Los planes imperiales de EEUU en Oriente Medio en la cuerda floja

Miércoles 4 de octubre de 2006

Afganistán, Irak, Gaza, Líbano, Irán...

Miquel García

La ocupación militar y el control geoestratégico de la zona de Oriente Medio, poco enmascarados tras los púdicos velos de la "guerra contra el terrorismo internacional", constituyen un eje fundamental de la estrategia política internacional de la administración Bush. Sin embargo, el control completo de la región exigiría- una vez ocupados Afganistán e Irak -acabar con el "régimen canalla" de Irán, debilitando previamente sus apoyos en la zona, como el régimen de Siria y las organizaciones islamistas Hezbollah y Hamas, y convirtiendo de esta manera en factible una agresión a gran escala contra Irán.

James Petras lo resume de la siguiente forma:

"Los representantes israelíes en el Gobierno de Estados Unidos contemplaron en su momento la guerra contra Irak como un ensayo general para un ataque a Irán y como parte de una serie triunfal de conquistas militares que hicieran del Golfo Pérsico un patio trasero israelo-estadounidense. Junto a la guerra contra Irak, el lobby presionó al Congreso estadounidense para que aprobase medidas de boicot a Siria, otro objetivo de la estrategia general de Israel y su lobby. Líbano, especialmente la resistencia nacional dirigida por Hezbolá, es una pieza clave de la estrategia conjunta israelo-estadounidense contra Irak. El Líbano meridional bajo control de Hezbolá y Hamás en Gaza, otro aliado potencial de Irán, han sido por consiguiente un objetivo de aislamiento diplomático por mediación de las Naciones Unidas, y a la vez un objetivo de destrucción física. Cada guerra de Estados Unidos e Israel tiene un fin inmediato -el debilitamiento de un adversario- a la vez que, más importante, forma parte de la preparación de un gran ataque sobre Irán. Estas guerras de "doble uso" son concebidas para debilitar y destruir a adversarios de los planes de dominación regional israelo-estadounidenses, y a la vez instalar bases militares, cercar geográficamente y presionar económicamente, todo ello con miras al ataque final contra Irán." [1]

También Gilbert Achcar opina de manera semejante:

"Desde un punto de vista estratégico, tanto Israel como los Estados Unidos consideran que su principal enemigo en Oriente Medio no es ni Ben Laden ni Al-Qaeda -estos solo constituyen molestias menores, si bien son molestias útiles-, sino Irán. Existe lo que llaman el eje o el creciente chiíta, que tiene su fuente en Irán y que va desde las fuerzas chiítas proiraníes de Irak, pasando por el gobierno sirio, que está aliado con Irán, y llega hasta Hezbollah en el Líbano. Por esto consideran a Hezbollah un enemigo muy importante -puesto que, con su concepción del mundo, lo ven todo a través de su obsesión con lo que consideran su Estado enemigo principal. En los tiempos de la Guerra Fría solían verlo todo en el mundo en términos de una confrontación con la antigua Unión Soviética. Ahora lo ven todo en Oriente Medio en términos de confrontación con Irán." [2]

A pesar de los enormes peligros que para la paz mundial y para los derechos democráticos y de los pueblos supone una concepción estratégica como la expuesta, el gobierno de los EEUU, insensible totalmente a ellos, continúa hacia adelante en su empresa. Incluso a despecho de que "los pasos previos" a una supuesta invasión de Irán (Afganistán, Irak, Gaza, Líbano...), lejos de saldarse con triunfos rotundos por parte de EEUU y de sus aliados, han derivado en situaciones de suma inestabilidad social, política y militar.


Afganistán, "Operación Furia de la Montaña"

Como decía Rossana Rossanda en un reciente artículo publicado en "Il Manifesto", criticando la presencia de tropas italianas en Afganistán:

"(...) Desde entonces hasta hoy (han pasado ya cinco años) los muertos civiles están en torno a los 50.000 - lo testimonia el New York Times. Sobre el país montañoso los aliados han descargado la misma cantidad de explosivo que la que lanzaron los aliados en la segunda guerra mundial - y vuelve a dar fe de ello el New York Times. No han dado todavía con ningún centro de Al Qaeda, tampoco lo han eliminado. Los señores de la guerra y de la droga han retomado sus gestas en el norte. Los talibanes se han establecido en el sur. Al presidente Karzai ya nadie le toma en serio. La venta internacional del opio prospera. Y las mujeres, mientras, caminan prudentemente con su burqa. Las denuncias del grupo feminista Rawa nadie las escucha. Emma Bonino sólo ve que algunos miles de niñas van al colegio - cosa importante - al menos hasta que la situación, que vuelve a encenderse, lo permita. ¿Me equivoco?" [3]

El siguiente párrafo, extraído de la revista "Correspondencia Internacional", resume la actual situación en Afganistán:

"La experiencia con la ocupación hizo que cada vez más sectores de la población se volvieran contra los ocupantes. El cambio en el sentimiento de la población, en estos últimos meses, abrió un espacio para una nueva resistencia en la que varios grupos se enfrentan a los ocupantes y al gobierno títere. Hoy, ya existen zonas enteras en las que el gobierno no entra y las tropas ocupantes sólo van cuando hay un gran operativo militar, o atacan desde aviones, sin poder mantener soldados de modo permanente. Los periodistas hablan de "zonas liberadas" en las provincias de Paktia, Khost y Zabul, al sur y sudeste del país, donde el control siempre fur precario, y en Helmand, área estratégica del país, donde los ataques se multiplicaron más recientemente y el gobierno de Karzai no tendría más el control efectivo. La multiplicación de la resistencia se ve acompañada con una recuperación del prestigio de los líderes talibanes porque estuvieron, desde el inicio, contra la ocupación. Pero es importante decir que la resistencia no se limita a ellos: últimamente comenzó a haber una coordinación entre distintas alas y tribus que, sin ser talibanes, se están uniendo a la lucha armada contra los invasores." [4]

Todo lo cual ha llevado al mando norteamericano a lanzar la operación "Furia de la Montaña", desarrollándose cuando se escribe este artículo, encabezada por tropas estadounidenses con el apoyo del ejército afgano y movilizando de manera declarada un operativo de 7000 soldados. No estará de más indicar que mientras la furia de los invasores se abate sobre las montañas afganas, "Tropas de la OTAN también han estado luchando contra el Talibán el sur del país (...) " [5], formando parte tropas españolas de los destacamentos de la OTAN en Afganistán

Irak, la pendiente hacia la guerra civil

La inestabilidad y los enfrentamientos han ido en aumento desde la ocupación, combinándose los enfrentamientos entre fuerzas ocupantes y resistentes, con la escalada de las luchas entre chiítas y sunníes. Se habla de una guerra cívil "de baja intensidad", existiendo temores fundados de que ésta pueda dar pronto paso a un conflicto civil de grandes dimensiones. Las protestas y las presiones en EEUU a favor de la retirada de las tropas van en aumento, incluso desde el mismo bando republicano. Pero Bush acaba de declarar que "No nos iremos mientras yo sea presidente" [6]


Líbano y Gaza, el doble ataque israelí, con Irán de fondo.

Ni Hamas ni Hezbollah han sido derrotados. Sus apoyos, muy posiblemente, hayan aumentado en lugar de disminuir tras los ataques de Israel, pero Gaza ha sido arrasada y en el Líbano "el reloj ha retrocedido veinte años", calculándose en unos tres mil seiscientos millones de dólares los daños causados por "la guerra de los 33 días"

Pero como se apuntaba al inicio del artículo, las situaciones de inestabilidad, lejos de frenar a la administración Bush, le dan alas para emprender nuevos desmanes. Parece realista pensar que las contradicciones que va acumulando supondrán, más tarde o más temprano, el final de la estrategia de "guerra preventiva" y de "lucha contra el terrorismo internacional" o sea, hablando claro, de la estrategia de ocupación militar de zonas de gran interés económico por sus recursos energéticos, con la excusa de las agresiones realizadas por grupos radicales islámicos. La palanca más importe para hacer rodar y caer la política militarista y genocida de Bush, tendría que ser el movimiento antiguerra internacional tal y como lo ha expresado Carlos Sevilla en su artículo "Del infierno de Dante al paraíso del río Litani":

"El impasse de las tropas americanas y británicas en Irak y Afganistán, la masacre israelí del pueblo palestino, la FINUL en el Líbano, de una parte, y la crisis nuclear iraní junto con sus aliados en la zona de otra parte, permiten una redefinición del "equilibrio del terror" entre los bloques. Sólo un movimiento antiguerra coordinado internacionalmente, que aborde el conjunto de la situación en oriente medio, puede ofrecer una salida a este "infierno de Dante". Las movilizaciones europeas contra la guerra, señaladas por el 4º Foro Social Europeo para la semana del 23 al 30 de Septiembre, deberán tener en cuenta este cambio de situación, marcar una política alternativa a la de las "fuerzas de interposición" y señalar una salida estratégica a la recolonización del medio oriente." [7]

Notas

[1] "La estrategia de EE UU e Israel: Líbano e Irán", James Petras, Rebelión 13 setiembre 2006

[2] "Israel ha convertido en rehén a todo un pueblo", Gilbert Achcar, Viento Sur, 1 agosto 2006

[3] "Afganistán a las claras", Rossana Rossanda, Il Manifesto, 4 julio 2006.

[4] "Afganistán: se reabrió el "segundo frente" para el imperialismo", Correo Internacional, publicado en Rebelión, 25 junio 2006.

[5] "Afganistán: nueva ofensiva de EE.UU.", BBC-Mundo, 17 setiembre 2006

[6] "Mientras yo sea presidente no saldremos de Irak, sostiene Bush" , Agencias, publicado en Rebelión, 23 setiembre 2006

[7] "Del infierno de Dante al paraíso del río Litani",Carlos Sevilla, Corriente Alterna, 12 setiembre 2006

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