El fin del ciclo de Rifondazione

Miércoles 8 de agosto de 2007

Salvatore Cannavò* / Vientosur

 

La crisis del “ miércoles de ceniza” del gobierno italiano, desatada por su orientación en materia de política exterior, se resolvió con una reedición, esta vez como farsa, del gobierno Prodi bis. Una hábil maniobra “neocentrista” , con la incorporación de sectores del centroderecha a la nueva mayoría parlamentaria en el Senado, ha permitido clarificar, a nivel general, la orientación socialliberal y militarista emprendida en la primera fase del gobierno y expresada principalmente a través del envío de tropas al Líbano, el mantenimiento del contingente en Afganistán, y la impronta antisocial ticket sanitario, aumento de los gastos militares, recortes en educaciónde la ley de presupuestos generales para el 2007. La agenda para esta “ fase dos” , recogida en los llamados “ doce puntos de Prodi” , constituye la base programática que ha permitido compactar la nueva mayoría, revelar el contenido real del programa de la Unione y blindar al gobierno frente a las movilizaciones sociales que han ido desarrollándose en los últimos meses.

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La reciente crisis del gobierno Prodi ha jugado el papel de acelerador de la reorganización de la izquierda italiana. Nos limitaremos aquí a presentar el desarrollo de los principales proyectos de la izquierda italiana, que la van a transformar de forma fundamental en el curso de los próximos años, cuando no en algunos meses.

Partido Demócrata

 

El nacimiento futuro del Partido Demócrata es un proceso bastante conocido. Su lanzamiento no corre el riesgo de fracasar ante las múltiples contradicciones internas que lo atraviesan, pues se alimenta del empuje “ unitario” y del acuerdo fundamental alrededor de la visión “ liberal” . La unidad, tan abstracta como profundamente reclamada por una parte amplia del electorado de centro izquierda, que teme sobre todo a la derecha y la “ vuelta de Berlusconi” constituye en efecto el ingrediente esencial que permite acabar el acto de transformación de la izquierda proveniente del Partido comunista italiano.

 

Con el nacimiento del Partido Demócrata cuyo proyecto ha sido aprobado por los recientes congresos de los Demócratas de Izquierda (DS salidos de la mayoría del exPCI) y de la Margarita (Democracia cristiana del centro izquierda) el pasado abril, los Demócratas de Izquierda van a cerrar el proceso de adaptación al capitalismo, emprendido desde hace mucho y sancionado de forma simbólica con la liquidación del PCI decidida por Occhetto en 1989.

 

Hoy se llega “ finalmente” al lanzamiento, del que se trata desde hace más de un decenio, de esta fuerza liberaldemócrata, con una coloración progresista. Una fuerza totalmente socialliberal, que dispone de los votos de una gran parte del mundo del trabajo, sin que este último constituya su eje central, pues esta fuerza estará bajo la tutela de los intereses de una parte consistente de la burguesía italiana, la representada por las grandes empresas y la banca con vocación europea.

 

Nuevo Partido de la Izquierda

El otro proyecto, menos visible pero ya en curso, acabará sin duda por adoptar el nombre de “ Partido de la Izquierda” , versión socialista o neosocialdemócrata. Se trata de un proyecto aún poco conocido, del que solo ahora comienza a hablar la gran prensa, pero que ya ha conocido un comienzo de realización en el seno de los grupos dirigentes de la izquierda y que, además de que cuenta con “ ganar” el espacio liberado por la desaparición de la DS, sirve para resolver las tres crisis diferentes en muy gran medida entrelazadas.

La primera crisis proviene de la derrota del ala izquierda de los DS. En el último congreso (1921 Abril 2007 en Florencia), el secretario general Piero Fassino ha triunfado sin dificultades con el apoyo de cerca del 75% de los mandatos, mientras que la izquierda no ha superado el 15%. Quienes se oponían al proyecto del Partido Demócrata han sido barridos y no han sabido encontrar una respuesta adecuada.

 

La segunda crisis es la del Partido de la Refundación Comunista (PRC, llamado también Rifondazione), que ha encontrado en este proyecto un punto de apoyo como ha indicado claramente Fausto Bertinotti en una entrevista a Liberazione /1 y como ha relanzado la conferencia de organización del PRC /2 para ocultar el callejón sin salida en el que se ha extraviado el PRC en la crisis del gobierno Prodi, una crisis que ha puesto en evidencia el fracaso de la estrategia adoptada en su último congreso de Venecia.

 

Tras la manifestación de Vicenza, tras el voto sobre Afganistán que ha visto al gobierno Prodi ganar en el Senado, con el apoyo de la derecha, a pesar del voto contrario de Franco Turigliatto /3 y la no participación de varios senadores de la izquierda, y tras cerca de un año de gobierno Prodi, las tres hipótesis que sustentaban el proyecto mayoritario en el congreso no han sido verificadas:

 

• La idea de que las correlaciones de fuerzas podían permitir un gobierno de “ Gran Reforma” ha sido pulverizada por el resultado electoral del 9 de abril de 2006, que ha hecho aparecer un país cortado en dos y en el que las fuerzas de izquierda están claramente marginadas, no representando más que el 2627% del electorado.

 

• La idea de que el centro izquierda había cambiado desde 1996 (el año del primer gobierno Prodi, con exactamente las mismas fuerzas políticas con la excepción de Rifondazione y casi exactamente los mismos hombres) ha sido inmediatamente desmentida por la acción del gobierno que ha aplicado la receta liberal clásica de financiación de las empresas, realizado cortes enormes en los presupuestos sociales y aumentado los gastos militares así como por la formación del Partido Demócrata que ya hemos mencionado.

 

• La idea de la “ permeabilidad” al conflicto social del gobierno Prodi ha sido finalmente enterrada de forma definitiva la tarde del 17 de febrero, cuando frente a la enorme manifestación de Vicenza contra la construcción de la nueva base militar estadounidense Prodi respondió que “ la base se hará de todas formas” .

El fracaso del gobierno

La tercera crisis, es la crisis gubernamental. Evidenciada por factores diferentes, como el conflicto sobre la base militar de Vicenza y el comportamiento de viejos demócrata cristianos como Andreotti y Cossiga, tiene su fuente en las desilusiones y el desencanto del electorado de centro izquierda.

El gobierno Prodi ha barrido muy rápidamente muchas de las esperanzas que su victoria había suscitado. Habíamos podido ver un cierto grado de desilusión ya en los silbidos de Mirafiori /4. Pero el caso de Vicenza, con la actitud sorda y ciega de Prodi y de D´Alema, ha manifestado claramente la toma de distancias. Ninguna de las componentes del futuro Partido de la izquierda ha querido, sin embargo, sacar un balance de esta realidad. Han optado por apoyar incondicionalmente al gobierno, incluso en lo que concierne a sus misiones de guerra, y han redescubierto el valor de la realpolitik y de la supervivencia de la clase política en detrimento de las ilusiones y esperanzas brotadas en Porto Alegre y Génova /5. Quienes se han sustraído a este esquema y a esta lógica política (como Franco Turigliatto), han sido inmediatamente clasificados en la categoría de “ política testimonial”, “ pura y dura” pero incapaz de ninguna eficacia. Demuestran sin embargo la degeneración en la que ha entrado la izquierda actual.

 

Una izquierda diferente

En nuestra opinión, si la izquierda alternativa quiere responder a esta crisis, debe permanecer anclada en los valores fundadores y no debe renunciar a la radicalidad anticapitalista. Quienes dicen que el rechazo de los compromisos y de las mediaciones favorece la vuelta de la derecha y de Berlusconi /6 se equivocan. En realidad es favoreciendo las políticas guerreras y antisociales como se facilita verdaderamente la revancha de la derecha. Por otra parte, sólo un año después de la victoria electoral de 2006 contra la derecha, muchos de los sondeos indican que si las elecciones tuvieran lugar hoy, la derecha triunfaría con el 55% de los votos.

Nos oponemos pues, y lo hemos expresado públicamente, a la enésima remodelación de las clases políticas, siempre parejas y que no cambian nunca. No estamos disponibles por nuestra parte a retomar el camino del “compromiso social” a favor del cual el futuro Partido de la izquierda se ha pronunciado ya, intentando cerrar la anomalía que representa Refundación Comunista en el mapa político italiano. Se trata de un cierre tanto en el plano del contenido como en el del centro de gravedad que se quiere dar a la izquierda: encerrada en la perspectiva del gobierno, fundada en una lógica de mediación, incapaz de pensar una alternativa a la izquierda liberal. Si el Partido Demócrata quiere definir un bloque moderno de la burguesía democrática y progresista, con el objetivo de gobernar con votos populares, el Partido de la izquierda (nombre que hace referencia al Die Linke alemán) que imaginan Bertinotti y Mussi /7, Diliberto /8 y Boselli /9 se parecerá a una nueva socialdemocracia en cuyo seno cohabitarían los socialistas “ reformistas” y los socialistas “ maximalistas” /10, como al comienzo del siglo XX.

 

Por nuestra parte, decimos que no a esta perspectiva y nos disponemos a relanzar la construcción de una Izquierda alternativa. Alternativa frente a las derechas, pero también alternativa frente al centroizquierda de gobierno, al centroizquierda moderado, al centroizquierda que vota a favor del compromiso social.

 

La izquierda alternativa deberá estar ante todo opuesta a la política actual, la de la guerra y del liberalismo. Esto significa que no votará la guerra. No votará la “ contrarreforma” de las pensiones, no votará las grandes obras de destrucción del medio ambiente; tampoco se plegará a compromisos con los revanchistas de la jerarquía vaticana. La izquierda alternativa es “ sin si y sin pero” /11. Hemos intentado representarla durante estos últimos meses en el Parlamento, lo que ha provocado un gran debate y nos ha valido medidas disciplinarias como la expulsión de Franco Turigliatto del PRCpero ha provocado también una discusión y una gran clarificación en el seno del PRC.

 

Sólo una Izquierda alternativa toma como punto de partida las luchas y los movimientos sociales y sobre esa base pretende reconstruir un proyecto de recomposición social, y en consecuencia, de recomposición política. En lo inmediato, hablar de la izquierda alternativa significa construir “ la oposición social” al gobierno de Prodi. La decisión de conceder en el Senado una “ confianza técnica” a ese gobierno (mientras que en la Cámara no la hemos votado) no significa de forma alguna un retroceso sino una acentuación de esta actitud. La Italia de izquierdas vive actualmente en una paranoia de la vuelta de la derecha y de la revancha de Berlusconi: una fuerza de izquierdas consecuente no puede convertirse en el pararrayos de esta situación y puede, sin hacer cálculos, elegir el gobierno al que oponerse. Es esta línea la que nos ha guiado cuando hemos anunciado el “ apoyo externo” , indicando claramente que el gobierno será juzgado sobre cada medida y sobre cada acto que haga. Comenzando por el voto contra la financiación de la “ misión” militar en Afganistán, que hemos expresado el 27 de marzo, cuando en el Senado Franco Turigliatto fue el único en la izquierda que rechazó el apoyo al proyecto militar. Debemos pues enfrentarnos hoy de forma constructiva a una nueva fase, comenzando por la consolidación de la Asociación Izquierda Crítica en tan to que instrumento para emprender un nuevo proceso de recomposición y para reconstruir en este marco una izquierda anticapitalista, alternativa a la izquierda existente.

 

El fin del ciclo de Rifondazione

 

Todo esto abre evidentemente un enorme problema en el seno de Rifondazione Comunista, que se dispone a cambiar su propia perspectiva política. Pensamos que el ciclo de Rifondazione se acaba y que ese partido ha agotado su recorrido. La decisión de depender de las opciones del gobierno, de votar la guerra, de recurrir al antiguo método de las expulsiones y las depuraciones (y también al linchamiento político y moral), la de emprender al mismo tiempo la constitución de un nuevo sujeto político, del que la fundación de la Izquierda europea no constituye más que la primera etapa, son las características que indican el fin de ese ciclo. Se ha abierto así una nueva fase. Ciertamente, Rifondazione no ha sido el sujeto revolucionario que queremos construir. Fue más bien un proceso de resistencia social y política capaz de hacer decantar una fase nueva. Es lo que se produjo en parte. Pero sólo en parte.

 

El Partido de la Refundación Comunista puede reivindicarse de un mérito histórico. El de haber mantenido una perspectiva comunista en una fase caracterizada por la depresión y los abandonos por parte de las viejas vanguardias del movimiento obrero. Pero no ha logrado revertir la tendencia, y ello incluso comprometiéndose de forma importante en el movimiento contra la globalización capitalista. No ha logrado tampoco realizar un salto cualitativo en el enraizamiento social que le habría permitido convertirse en el sujeto de las victorias sociales, aunque fueran parciales, para encarnar una contratendencia, un símbolo del posible cambio de las correlaciones de fuerzas sociales. Este límite es bien visible en su ausencia de influencia sindical. Rifondazione no sale reforzada de este período de resistencia, como así lo demuestra el nivel de su actividad militante, su capacidad de movilización, el estado de sus asambleas de base, la difusión de su periódico, etc.

 

El proyecto de la Refundación Comunista ha sufrido una derrota también a causa de su fragilidad y porque los diferentes grupos dirigentes de este partido desde Magri /12 hasta Cossutta, sin olvidar a Bertinottino han sido nunca capaces de romper con su anclaje reformista. En el curso de estos quince años, la dirección del partido ha buscado su inspiración en las concepciones del ala izquierda, “ ingraiana” /13 del viejo Partido Comunista italiano. Incluso la idea de una política “ movimentista” ligada a los sindicatos y a las asociaciones importantes con vistas a desarrollar las luchas sociales era comprendida por la mayoría de la dirección del PRC como ligada a la perspectiva de un gobierno reformista integrado en el estado capitalista. Su concepción de la unidad de la izquierda era también concebida en el marco de esta perspectiva estratégica. Con el gobierno Prodi, esta hipótesis ha vuelto con fuerza y constituye ahora el fundamento del proyecto del nuevo partido de izquierda, a pesar de la negativa de Prodi a toda reforma progresista...

 

El PRC no parece ser capaz, si no se supera a sí mismo, de proponer una nueva fase. A los ojos de la mayoría del partido, es justamente esta superación la que debe permitir su principal proyecto, es decir la Izquierda europea que no es más que una etapa hacia el nuevo Partido de la izquierda. Este proyecto está presentado como la prosecución del espíritu de la refundación. Pero esta nueva etapa ha dejado de ser anticapitalista de forma consecuente y no es ya una alternativa respecto a la izquierda liberal. La lógica del gobierno el verdadero obstáculo en esta fase a la construcción de una izquierda de clase ha introducido una serie de compromisos que constituyen una ruptura con la tradición y la historia del PRC.

 

La Izquierda crítica por una izquierda alternativa

 

Si Rifondazione ha concluido su ciclo y si ha, sustancialmente, fracasado en su objetivo de recomponer una izquierda de clase y anticapitalista, sacamos de ello hoy, la conclusión de que este objetivo debe ser buscado siguiendo nuevos caminos.

 

Se trata de un objetivo muy difícil de alcanzar, y se ha hecho aún más arduo debido al fracaso de la refundación que acabamos de conocer. A propósito de esto, no hay que hacerse ilusiones: una derrota de la izquierda produce nuevas desmoralizaciones y retrocesos en particular en ausencia de una alternativa clara. Ser capaz de mantener una perspectiva de construcción de una izquierda anticapitalista es, sin embargo, indispensable si queremos conservar referencias y prácticas que ofrezcan al anticapitalismo consecuente su punto de apoyo.

 

Las formas que tomará esta nueva fase no son previsibles. Probablemente, no seguirán los caminos tradicionales a los que la izquierda está habituada. En lo que nos concierne, pensamos que la reorganización debe, en primer lugar, producirse sobre las consignas centrales y sobre los contenidos, antes de dotarse de formas organizativas.

 

Lo que es seguro, es que no entraremos en una fuerza neosocialdemócrata y que mantendremos viva la opción de una izquierda anticapitalista, ecologista, feminista, internacionalista. Éste es el eje del trabajo de construcción que nos damos.

 

Construyendo el movimiento y las luchas sociales, acumulando experiencias, hacia una vanguardia en positivo, alrededor de un proyecto compartido. Es por esta razón por la que hemos tomado la decisión de fundar la nueva asociación Izquierda crítica que en su primera coordinadora se ha convertido en “ La Izquierda crítica, una asociación para la Izquierda alternativa” . Izquierda crítica ha sido una corriente anticapitalista nacida en la batalla del último congreso del PRC. Su construcción como sujeto político constituye hoy nuestra prioridad, pero aspiramos a poder realizar un proyecto de una izquierda más amplia, que no existe aún y que será una verdadera alternativa de clase frente al neoliberalismo.

 

Pues la constitución de un nuevo instrumento de iniciativa política de un “ sujeto político” como nos gusta decir en Italiano significa que el espacio de la izquierda anticapitalista se reduzca a ello. La dificultad de la fase social, los límites del movimiento, el estancamiento del conflicto entre las clases y la prosecución de la crisis del movimiento obrero, siguen imponiendo la necesidad de actuar en el terreno de la recomposición política. El hecho de que eso sea más difícil hoy que en el pasado no excluye que nuestro eje de trabajo sea aún la afirmación de una izquierda anticapitalista, amplia, plural, democrática, feminista, ecologista e internacionalista.

 

Centralidad de la recomposición social

 

Se trata de un proyecto que concierne a toda la izquierda en Europa, abandonado por la izquierda europea y por su estrategia de alianza orgánica con la socialdemocracia, sabiendo que la recomposición necesaria debe tener, más claramente que al comienzo de los años 1990, una marca anticapitalista y de clase muy clara. Inmediatamente después de la caída del muro de Berlín y la descomposición de la URSS dominaba la idea de que era preciso “ resistir” y reunir las vanguardias comunistas ligadas a una dimensión de clase y deseosas de emprender un proceso de clarificación política y programática. Esta fase se ha acabado.

 

Hoy, el proceso de recomposición puede servirse de ciertas experiencias importantes: la italiana, la brasileña y en otro terreno, los casos francés e inglés (vale la pena señalar que se trata de los cuatro países más comprometidos e influyentes en el movimiento altermundialista). La cuestión del gobierno en un país capitalista y/o imperialista aparece como decisiva: ¡subestimarla tras lo que ha ocurrido en Brasil y en Italia puede ser mortal! Es este debate el que deberá enfrentar la izquierda anticapitalista europea -que Rifondazione no ha abandonado por azar - teniendo hoy la ocasión de dar un salto cualitativo, no tanto en el terreno del debate sino sobre todo en el de la iniciativa política y social. Izquierda crítica está absolutamente dispuesta en ponerse a trabajar en ello.

 

Del fracaso del proyecto refundador emerge sin embargo la centralidad de un proceso de recomposición social renovada. Y la cuestión sindical es en este terreno la más abierta. Debemos tener una reflexión adecuada sobre este tema, pues sin un proyecto aunque sea parcial de enraizamiento y de recomposición social no habrá reconstrucción de una izquierda de clase. También es preciso proseguir la reflexión sobre el movimiento altermundialista, sobre la crisis particular que se manifiesta hoy entre la política organizada, a menudo compuesta de las clases políticas profesionales, y la sociedad, de forma que se pueda definir mejor lo que deberían ser unas vanguardias políticas y sociales. Se trata de un proceso de reflexión que hace necesario para la izquierda revolucionaria una nueva fase de “ aprendizaje social” para reconstruir el enraizamiento y la integración en estos procesos.

 

 

*Salvatore Cannavò, miembro del Comité Internacional de la IV Internacional, es uno de los animadores de la asociación Sinistra Critica en Italia.

 

NOTAS

 

1/ Fausto Bertinotti, que ha dejado la plaza de secretario del PRC y se ha convirtiendo en el presidente de la Cámara de los diputados, continúa dirigiendo el partido. Liberazione es el  periódico del Partido de la Refundación Comunista (PRC).

2/ La conferencia de organización del PRC, celebrada en Carrara entre el 29 de Marzo y el 1 de Abril del 2007, ha servido al grupo dirigente del partido para afirmarse en la construcción de un nuevo sujeto político, Izquierda Europea, como primera fase hacia el partido unitario de la Izquierda. Junto a la no participación al voto de la asociación Izquierda Crítica (6,5 % último congreso), la conferencia ha visto como el área política del Ernesto (26% último congreso) se ha dividido, entre el sector mayoritario Essere Comunisti que pasa a formar parte del grupo dirigente bertinottiano y una minoría agrupada en torno a la revista Ernesto que hace un llamamiento a recomponer la izquierda de alternativa.

3/ Franco Turigliatto, senador del grupo mixtoIzquierda Crítica, ha sido expulsado del PRC tras haber rechazado votar en el senado a favor de la guerra llevada a cabo en Afganistán y a favor de la nueva base militar estadounidense en Vicenza. En solidaridad con él, Salvatore Cannavò ha anunciado su autosuspensión de la dirección del partido.

4/ Los obreros de FIAT pitaron a los dirigentes de las tres confederaciones sindicales la CGIL, la CISL y la UILdespués de que estas centrales sindicales hubieran firmado un acuerdo con el gobierno sobre la reforma de las pensiones y tras el apoyo de las tres confederaciones a la ley de presupuestos.

5/ Alusión a los primeros foros sociales mundiales y a la gran manifestación internacional contra el G8 en Génova en julio de 2001, manifestación en la que los militantes del PRC jugaron un papel dirigente.

6/ Se ha convertido en una verdadera obsesión de la izquierda “ oficial” italiana, confirmada por la respuesta dada por Bertinotti a los estudiantes que le contestaron en la universidad de Roma: “ quien se pone al margen del compromiso, se pone al margen de la política” .

7/ Fabio Mussi es Ministro de Universidad e Investigación desde mayo de 2006 y dirige la principal corriente de la izquierda de los DS. La corriente que encabeza, “ A la izquierda. Por el socialismo europeo” , ha obtenido el 15% de los votos en el último congreso de los DS. Han constituido grupo parlamentario propio, Izquierda Democrática, proyecto destinado a confluir en el partido de la izquierda en oposición a la constitución del Partido Demócrata. La otra corriente que ha anunciado su salida de los DS, es la encabezada por Gabino Angius, “ Por un partido nuevo. Democrático y socialista” , que ha obtenido el 9% de los votos en el último congreso.

8/ Oliviero Diliberto es actualmente secretario del Partido de los Comunistas italianos (PdCI), un partido fundado por Armando Cossutta después de que este último abandonara el PRC en octubre de 1998, cuando la dirección del PRC (con el apoyo de los compañeros que fundarán bastante más tarde la Izquierda crítica) decidió retirar su apoyo al primer gobierno Prodi, haciéndole así caer. En el reciente congreso de Rimini celebrado entre el 27 y el 29 de Abril del 2007, el PdCI hace un llamamiento expreso a la constitución del partido de la izquierda.

9/ Enrico Boselli es presidente y dirigente nacional del pequeño partido socialista, los Socialistas Demócratas italianos (SDI). Fue miembro del grupo socialista en el Parlamento europeo en 19992004.

10/ Los maximalistas fueron una corriente del socialismo italiano fundada en 1919 por Giacinto Menotti Serrati. Defendía verbalmente los objetivos anticapitalistas y revolucionarios del socialismo, pero en los hechos llevaba a cabo una política reformista que privilegiaba la actividad parlamentaria.

11/ Alusión a los eslóganes del movimiento pacifista, particularmente masivo en Italia, exigiendo la retirada incondicional es decir sin “ si” y sin “ pero” de las tropas italianas de Irak y de Afganistán.

12/ Lucio Magri, periodista y hombre político italiano, colaborador del periódico IL Manifesto, formó parte del PRC de 1991 a 1995, cuando lo abandonó para fundar el Movimiento de los comunistas unitarios.

13/ Del nombre de Pietro Ingrao, que fue tras la segunda guerra mundial la indiscutible referencia de la corriente “ marxistaleninista” en el seno del PCI, y luego el dirigente de su ala izquierda oficial. Tras haber pasado del PCI al PDS en 1991 siguiendo la mayoría, acabó por adherirse al PRC en 2004.

 

 

Traducción: Alberto Nadal

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