Lo que hay detrás de la reforma de las pensiones. Preguntas y respuestas

Lunes 31 de enero de 2011

Jesús Jaén, militante del MATS

Se ha escrito y hablado mucho sobre la última reforma del sistema de pensiones. No vamos a extendernos (recomendamos el excelente trabajo de Robin Blackburn publicado en la editorial Akal y titulado “El futuro del sistema de pensiones” ); solamente vamos a contestar a los argumentos más generales que se han presentado en el debate.

1.- Rubalcaba, en nombre del PSOE, ha dicho que “gracias a la reforma de 1984 llevada a cabo por nuestro partido, el sistema de pensiones hoy no está en quiebra”. Falso, no fue la reforma sino la incorporación al mercado laboral de un número imprevisto de inmigrantes y mujeres -en los últimos veinte años- lo que permitió un superávit de caja. Para darnos una idea de lo que hablamos, la población activa aumentó en más de siete millones de personas.

2.- Esto demuestra lo equivocados de los cálculos contables antiguos y nuevos. Ahora se está haciendo una reforma para dentro de 40 años basada en la natalidad y la mortalidad prevista. Pero ¿qué puede ocurrir en el mundo y en España los próximos cuarenta años? La metodología de los economistas del Gobierno prescinde de los procesos políticos y sociales, los movimientos migratorios, las pandemias y las próximas revoluciones tecnológicas. Por tanto es de una fiabilidad muy relativa. No es que esos economistas no sean buenos tecnócratas sino que se trata de cálculos contables estáticos al margen del mundo real.

3.- Si fuera cierto que la balanza de ingresos y gastos fuera negativa, hay múltiples formas de corregir el déficit. El más normal sería que por la vía de los impuestos se apoyara la financiación. Volvemos a lo de siempre, un Gobierno que quiere defender lo público tiene recursos para gravar operaciones financieras y el patrimonio de las clases capitalistas. El profesor británico R. Blackburn habla de la necesidad de una banca pública o nacionalizada.

4.- La actual reforma tiene varios componentes. La subida de la edad de la jubilación hasta los 67 años se presenta como una manera de ahorrar gastos. ¿A costa de qué? El/la trabajador/a debe sacrificarse dos años más, para que el Estado no se arruine. Las preguntas que nos hacemos son obvias: ¿Tiene el Estado dinero para sanear los bancos y el sistema financiero pero no lo tiene para pagar a los jubilados? ¿Por qué no se destinan más recursos a fomentar el empleo entre los jóvenes que son el futuro del sistema de pensiones?

5.- Otros componentes de esta reforma son el aumento del máximo de los años trabajados (de 35 a 38 y medio) para cobrar el 100 por 100, y, el nuevo cómputo para calcular la pensión que pasaría de 15 a 25 años. Pues bien, justo es ahí donde para nosotros se encuentra la trampa (digamos que el señuelo son los 67 años y lo importante son estos dos puntos). Gracias a estos dos puntos el mismo Ignacio Fernández Toxo reconoce que nuestras pensiones bajarían un orden del 3 al 4 por ciento; mientras que otros cálculos menos optimistas lo sitúan en un 10 o incluso un 20 por ciento. Blanco y en botella, sí calculamos que nuestras pensiones van a bajar un X por ciento, lo que harán –los que puedan- es contratar un fondo de pensiones privado para garantizarnos un salario más o menos digno cuando seamos mayores.

6.- Para nosotros ahí reside el punto nodal de esta reforma. Se trata de transferir funciones de lo público a lo privado, y, de adueñarse (el Capital) de una mayor porción de la masa salarial del trabajador/a. Tal es así como se ha venido haciendo en otros países de Europa y América Latina. La estrategia del neoliberalismo consiste en desmantelar lo público y el Estado de bienestar haciendo circular nuestros ahorros hacia Fondos de Pensiones Privados. Después de la crisis del 2007/8 ya sabemos además qué han hechos con nuestras pensiones, hipotecas y nuestros ahorros. Algo así como “paquetes” financieros que son lanzados al gran casino de la Bolsa con fines especulativos para el beneficio de los grupos y bancos de inversión (con el peligro añadido que se volaticen cuando las pérdidas son millonarias).

7.- El profesor Vicens Navarro ha insistido en sus contribuciones al diario Público que la reforma tiene un carácter clasista. Para nosotros tiene toda la razón. Por varias cuestiones. La primera porque refuerza la posición del Capital privado frente al modelo público. La segunda porque alargando la edad de jubilación se penaliza a los más pobres que, por lo general viven 10 años menos que los ricos. Y, por último, porque con la nueva normativa aumentarán aún más los fondos de pensiones en España (de 13 mil millones en 1995 a 84 mil en septiembre pasado según informa Público), debido a que muchos asalariados de nivel medio intentarán paliar el recorte de su pensión abriendo un fondo de pensiones privado.

8.- Más aún, es de esperar, como ya ocurrió en otros países, que con estas campañas ideológicas de los neocom españoles (¡Se hunde la Seguridad Social! ¡Se hunde la Sanidad Pública! ¡Se hunde el Estado!), nos estén preparando nuevas batallas para destruir más conquistas y derechos sociales. El ataque de los Mercados, es decir, de la alianza internacional de las finanzas globales, continuará hasta la destrucción completa del viejo orden keynesiano. Objetivo: la financiarización total y global de todas las personas, animales o cosas. Están ganando la batalla. Ante ellos sucumben gobiernos. Ante ellos sucumben sindicatos. Pero afortunadamente, hay otros que no se han dado por enterados y se rebelan. A modo de epílogo:

Es emocionante que los más pobres de Túnez, Egipto, Yemen, Jordania o Argelia sin trabajo y sin pensiones, muestren el camino a un adormecido y anestesiado primer mundo.

Jesús Jaén

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