Comunicado de Izquierda Anticapitalista
La profunda crisis
capitalista que padecemos ha sido enfrentada por el gobierno y la patronal con
nuevas agresiones a los derechos y salarios de la clase trabajadora. Por eso,
hoy más que nunca, afirmamos alto y claro: ¡la crisis no la han
generado los y las trabajadoras!
En todo este tiempo
de recesión el gobierno ha empleado ingentes recursos para salvar al sistema
financiero, subvencionar –sin condición alguna- a industrias insostenibles como
la de la automoción, facilitar instrumentos desfiscalizados de inversión
(SOCIMI) a la construcción, o ha dilapidado recursos en planes de inversión
local sin orientación razonada. Los principales actores desencadenantes de la
crisis son los que reciben todo el apoyo del gobierno, mientras que la tasa de
paro asciende a casi el 19% -son más de 4.300.000 los y las desempleadas-
mientras que el conjunto de la clase está atemorizada por su futuro social y
laboral. Así las cosas, el déficit fiscal, tras este rescate
del Estado del sector empresarial privado, se ha disparado hasta cerca del 10%
del PIB, cuando hace pocos años estábamos en superávit.¡Y ahora quieren que lo
paguemos los y las trabajadoras!
El modelo laboral
está basado de forma creciente en el trabajo precario, la moderación salarial
es excesiva, los derechos no han dejado de recortarse. Desde esta realidad
resultan ridículas las explicaciones de las patronales y los políticos
neoliberales o socialiberales que señalan como causantes de la crisis la
regulación del mercado de trabajo, los salarios o las pensiones. ¿Por qué no se
pone en cuestión la política económica que pone al Estado al servicio de la
ganancia privada, la irresponsabilidad, la explotación y el abuso de las
grandes empresas? Empresas y empresarios que, además, practican el fraude fiscal
laboral generalizados.
El gobierno se ve
desenmascarado. La salida a la crisis la quiere hacer soportar sobre la espalda
de los y las trabajadoras: bonificación a la contratación juvenil –que no
creará empleo, pues este medida sólo modifica el lugar en la cola del paro de
un colectivo frente a otro, y que sólo abarata costes a las empresas- y, lo que
es más grave, una gran agresión modificando el sistema de pensiones.
Principales
Propuesta de Reforma del Gobierno sobre pensiones:
Ampliación edad legal de jubilación de 67 años. Gradualmente, entre 2013 y 2025. Supondrá tener más tarde y durante menos tiempo un derecho fundamental.
Ampliación periodo de cómputo medio de las bases reguladoras para el cálculo de la pensión, posiblemente de
Modificación de la regulación de Expedientes de Regulación de Empleo para dificultar las prejubilaciones.
Integración regímenes de la seguridad social. Esto no es una medida nueva, ya estuvo pactada en el 2006 y
no se ha cumplido aún.
Medida innecesaria. El sistema
de Seguridad Social goza de buena salud financiera. En palabras de
Corbacho “El Fondo de Reserva cuenta con 60.000 millones de euros y se
acaba de cerrar un ejercicio presupuestario con un superávit de más de
8.000 millones”.
¿Y los
sindicatos qué?
Resulta ingenuo
reclamar un simple “cambio de cultura empresarial” o seguir la letanía de queja
moral rogando que no seamos “los únicos paganos de la crisis”. La actual crisis
no apareció por unas malas prácticas empresariales y bancarias, sino que es
producto de una relación estructural que aboca a orientar al capital a la
ganancia y a la explotación del trabajo y la naturaleza. Por eso hay que
levantar la bandera: “nuestras vidas valen más que sus beneficios”.
Sólo un control social democrático y público del excedente y de la producción
puede acabar con una asignación injusta e ineficiente de los recursos.
Entre sus propuestas
prácticas no se va más allá de exigir mejoras pírricas de la protección social,
el reparto del paro –“modelo alemán” para compatibilizar reducción de jornada,
reducción de salario y prestación de desempleo- y una moderación salarial
incomprensible –cláusulas de revisión salarial a tres años-. Su tímido e
inmaduro giro keynesiano confía en un capitalismo de rostro humano, que nunca
llega ni puede existir. El ansia y mitificación de un pacto social armónico con
un enemigo de clase provocador y depredador con el que no caben puntos de
encuentro, no puede albergar más esperanza que el retroceso en nuestras
condiciones de vida y trabajo.
Es fundamental la
movilización sindical y la acción política, sin confiar ni en un Pacto de
Toledo atrapado por una orientación neoliberal ni mucho menos en trámites en un
parlamento de derechas, con un sistema antidemocrático de representación
política. Sólo la lucha paga.
Nuestras
propuestas: Alternativas favorables para las y los trabajadores
Transformar la política económica
para dar más énfasis a la inversión pública sostenible, productiva y generadora
de empleo orientada a satisfacer necesidades sociales y medioambientales.
Regulación del sistema financiero, orientación del excedente empresarial hacia
inversión socialmente útil, y socialización del crédito en manos públicas y
bajo control social.
Modificar las prioridades del
presupuesto público para aumentar las aportaciones al sistema público de
pensiones, durante el período que se requiera.
Reducir las ingentes subvenciones
al capital dentro del capítulo de gasto público (subvenciones a las empresas,
bonificaciones y subvenciones a la contratación).
Modificar el régimen fiscal. En general, complementar cualquier futuro déficit con impuestos progresivos y directos, y eliminar desgravaciones innecesarias, y pasar las desgravaciones en la base imponible a la cuota.
Impuesto de sociedades. Eliminación desgravaciones y deducciones. El sistema de módulos debe tender a la extinción.
Recuperación Impuesto Patrimonio: mayores tipos y progresividad.
Aumentar progresividad y capacidad recaudatoria, Impuesto de Sucesiones y Donaciones, con un mínimo exento por vivienda habitual.
Eliminación de desgravaciones fiscales en el IRPF, aumentar tipos a rentas más altas.
Aumentar las cuotas y progresividad de las cotizaciones a la seguridad social Sistema progresivo de cuotas en función de la renta.
Eliminación topes de cotización rentas salariales más altas.
Desarrollar políticas de reparto
del trabajo y el empleo, sin reducción salarial. Anticipar la edad de
jubilación como una fórmula encaminada a ello.
Nosotros decimos no
a este cambio del sistema de pensiones. El sistema es viable, no nos
dejemos engañar. Si se quiere reforzar su sostenibilidad, primero que se
planteen medidas de reparto de la riqueza y freno a la explotación; y que se
desarrolle un modelo económico al servicio de las necesidades sociales, de
carácter democrático, con mayor peso de lo público y bajo control social.
Para ello, consideramos que es necesario profundizar en la movilización social, política y sindical, denunciando estas agresiones, planteando alternativas, exigir al poder cambios y cuestionando al gobierno, la patronal y las políticas de derecha, las haga quienes las hagan. Es imprescindible preparar los contenidos y los objetivos para movilizar a la ciudadanía y al movimiento obrero mediante un reguero de resistencias y también de luchas a la ofensiva. Es necesario preparar una movilización general.
Hace falta ya una Huelga General
2 de Febrero del 2010