Crónica pequeña de una asamblea grande

Domingo 29 de mayo de 2011, por Mar

Miguel Romero/Viento Sur

#15-M. Asamblea en Lavapiés

¡Cuánta gente!, nos decíamos unos a otras, otros a unas, bajo un sol tremendo, en la Corrala de Lavapiés, al mediodía de hoy sábado 28. Pero, ¿cuánto es “¡cuanta gente!”? Pues hasta hoy, "¡cuánta gente!”, contando gente enrrollada de Lavapiés eran, digamos, cien personas. Hoy son entre 500 y 600. Pero además lo de hoy es otra cosa que las concentraciones, encuentros, foros… a los que estamos más o menos habituados. Está claro que ha nacido algo nuevo, potencialmente un movimiento social que está todavía en una fase “fluida” y que mejor que siga así un tiempo, en vez de solidificarse demasiado pronto.

La asamblea ha estado muy bien moderada por gente maja que han confirmado la utilidad de los “grupos motores” que propugna Tomás Rodríguez Villasante, cuando actúan, como esta vez, con cordialidad, paciencia y buen sentido para buscar conclusiones ampliamente compartidas.

Resumo lo que me ha parecido más interesante:

- Cuando se habla tanto de “generación perdida”, parece que había en el público mucha gente de entre 30 y 40 años, un signo de “generación recuperada”.

- La propuesta que se leyó sobre la organización del debate de la asamblea responde a una idea muy fuerte de democracia participativa. Está muy bien, y en esto más vale pasarse que no llegar. Pero conforme el movimiento se desarrolle, y posiblemente no tardando mucho, creo que será necesario aplicar formas de representación democrática, bien controlada. Formar los grupos de trabajo, incluyendo el que debe transmitir los acuerdos de la asamblea, a base de pedir “voluntarios(as)”, está bien para empezar, pero no sé si va a continuar siendo útil dentro de un tiempo, sobre todo cuando aparezcan desacuerdos de cierta importancia.

- Está muy bien que se manifieste respeto por el “disenso” y derecho a expresarlo en condiciones similares a los “consensos”. También el criterio de “mejor un voto que un veto” que, como último recurso, plantea adoptar por muy amplia mayoría de 4/5 acuerdos en los que no se logra el consenso.

- Estas normas, y sobre todo la práctica de utilizarlas, forman una especie de “Parlamento antiparlamentario”, una experiencia muy sana que supone una crítica democrática en vivo del Parlamento de “los de arriba”.

- El debate se ha limitado a opiniones sobre la continuidad de la acampada de Sol y a la organización de la asamblea del barrio. Parece poco para tres horas, pero la asamblea no ha sido nada aburrida y la democracia necesita tiempo.

- Se reciben muy bien las opiniones tipo “somos ciudadanos indignados; aquí no importa ser de derechas o de izquierdas, las creencias, etc.” Hay que ver qué significado concreto van tomando estas expresiones que revelan posiblemente una voluntad inclusiva, una desconfianza hacia las categorías políticas establecidas… pero quizás también ideologías nada incluyentes.

- No fueron bien recibidas un par de intervenciones críticas de la reforma laboral, la reforma de las pensiones, etc. Como si mucha gente pensara que eso “no tocaba”. Es verdad que las intervenciones fueron bastante desafortunadas, “mitineras” cuando ese no era el tono de la asamblea. También es verdad que una intervención a favor de considerar como objetivo fundamental la “reforma de la ley electoral” fue mal recibida. No sé bien cómo interpretar esto. Quizás la mayoría de la gente no quería entrar de momento en esos temas. Quizás puede mostrar dificultades para abordar objetivos políticos concretos. Ya se irá viendo.

- Como se valora muchísimo la experiencia y el símbolo de la acampada de Sol, cuyo método de organización se toma como modelo, y cuyas opiniones tienen una autoridad muy grande, las condiciones para proponer que se levante el campamento se cuidaron y precisaron con gran atención. La mayoría estaba por levantar la acampada pero siempre que así lo quiera la Asamblea de Sol, dejando claro que se hace por voluntad del movimiento y con la decisión colectiva de continuar la lucha transmitida a los barrios, dándole el carácter de una gran fiesta colectiva, manteniendo un “punto de información” permanente en la plaza, volviendo a ella periódicamente de alguna forma (no necesariamente como acampada) y exigiendo en todo caso la retirada de cargos a los 24 colegas imputados por los “incidentes” del día 15. Probablemente se me olvidan algunos puntos; esto sólo pretenden ser unas impresiones. Habrá actas en la web de la asamblea: http://lavapies.tomamoslosbarrios.net. Lo que me parece más importante es el estado de ánimo colectivo de que “vamos ganando”; me tengo que remontar a algunos momentos de la campaña contra la OTAN de los 80 para recordar algo parecido.

- La asamblea ha decidido organizarse con formas muy militantes: una reunión semanal, grupos de coordinación de actividades específicas de composición rotatoria...

- Al final, pero sólo al final como debe ser, el lenguaje de signos fue sustituido por una ovación cerrada. Estamos contentos y contentas. Buen comienzo.

Post-data: No es por aguar la fiesta, sino para dar una idea de lo que queda por delante para "cambiar el barrio". El 22-M los resultados de las elecciones en el distrito Centro, donde está situado Lavapiés, fueron: PP: 23.215 votos (menos 6.000 aproximadamente respecto a 2007); PSOE: 13.635 (menos 6.000 también); IU: 10.483 (más 2.300); UPyD: 4.500. Hay faena.

Miguel Romero es editor de VIENTO SUR

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