición, y nosotros vamos a continuar con la bandera de la oposición, porque a pesar de que el veredicto de las urnas haya sido uno, nosotros tenemos buenas razones para pensar que nuestra propuesta es la más conveniente para el país, para Colombia.

Basta con echarles una mirada a los sectores que han apoyado nuestra propuesta y que nos han apoyado electoralmente con todas las dificultades del mundo, con todas las circunstancias adversas. Son los trabajadores, los sindicalistas, los maestros, los empleados de la Rama Judicial, los indígenas, los negros, los campesinos, los jóvenes, sobre todo los jóvenes de las universidades.

Una de las cosas que más contento me tienen es que la juventud se había manifestado muy reacia en la participación en política, porque miraba con aversión. Me parece que con razón. Ahora la primera fila en nuestras concentraciones está constituida por nuestros jóvenes. Aquí hay gente de la Nacional, de la Javeriana, del Rosario, de la Distrital, de la Libre, eso es muy promisorio. Viva la U. Una de las cosas más positivas es que la U no sea el partido de la U.

Patricia Lara me decía que nos han acompañado masivamente las mujeres y precisamente la designación de Patricia Lara fue un mensaje. Estoy convencido de que la mujer no está convincentemente representada en las grandes responsabilidades nacionales. Ese es uno de los factores para que nuestra democracia sea tan precaria. Cuando las mujeres tengan la representación que merecen en las responsabilidades públicas, sin duda la democracia colombiana será más consistente.

Lo más importante es que dentro de un año no nos vamos a dispersar, seguiremos creciendo de una manera significativa. Fuimos capaces de atraer sectores del liberalismo democrático, de los sectores no alineados políticamente. De aquí en adelante vamos a ser la fuerza democrática única en el país. Nuestra propuesta será como un imán, que atrae a todos los demócratas a construir la verdadera democracia colombiana.

Hace tiempo les habíamos anunciado que no estábamos jugando al corto plazo, sino al largo plazo. Lo de hoy es histórico, nos alienta por cien nuestro entusiasmo y deseo de triunfo. Permanentemente vamos a estar acechados por las tentaciones divisorias, pero no nos vamos a dejar dividir. El Polo sólo hay uno, el PDA.

En toda organización va a haber disputas internas, ideológicas, vamos a tener cauces sin dejarnos dividir y nos mantendremos como la primera organización política que en este momento ya somos. No hay una sola fuerza como la nuestra. Vamos a renovar un compromiso, que es la oposición, y desde allí vamos a recorrer ese camino que ya estaban enunciando, el de la dignidad.

Mientras nos llega la ocasión, vamos a repetirle al doctor Uribe, con frecuencia, que los opositores no son comunistas camuflados, que a los opositores hay que respetarlos. Tenemos que mantener ese entusiasmo hasta que lleguemos al Palacio de Nariño".

 

* Remite Correspondencia de Prensa. Suscripciones: germain@chasque.net 

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