Continuar la movilización por una nueva huelga general .......agrupar a los que queremos luchar

Jueves 28 de octubre de 2010

 Manifiesto del Sindialismo Alternativo

1) La huelga del pasado 29 ha sido un hecho de enorme importancia: por primera vez desde el inicio de la crisis económica en el Estado Español hemos dado una respuesta masiva a los ataques antisociales que venimos sufriendo. La huelga general ha tenido importantes repercusiones económicas, de distorsión de la vida social. A los que daban por acabada a la clase obrera les toca ahora ver a los trabajadores/as sumándonos a las movilizaciones que recorren toda Europa y colocados en el centro de la situación política. La Huelga ha debilitado al gobierno agresor. Por eso no es casualidad que desde todas las posiciones procapitalistas los ataques a la huelga no han cesado, ni antes ni después de su realización.

2) Pero esta huelga también ha puesto al descubierto una serie de debilidades que hemos de superar si queremos parar el ataque: una movilización nacional frente a una ofensiva internacional; unas direcciones sindicales sin voluntad de llevar la pelea hasta el final por seguir atadas al diálogo social; una grave fragmentación en las condiciones de trabajo de los asalariados/as que ha dificultado la participación unitaria en la huelga y, por último, sectores importantes de trabajadores/as que han creído que ésta no iba a servir para nada, en algunos casos repitiendo argumentos reaccionarios y proempresariales. 

3) Enfrentamos una ofensiva global, ante una verdadera guerra social que trata suprimir los derechos sociales y laborales, que está impulsada por el capital internacional y la totalidad de gobiernos e instituciones europeas e internacionales. Por ello la pasada huelga general ha de ser un paso en el camino de una movilización continuada y a escala europea. La continuidad y la confluencia con las movilizaciones en Francia, Grecia, Portugal e Italia han de ser objetivos inmediatos. La movilización en Grecia, primero, y sobre todo en Francia, en la actualidad, demuestra todo lo que es posible y necesario hacer para vencer.

4) Para avanzar por este camino es condición indispensable desterrar el modelo del diálogo social, medio privilegiado al servicio de banca y la patronal, que termina siempre por sacrificar los intereses sociales de la mayoría de la población en aras de la ganancia capitalista y por generar conformismo en amplios sectores laborales y sociales. Para ello consideramos que es esencial unir a todos los que queremos llevar esta lucha hasta el final: el sindicalismo alternativo y los sectores combativos de los grandes sindicatos. Un agrupamiento así de clase y combativo, sustentado en un programa de medidas resueltamente anticapitalista de reparto del trabajo, de reducción de la jornada, de expropiación de la banca y las grandes multinacionales, del no pago de la deuda, del subsidio indefinido a los desocupados/as de la jubilación a los 60 años… podría impulsar movilizaciones y condicionar al sindicalismo de colaboración convirtiéndose así en un referente para miles de de trabajadores/as.

Un agrupamiento así sería un polo sindical de clase, asambleario e internacionalista que podría arrastrar tras de sí a colectivos y movimientos sociales, así como organizaciones políticas y dar fuerza a un discurso que explicase que la crisis es fruto de un sistema en el que la producción es social y la apropiación es privada; que las políticas antisociales no son políticas para salir de la crisis, sino que sirven al objetivo de mantener las ganancias empresariales a costa de aumentar los sufrimientos y las desigualdades y de deteriorar el medio ambiente..

5) Hoy cuando el desafío es dar continuidad a la movilización iniciada el 29S, el sindicalismo alternativo puede aportar mucho a este agrupamiento claramente diferenciado del sindicalismo pactista y burocrático. Ello le obliga, sin necesidad de renunciar a las particularidades de las diversas corrientes, a fortalecer su coordinación y las citadas señas de identidad. Así daría ánimos a los trabajadores/as más combativos y dificultaría el aprovechamiento que hace la derecha del descrédito del sindicalismo mayoritario.

La exitosa experiencia de coordinación del sindicalismo alternativo producida durante y antes de la huelga en distintos lugares del estado muestra que este camino es necesario y posible. Ha llegado el momento de profundizar dicha experiencia para potenciar la movilización. Solo desde la unidad y la lucha podremos parar la actual ofensiva europea de la UE y el Fondo Monetario Internacional y de los gobiernos nacionales.

Las organizaciones abajo firmantes, empeñadas en la continuidad de la movilización nos comprometemos en preparar las condiciones y exigir de todas las organizaciones sindicales que convocaron el 29S, que se convoque una nueva huelga general.

Para ello impulsaremos resoluciones desde la base, los Comités de Empresa, Secciones sindicales, colectivos sociales y llevaremos a cabo manifestaciones, asambleas, propaganda conjunta, prensa, etc.. En ese camino apoyamos una Jornada de lucha para el 24 de noviembre, alentando solidariamente la huelga general convocada para ese día en Portugal, y dando nuestro apoyo a los paros indefinidos por sectores en Francia, porque ese es el camino para echar atrás los planes de ajuste europeos.

 

Las organizaciones firmantes nos comprometemos a coordinarnos para llevar adelante todo esto, 

 

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