¡Alerta que camina! El movimiento por la vivienda digna

Sábado 27 de enero de 2007

Miguel Urban

El año pasado, sobre el mes de abril, en el momento álgido de las luchas de los jóvenes franceses, contra la precariedad y la exclusión, un mensaje anónimo circulaba como la pólvora por Internet, en él sé hacia referencia a un tema tan importante como es la vivienda, bueno mas bien, a la imposibilidad de gran parte de la población a acceder a ella.

Este mail anónimo, que con un tono manifiestamente apolítico, convocaba a la gente a realizar sentadas por el derecho a la vivienda en las plazas principales de cada ciudad, consiguió un hecho insólito en nuestro estado, coordinar más de 60 concentraciones en las principales ciudades de forma espontánea. El seguimiento resulto ser dispar, destacando Madrid, Barcelona y Sevilla donde la asistencia fue masiva, en especial en la primera donde se concentraron unas 6000 personas, que una vez realizada la sentada decidieron comenzar un reclama las calles por todo el centro, que colapso la ciudad durante cinco horas.

El ambiente que se respiraba, en esta manifestación improvisada, recordaba a las marchas estudiantiles que cortaron las autopistas cuando estalló la guerra de Irak y a la concentración del 14 de marzo frente a la sede del PP. Las consignas eran en cierta manera similares, salvando las distancias ("que no, que no, nos representan"; "lo llaman democracia y no lo es" esta vez se sumaban otras como, "que pasa, que pasa, que no tenemos casa; "tu también estas hipotecado"). Las diferentes prácticas de lucha ensayadas durante el gobierno del PP se volvían ahora contra el gobierno del PSOE que, una vez más, incumple sus promesas y rompe las ilusiones de gran parte de la población.

Esto era lo más interesante, miles de jóvenes que alcanzaron un cierto grado de concienciación social al calor de las luchas contra la LOU, el Prestige y la Guerra, y que actualmente no militan en ningún movimiento social u organización política, volvían a hacer suya la calle para reclamar, esta vez, el derecho a una vivienda digna, como antes lo hicieron contra la guerra o las mentiras del gobierno de Aznar, mostrando la existencia de una inteligencia colectiva que se articula en momentos puntuales retomando las calles rompiendo el silencio.

Aunque lo más sorprendente, a mi juicio, fue que a la siguiente semana se volvieron a auto-convocar las concentraciones, con menos participación que la primera, pero demostraron la persistencia de un problema de hondo calado en la sociedad. De las sentadas anónimas se avanzo a la constitución de asambleas en distintas ciudades, lo que empezó como un movimiento espontáneo que utilizaba las sinergias de internet para coordinarse comenzó a articularse entorno a asambleas de base en los lugares donde el movimiento de las sentadas había sido más numeroso.

Estas asambleas populares por el derecho a una vivienda digna retomaron el testigo de las convocatorias anónimas a la hora de organizar y convocar diferentes acciones por el derecho a techo. Esto supuso un salto adelante en el movimiento que empezaba a dotarse de estructuras democráticas de participación, nutridas en su mayoría por personas que realizaban su primera experiencia militante. Este proceso permitió la estabilización del movimiento, con una presencia constante en la calle y los medios de comunicación y la realización de diversas manifestaciones entre septiembre y octubre que terminaron de constatar la gran capacidad de convocatoria del movimiento.

Este clima social posibilito que las asambleas y las plataformas1 empezaran a extenderse por todo el estado y que el problema del acceso a una vivienda digna se convirtiera en uno de los principales temas de preocupación y debate publico. En ese momento fue cuando irrumpió con una fuerza inusitada otro mensaje anónimo de Internet, que volvía a convocar sentadas en todas las ciudades para el día 23 de Diciembre, con la diferencia de que esta vez se llamaba a intentar un reclama las calles que cortara las principales arterias de las poblaciones que lo secundaran.

Este mensaje anónimo omitía, ya sea intencionadamente o no, los procesos organizativos y las actividades realizadas hasta la fecha por las diferentes asambleas o plataformas, argumentando que no se había vuelto a realizar ninguna actividad significativa desde las sentadas anónimas de mayo2. A pesar de que algunas asambleas habían conseguido estabilizarse y tener una vida propia muy activa, la forma particular en la que nació este movimiento3 nos arrastro a toda/os a tener que secundar o apoyar esta convocatoria ajena a cualquier estructura democrática de toma de decisión.

Ante la opinión generalizada entre las asambleas de que una convocatoria de estas características sentaba un precedente muy negativo de cara al futuro, se intento revertir la esencia anti-organizativa, al utilizar la convocatoria para reforzar las diferentes dinámicas de trabajo de las asambleas o incluso aprovechar para intentar generar los contactos necesarios para crear algún marco organizativo en ciudades en donde no existía.

En este sentido, muchas asambleas recientemente constituidas, como Sevilla y Cádiz entre otras, lo utilizaron como su puesta de largo en la calle, convocando la concentración y posterior manifestación. En Barcelona la asamblea organizo una masiva manifestación por el centro de la ciudad que contó con la participación de unas 25000 personas y que demostró que de momento es en esta ciudad donde el movimiento goza de mejor salud.

En Madrid se preparo una semana previa de acciones descentralizadas, con la intención de posibilitar la creación de asambleas barriales con esta temática y calentar los motores para el 23D. El resultado fue esperanzador ya que se consiguieron asentar cuatro asambleas de barrio y aunque la manifestación fue menor que la de Barcelona, unas 5000 personas, se demostró que el movimiento tiene una buena capacidad de movilización. Sin duda el hecho más destacado de la concentración de Madrid en relación al resto del estado fue la brutal represión que una vez mas la policía utilizo contra los manifestantes, es necesario recordar que existen 17 encausados judicialmente como consecuencia de las sentadas de mayo.

Las concentraciones y manifestaciones del 23 de diciembre supusieron en su conjunto un éxito, demostrando la potencialidad que tiene el movimiento por una vivienda digna que esta obligando a poner este tema dentro de la agenda política. No es casual que hayan a parecido en la prensa diferentes iniciativas legislativas en relación al problema de la vivienda, como la expropiación temporal de los pisos vacíos para su uso en alquiler, propuesta por el gobierno catalán; o el agravar los pisos vacíos con una tasa de unos 10 euros diarios, propuesta por el gobierno vasco. Estas promesas seudo-electorales no son casuales y responden a la presión social que se esta generando en relación a este tema y que aumentara según comience la campaña electoral de las próximas municipales.

En este sentido es fundamental que el movimiento pueda generar una serie de reivindicaciones concretas con las cuales pueda conseguir en una coyuntura favorable, como esta, alguna victoria parcial que asegure su persistencia en el tiempo y su crecimiento cuantitativo. De esta forma es indispensable que el movimiento se articule aun más y se diversifique localmente, permitiendo la participación organizada del mayor número de personas. A la par que mantenga el ritmo militante necesario para mantener el tema en el candelero social, para ello es imprescindible el éxito de la próxima convocatoria. Una manifestación, que se realizara de forma descentralizada a escala estatal, para protestar contra la cumbre de las Grandes Ciudades y la OCDE sobre urbanismo y globalización.

 

* Miguel Urban, miembro de Espacio Alternativo y de la Asamblea contra la precariedad y por la vivienda digna.

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