Entrevista a Saturnino Barbé, miembro de Ecologistas en Acción en Fraga, sobre la central térmica de Mequinenza

Miércoles 30 de junio de 2010

Redacción Izquierda Anticapitalista

¿Por qué no se debe construir la térmica?

Son muchas las razones por las que creo que no debe construirse la central térmica de Mequinenza, pero, resumiéndolas, son las siguientes. No se necesita, se prolongará artificialmente una industria agonizante, la del carbón, que vive de las subvenciones públicas, contaminará el aire en muchos kilómetros a la redonda (60 – 80 km aproximadamente) perjudicando la salud de la población y afectando a la vegetación y, por último, supone añadir más CO2  todavía a la atmósfera, agravando así el calentamiento global del clima que padecemos.

¿En qué nos favorecerá y en que nos perjudicará?

Aquí creo que el quid de la cuestión está en el “nos”. El primer y máximo beneficiado será la empresa que explotará la central térmica y que es, evidentemente, la dueña de las minas de carbón que alimentarán la central. La empresa, sus dueños, buscan el beneficio económico, que para eso montan el negocio. Luego se beneficiarán las personas, no muchas, que trabajarán en la central térmica y los mineros que seguirán con sus empleos. Sin embargo la actividad de la central nos perjudicará a todos con su contaminación, una contaminación capaz de matar personas y de enfermarnos a todos. Y en el aspecto económico perjudicará a los trabajadores del turismo de Mequinenza y a los agricultores en general, ya que la contaminación por óxidos de azufre y por ozono que provocará la central térmica perjudicará a las plantas, tanto las naturales como las cultivadas. En cualquier caso esto del empleo es un dilema clásico. Todas las agresiones al medio natural, desde la ampliación de una pista de esquí en un prado pirenaico hasta cualquier industria contaminante siempre se quieren justificar con el empleo que generan. Sin embargo nuestro planeta ya está hecho polvo y la salud de la Tierra requiere que limitemos nuestras actividades destructivas.

¿En qué zona se construirá?

En terrenos de la empresa, en las orillas del Ebro, a unos 5 ó 6 km al este de Mequinenza.

¿Por qué la construyen en esta zona y no en otra?

Pues la respuesta tiene su miga: la hacen en Mequinenza porque en otro sitio no admitirían una industria como esta. Es todo un síntoma que tengan que construirla “en casa”.

¿Se puede evitar de alguna manera su construcción?

Está difícil el asunto. El Gobierno de Aragón les ha dado los permisos necesarios y solo nos queda, en la práctica, la vía judicial. Y en ello estamos

¿Qué pasos habéis hecho para que no se construya la térmica?

Los miembros y asociaciones que estamos en la plataforma “Salvem lo Territori”, que agrupa a los opositores a la térmica, hemos presentado un montón de alegaciones al proyecto e intentamos concienciar a la sociedad sobre el problema que nos cae encima. Con esto llevamos ya unos 5 años de “pelea” desigual.

¿Afectará a los cultivos de la zona perjudicialmente?¿Y a nuestras vidas?

Indudablemente. Lo que sucede es que la gente no es consciente de lo que no ve. Si alguien tiene la desgracia de morir en un accidente de tráfico, por ejemplo, todos sabrán qué ha matado a esa persona. Sin embargo si la contaminación por partículas microscópicas, u hollín, que sueltan estas centrales provocan un infarto mortal, que lo hacen, la familia probablemente no sospechará las causa reales que han acabado con la vida de su familiar. Se ha determinado claramente por los epidemiólogos que en los ambientes contaminados hay más muertes y enfermedades, pero la gente no es consciente todavía del problema.

¿La gente de la comarca está sensibilizada sobre el tema?

La verdad es que la conciencia del problema es muy desigual. La conciencia del peligro es alta, por ejemplo, en la población de Almatret, que tendrán la térmica casi en sus narices, pero en otras poblaciones, como Fraga, se ve esto como más lejano y la gente no suele percatarse que la contaminación viaja lejos y que nos afectará directamente.

¿La gente puede colaborar de alguna manera para que no se construya?

Por supuesto. Para ello se puede pedir información a los miembros de la plataforma antitérmica. Ahora mismo lo que estamos buscando es ayuda económica para poder pagar el dinero que costará el pleito judicial. Para ello hemos preparado unos bonos de ayuda de 3 euros.

¿Qué solución darías para satisfacer la demanda de electricidad si actualmente las energías renovables no son suficientes?

Nos sobra capacidad de generación eléctrica. España ha construido muchas centrales eléctricas de todo tipo, demasiadas, y nos sobra potencia eléctrica. Tenemos, aproximadamente, el doble de potencia eléctrica de la que hemos necesitado en los momentos de mayor demanda energética. De hecho exportamos electricidad a los países vecinos, incluso a Francia. Este es uno de los problemas que padecemos, que nos hemos creído gigantes económicos y hemos soñado con hacer todo a lo grande, a lo bestia. Más casas, más autopistas, más AVEs, proyectos enormes, como Gran Scala, y más y más energía. Y así nos va.

Para finalizar, ¿quisieras enviar algún mensaje a los lectores de la revista sobre este tema?

Bueno, creo que debemos darnos cuenta que estamos llevando nuestro planeta a su límite. Cuando yo nací había unos 3.000 millones de personas en la Tierra, y ahora somos casi 7.000 millones. Estamos presionando mucho a los ecosistemas y a los recursos naturales. Nos va la vida en procurar no pasarnos de la raya. El hombre no está por encima de la naturaleza y debemos ser conscientes de lo que nos jugamos. No estoy hablando ya de la vida del chorlitejo patinegro, un pájaro muy simpático que no quiero que se extinga, estoy hablando de la propia humanidad. Si seguimos así, cargándonos nuestra propia casa, la humanidad lo pasará muy mal. Por lo menos...

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