Algo se mueve a la izquierda de IU

Al igual que ocurre con el Partido Anticapitalista del francés Oiivier Besancenot, nuestro compromiso es el de no participar en las instituciones si no podemos aplicar nuestro programa. No cogobernaremos en ninguna institución apoyando al Partido Socialista ni a la socialdemocracia", aseguraba el dirigente de Izquierda Anticapitalista (lA) Raúl Camargo, durante un debate en Madrid con miembros del Consejo Político Federal de Izquierda Unida, el pasado 6 de mayo.

Por parte de lU le replicaba Enrique de Santiago, que defendía la necesidad de los trabajadores de "acumular fuerzas", en lugar de disgregarlas en un momento tan delicado como el que atravesamos, y con una izquierda desarmada -"vencida", llegó a aseverar el también dirigente de lU Manuel Monereo en el transcurso del mismo acto público-. Si algo quedaba claro en este debate era la decisión de tomar distancias y de presentarse como un proyecto político nítidamente diferenciado por parte de los responsables de Izquierda Anticapitalista. Buena parte del tiempo de sus intervenciones era empleado en hacer recordatorio de todos los errores y aproximaciones de lU en el pasado al ideario socialdemócrata.

Por su parte, los representantes de la coalición recordaban a sus interlocutores que esa política estaba ya derrotada desde la última Asamblea Federal, y que ellos (Enrique de Santiago y Manuel Monereo) habían estado siempre en las posiciones que se oponían a la estrategia del ex coordinador general, Gaspar Llamazares. En un momento dado, incluso Enrique de Santiago interpelaba a Raúl Camargo, refrescándole la memoria acerca de sus plenas coincidencias políticas -por supuesto, contrarias a las tesis de Llamazares- en el largo tiempo en el que ambos coincidieron militando en el seno de Izquierda Unida.

Pero los portavoces de Izquierda Anticapitalista tienen claro que eso es un capítulo olvidado. Su pretensión es la de construir un proyecto diferenciado, como su propio nombre indica, abiertamente anticapitalista, y con posiciones más radicalizadas, enfocadas más a la acción política, al trabajode calle y de convicción hacia la clase trabajadora, y mucho menos enfocado a la política institucional. Prácticamente el mismo exitoso modelo del Partido Anticapitalista francés, liderado por el ex trotskista Olivier Besancenot. De hecho, la corriente Espacio Alternativo de lU, de la que mayoritariamente proviene la militancia del actual lA, también tenía el liderazgo de un trostkista, Jaime Pastor.

El propio Besancenot expresaba su apoyo a esta nueva formación con su presencia en un acto público convocado en Madrid el pasado 9 de mayo. Tras una intensa campaña. Izquierda Anticapitalista conseguía superar con mucho las 15.000 firmas exigidas por la ley para avalar la presentación de su candidatura a las elecciones al Parlamento Europeo del próximo 7 de junio, culminando el proceso de presentación en sociedad de un partido que nacía a finales de noviembre del año pasado, cuando la corriente de lU Espacio Alternativo decidía dar este paso decisivo.

La nueva organización recibía el apoyo de profesores universitarios, como el politólogo Carlos Taibo o el filósofo Carlos Fernández Liria, y de personalidades del mundo de la cultura, como los escritores Manuel Rivas y Rosa Regás; los actores Jordi Dauder y Agustín Jiménez; o periodistas, como el tristemente recién fallecido Javier Ortiz, Ignacio Ramonet o José Vidal Beneyto. El primer manifiesto en apoyo del nacimiento de este grupo político llevaba la firma de más de 800 profesionales e intelectuales. Tras el fracaso definitivo de las conversaciones con Izquierda Unida para participar de una lista unitaria, lA presentaba oficialmente su propia candidatura a los comicios europeos el pasado 29 de abril. Su cabeza de lista es Esther Vivas, una joven activista del movimiento antiglobalización.

Toda una prueba de esa intención declarada de contar con una militancia joven y que desdeña la profesionalización de la política. La candidata aseguraba que su formación surge "ante la necesidad de dar una respuesta política a la crisis que están padeciendo los sectores populares, con cuatro millones de parados. Este contexto de crisis plantea la necesidad urgente de cambiar el mundo de raíz y, frente a la lógica capitalista de la privatización y del lucro, es necesario anteponer Jaime Pastor lideraba Espacio Alternativo en lU, germen de lA. Otra lógica: la de los bienes comunes, la solidaridad para avanzar hacia ese otro mundo posible que preconizan los movimientos sociales y para lo cual es fundamental la movilización en la calle". El filósofo Carlos Fernández Liria, autor del texto ’Manual de Educación para la Ciudadanía’, que será empleado en las clases de esta asignatura en Enseñanza Media, firmante del manifiesto, e integrado en la can- A rebufo del éxito en Francia, numerosas organizaciones han constituido la red de la Izquierda Anticanitalista Europea didatura, aseguraba en ese acto de presentación que "no se trata de refundir el capitalismo. Se trata de combatirlo. Todas las recetas que nos han dado el capitalismo han fracasado y es hora de levantar propuestas anticapitalistas. Soy independiente y he aceptado participar en las listas de lA porque siempre he encontrado a sus militantes en las movilizaciones estudiantiles contra Bolonia, en los barrios, en las organizaciones sociales y en el apoyo activo a los trabajadores despedidos y a los inmigrantes que tienen orden de expulsión. Estoy orgulloso de participar en una lista que es solidaria, joven y combativa".

Izquierda Anticapitalista no está sola. A rebufo del éxito de esta iniciativa en Francia, numerosas organizaciones y partidos de toda Europa han constituido la red de la Izquierda Anticapitalista Europea, en la que, además del Partido Anticapitalista galo e lA en España, también están integrados el Socialist Party y el SocialistWorkers Party británicos, la Liga Comunista Revolucionaria de Bélgica, el Internationale Sozialistische Linke alemán, la Coalición Radical de Izquierda de Grecia,; de Polonia, el Poiska Partía Pracy; el Bloco de Esquerda portugués, el Scottish Socialist Párty, o el Socialistiska Rartiet sueco. En su manifiesto conjunto aseguran que "es necesario romper con el capitalismo y su lógica. En este sentido, la Izquierda Anticapitalista Europea pone estos objetivos en la perspectiva de la lucha por el socialismo del siglo XXI, y se compromete a recomenzar el debate sobre las cuestiones de una nueva distribución de la riqueza, de la propiedad y de la democracia. Sobre esta base, y en el marco de las decisiones de cada organización, los abajo firmantes intervendrán en las semanas próximas en la campaña electoral por el Parlamento Europeo".

IA considera que para hacer frente a la crisis económica actual son necesarias alternativas anticapitalistas, antirracistas, antiimperialistas, feministas, ecologistas y socialistas, desde una perspectiva radical. Hacen propio el eslogan altergiobalizador de que ’otro mundo es posible’, y avisan de que no debemos dejarnos engañar por las falsas soluciones que desde el G-20 se pretenden poner en marcha. Como aseguraba Raúl Camargo en el debate del 6 de mayo, su formación quiere dejar claro que existen diferencias entre los dos tipos de izquierda transformadora que se sitúan a la izquierda del Partido Socialista. Quizá durante la campaña electoral reciban más apoyos, y también más críticas que les imputen que la división debilita. Por lo pronto, han recibido el respaldo del sindicato CGT en algunos de sus actos de precampaña.

Izquierda Anticapitalista (lA), una escisión de lU, concurre a las europeas

ALGO SE MUEVE A lA IZQUIERDA DE lU

Construido fundamentalmente al calor del antiguo Espacio Alternativo -formación integrada en lU hasta hace algunos meses-, el partido Izquierda Anticapitalista (lA) ha decidido dar el salto a la arena política y se estrena presentando su candidatura para las próximas elecciones al Parlamento Europeo. Los intentos de la coalición liderada por Cayo Lara para configurar un lista conjunta han sido rechazados por la nueva organización, que se esmera en marcar distancias con su antigua ’casa madre’, a la que acusa de ’colaboracionismo’ con el PSOE y de haber perdido las señas de identidad de la izquierda transformadora.