Contrapoder anticapitalista

Martes 13 de enero de 2009

Àlex Romaguera / El Triangle

La izquierda anticapitalista inicia un proceso de confluencia en el Estado español con el objetivo de presentar una candidatura a las próximas elecciones europeas, previstas para junio de 2009. Impulsada per Revolta Global y otras organizaciones de carácter marxista, la iniciativa ya ha recibido la adhesión de unos 800 intelectuales y activistas vinculados a los movimientos sociales alternativos.

Cada día son más las voces críticas con el actual sistema de partidos y con el viraje de la izquierda oficial hacia posturas conservadoras con relación al modelo socioeconómico ya las libertades colectivas. Una tendència que ha dejado huérfanos a los sectores próximos al movimiento altermundista y a un grupo de organizaciones políticas que, bajo siglas y paraguas diversos, están estrechamente vinculados.

Ante la proximidad de los comicios europeos y en un contexto presidido por las protestas contra los efectos de la recesión económica, este espacio medita la conveniencia de intervenir en el terreno electoral con una marca propia. Así lo acordaron Revolta Global e Izquierda Anticapitalista en una reunión celebrada los pasados 22 y 23 de noviembre en Madrid, durante la cual manifestaron la necesidad de articular una alternativa anticapitalista amplia y tomar la iniciativa política en la coyuntura actual. Según concluyeron, la opción pasa por una lista electoral en junio próximo, para la cual es necesaria la complicidad de otros colectivos y gente independiente capaz de incidir en su ámbito social, ya que, de entrada , y según lo que establece la ley, se necesitan 15.000 firmas para presentar una candidatura a las europeas

Por un cambio radical

A través del manifiesto "Cambiar el mundo de base es hoy más necesario que nunca", Revolta Global expresa la evidencia de que «el capitalismo global ha generado unas fuerzas destructivas que, en su afán por acumular riqueza, provocan una mayor desigualdad y amenazan la supervivencia del conjunto de la humanidad y del planeta», para a continuación constatar que la respuesta del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, lejos de resolver la crisis propiciada por el sistema, sólo profundizará la precarización de nuestras vidas a base de «medidas fiscales represivas, privatizaciones, despidos y obras públicas insostenibles».

Según Revolta Global, representante en Cataluña de este nuevo espacio contrahegemónico, es urgente organizar la resistencia y reforzar las luchas sociales; «pero aún y así, no es suficiente: es necesario una alternativa política anticapitalista leal a estas luchas y movimientos de base que nunca acepte participar en la gestión del sistema y que, además de saber escuchar y aprender, ha de merecer la máxima confianza de los electores ». En este reto, Revolta Global y Espacio Alternativo trabajan actualmente para confluir con otras organizaciones de la izquierda combativa y con personas de ámbitos diversos relacionados con las luchas sociales con vistas a impulsar una candidatura que, según sus promotores, estaría enmarcada en el nuevo bloque anticapitalista europeo encabezado por el Nuevo Partido Anticapitalista (NPA), impulsado en Francia por la LCR de Olivier Besancenot y en la que también habría personalidades de renombre, como el realizador inglés Ken Loach.

Hasta el día de hoy, y en espera de llegar a las 15.000 firmas necesarias, la lista de la futura candidatura en el Estado español ya cuenta con el apoyo de destacadas personalidades del mundo de la cultura, de artistas y de intelectuales críticos, como la escritora Rosa Regàs, el actor Jordi Dauder, los profesores Carlos Taibo, Xavier Giró y Ramón Fernández Duran, el catedrático de ciencia política Pedro Ibarra, el sindicalista de TMB Josep Garganté, el dibujante Carlos Azagra, el cantante Fermin Muguruza o el director de Le Monde Diplomatique, Ignacio Romanet. Un abanico de sensibilidades que confluyen para acompañar la apuesta más ambiciosa de la izquierda anticapitalista contra la hegemonía neoliberal.

El efecto Besancenot

La cristalización de un polo político en la llamada izquierda radical no es fruto de la casualidad. Sobre todo se explica por la irrupción de un grupo de fenómenos que han confluido los últimos años, algunos de los cuales, de carácter exógeno, como la crisis económica y ecológica generada por los estados capitalistas y sus organismos multilaterales, pero también otros auspiciados en el seno de la misma izquierda anticapitalista, como la recomposición en Italia, Alemania y el Estado francés de estos espacios contrahegemónicos hasta hace poco diseminados. En particular, la fuerza social que ha arrastrado la renovada Liga Comunista Revolucionaria (LCR) del carismático Olivier Besancenot. Un joven cartero que, tras participar en el Foro Social de Porto Alegre en los años 2001 y 2002, adquirió un notable punch mediático durante los comicios presidenciales de 2002. El año pasado, Besancenot obtuvo un millón y medio de votos a partir de un lema, "Nuestras vidas valen más que sus beneficios», sustentado en la defensa de la redistribución de la riqueza o el impuesto sobre el capital especulativo.

 

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