Anticapitalismo y unidad de las izquierdas

Sábado 3 de enero de 2009

Pepe Gutiérrez-Álvarez/www.kaosenlared.net

El asunto de la unidad es no un asunto más. Se trata de una de las claves de la historia social, un factor determinante en las derrotas que, por lo general, han resultado propiciadas por la división…en tanto que las victorias fueron posibles porque han agrupado grandes mayorías. Esto resulta bastante ostensible en el caso del movimiento obrero del Estado Español, cuando la CNT y la UGT coincidieron (huelga general de 1917, “Comuna “ de Asturias de 1934), que mostraron todo lo que era posible…La división fue un factor igualmente determinante en los años sesenta, en especial en lo referente a la izquierda de la izquierda, dividida hasta la locura, algo que tiene su explicación en la propia crisis de las izquierdas como en la acentuación de las complejidad de las luchas. Sobre este podíamos extendernos muchísimo, de hecho se trata de unos problemas obvios de todo estudio social.

De alguna manera, estas referencias vienen a demostrar que, lamentablemente, la unidad no es algo que tenga solución fácil. Es más, habría que empezar diciendo que la unidad es una virtud según y cómo. En nombre del “frente único” se puede llegar a dar carta blanca a políticas de derechas, y eso es lo que hemos estado viendo en Francia y en Italia con el asunto de la izquierda plural, y con el pretexto de la “unidad” de las izquierdas, los neosocialistas nos metieron todos los goles que quisieron. Uno de los problemas de fondo que ha tenido la izquierda radical en los países vecinos (y me extiendo a Portugal), es la dejar atrapar por aquello que mejor la izquierda que la derecha…No se puede apoyar a ninguna izquierda que practique una política de derechas, al menos no más que un voto puntual y acondicionado para frenar tal o cual iniciativa de la derecha-derecha. Sobre este punto, existen diferencias capitales con el “aparato” de IU que funciona según los criterios del “programa mínimo”, se hace lo que se puede, y se busca reforzar apoyos…en las instituciones. Donde terminan aceptando la lógica del sistema que –no hay duda-, se las sabe todas.

Hay pues mucha tela que cortar, pero ya que se ha lanzado algunas piedras sobre el asunto de los “trotskistas”, quizás valga la pena aclarar algunas cosas, comenzando con una que vale en general. Izquierda Anticapitalista trabaja donde puede, y con todo el mundo que en los hechos, hace aportaciones. Nuestra misión militante es obvia, ayudar a avanzar a los movimientos, y trabajar en ello con todo el mundo que luche. Hay gente magnífica en todas partes. No es cierto que se menosprecie a la gente luchadora de cualquier formación, y menos del PCE. Los que tenemos o podemos tener nietos hemos conocido comunistas como Miguel Núñez o López Raimundo, a los que hemos tratado con el máximo respeto, no faltaba más. Lo mismo ocurre con los camaradas que se reclaman de nuestra misma tradición, palabra que nosotros utilizamos en el sentido más amplio posible, o sea abierto hacia el anarquismo y hacia el socialismo de izquierda en general, sobre todo sí existe buen rollo…Hay algo fundamental cuando se trabaja en los movimientos, y en mi opinión es lo siguiente:

-rechazar todas las tendencias que buscan ante todo el hegemonismo, una verdadera plaga en los sesenta-setenta, y no solamente como algo inherente a la tradición estaliniana, también se daba desde diversos variantes, incluyendo los que en nombre de lucha contra el sectarismo consideraban legitimo proceder a su separación…Es en este terreno donde hay que dar una batalla muy importante. En los tiempos mencionados este virus hico verdadero estragos, sobre todo cuando se hacía ya desde posiciones de intereses burocráticos…

Pero a lo que íbamos, ”no nos ponemos de acuerdo ni con nuestros primos”, decía alguien. Pues no, y la verdad es que es un asunto bastante amargo, pero la “travesía del desierto” ha convertido la corriente en una serie de tribus, ante las cuales, a mí  (aparte claro está, de lo de trabajar conjuntamente en movimientos y entidades) me sirven los siguientes criterios:

----1) no tengo el menor interés en un debate sobre legitimidades, y menos con carácter tan retroactivo como al que nos quiere arrastrar quien firma (¿) “espartaquista”…No tengo ningún interés en un debate sobre el “verdadero trotskismo”, y menos sobre quien tuvo razón en tal o cual fecha. Al menos que se trate pues eso, de un debate histórico, claro está, respetuoso…Lo que me importan son las respuestas a la situación actual, y no la procedencia del discurso.

---2) a pesar de que todo lo que se ha llegado a decir sobre la tradición representada por la mayoría de la Cuarta Internacional o SU (Secretariado Unificado), denostada y mandada a los infiernos por todas y cada una de las fracciones separadas (en situaciones muy duras), a la que se le ha atribuido todo tipo de “traiciones”, lo cierto, lo único cierto es que sigue estando fuera del sistema, que no ha pactado con el capital ni tan siquiera a través de la socialdemocracia, y que se ha ganado un puesto y un respeto en los tiempos de la “nueva izquierda” como entre la izquierda que podemos llamar “altermundialista”…

---3) que esta corriente ha sido invariablemente la mayoritaria, al menos desde la unificación

---4) que con todos lo peros que se quieran, ha sido una tradición (y los ejemplos de la LCR o de EA me valen), que ha mantenido una constancia democrática interna que no he visto en otros andurriales, incluyendo los derechos de fracción, y que por lo tanto, nadie ha sido excluido por defender tal o cual diferencia

Ninguno de estos grupos ha adquirido una mínima importancia más allá del buen trabajo que hayan podido realizar sus militantes en tal o cual movimiento o sindicato, y pienso (después de no pocas experiencias), que en su mayor parte han desarrollado una inclinación al sectarismo que les impide trabajar en una plataforma amplia sin el reflejo “hegemonista”…

El mismo hecho de que los requerimientos de unidad carezcan de protagonistas sociales, y que el “clamor” se limite a poco más que a objeciones como las expresadas en el “blog” de Kaos, demuestra que no existen actualmente condiciones para plantearse una discusión a mayor nivel…

Se dice claramente en los papeles de IA:

“Constatamos que actualmente no hay corrientes políticas a nivel estatal con las cuales tengamos las suficientes confianzas y acuerdos para avanzar en un deseable proyecto unitario en el Estado español que sólo podría ser posible como resultado de una práctica previa en común, que de momento sólo se ha dado bajo plataformas, campañas o coordinadoras para eventos o luchas concretas…

El proceso de consolidación de una red de interacción y confianzas suficientemente fuerte debe ser prioridad para construir una alternativa política de este tipo…

Avanzar en alternativas unitarias a escala estatal en frío entre distintas organizaciones y corrientes sería un paso en falso contraproducente…

Pueden haber, sin embargo, situaciones nacionales o regionales específicas y particulares que si lo permitan.

En el terreno de la izquierda social no parece que el número de activistas interesados en impulsar una iniciativa política de estas características y en comprometerse en impulsar un nuevo proyecto anticapitalista sea de entrada suficiente para poder pensar en proyecto unitario “por abajo” con garantías…

Sin embargo esto no debe ser obstáculo para invitar al máximo numero de activistas, sindicalistas, intelectuales, pequeños colectivos,..., a participar en la iniciativa y para seguir discutiendo con ellos sobre cómo avanzar en la construcción de un nuevo proyecto anticapitalista unitario.

Tendremos que buscar las fórmulas más adecuadas (a través de comités u otros mecanismos a concretar) con el fin de asegurar que aquellos/as activistas que quieran implicarse en el proyecto en las distintas fases del mismo puedan hacerlo….

Buscaremos siempre una discusión franca y honesta con ellos/as, presidida por el respeto, la transparencia y la ausencia de cualquier pretensión instrumentalizadora o utilitarista…

De esta forma, aún reconociendo las dificultades de esta tarea, les ofreceremos la posibilidad de dar con nosotros y nosotras un paso adelante para la colaboración en la construcción de un referente anticapitalista en el estado español…

Una vez finalizado el proceso de recogida de firmas realizaremos una convención política abierta a todos estos sectores independientes y a las y los activistas no organizados que hayan participado, o quieran participar, en el proyecto.

Entre muchos activistas sociales, y entre los sectores populares, sigue prevaleciendo una actitud escéptica respecto a la posibilidad de articular una alternativa anticapitalista en el terreno político, aunque la necesidad de la misma progresivamente se va haciendo más evidente…”

Se puede decir que, de momento, la propuesta ha demostrado su capacidad con una recogida de firmas que resuelta sintomática del grado de diálogo y de influencia social alcanzado…Se trata de una respuesta que supera lo que podíamos creer los más optimistas (entre los que no me cito)…Por lo demás, se trata de una apuesta de una corriente, con nuestras propias razones, y con nuestros propios riesgos. El tiempo dirá si estábamos en lo cierto o no.

Para mí se trata de dar un salto cualitativo, de abrir mayores expectativas, se pasar del grupo reducido al grupo amplio, de conectar con los sectores más avanzados de las nuevas generaciones. Con muchachos y muchachas que al organizarse pasan de saber las cuatros reglas al álgebra revolucionario.

Estas son palabras que he escuchado en uno de ellos.

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