El retorno de la cuestión social. Las relaciones entre el 15M y los sindicatos. Foro debate II Universidad Verano IA

Viernes 26 de agosto de 2011, por Mar

Marià de Delàs

Las relaciones entre el 15M y los sindicatos, y el debate sobre la posible convocatoria de una huelga general centran el segundo foro de debate de la Universidad de Verano de Izquierda Anticapitalista. Participan sindicalistas de CCOO, CGT, IAC, Intersindical y CSI.

“Desde de los sindicatos se ha escuchado poco al 15M” se constata, para empezar el debate. Y se señala que los anticapitalistas han de hacer de puente entre el nuevo movimiento y la clase trabajadora organizada. Buscar la unidad.

Manolo García Morales, de CCOO, explica que la lucha sindical no es suficiente para hacer frente al “tsunami neoliberal” que se cierne sobre la gente trabajadora. “Hay que repolitizar el sindicalismo”, plantea. Se necesita una alternativa política, una fuerza de la izquierda transformadora”.En su opinión, la ofensiva neoliberal deja poco espacio para el pacto social, aunque se ponga mucha voluntad de negociar. Señala un buen número de problemas que debilitan la acción sindical: la división, las dificultades para organizar al conjunto de la clase trabajadora, la atomización de las empresas, el distanciamiento en relación a los parados y los inmigrantes, la extensión del miedo a perder el puesto de trabajo.

El desprestigio de los sindicatos es otra de las constataciones que centran el debate de este foro, dedicado a la cuestión social. Bruno Valtueña, de CGT, dice que no queda nada del viejo sindicalismo y que la patronal se encuentra muy cómoda con la actual realidad organizativa de los trabajadores. Critica duramente a las direcciones de CCOO y UGT y señala la necesidad de que les centrales sean económicamente independientes. Reclama “unidad sindical reivindicativa” y, en cuanto a la posible convocatoria de una huelga general, precisa que hay que diferenciar esta acción de lo que es una jornada de protesta o un paro de 24 horas. Afirma que una huelga general se sabe cuándo empieza pero no cuándo acaba. Les asambleas han de ser, en su opinión, “el lugar de toma de decisiones del sindicalismo”.

García Morales plantea la necesidad de derrotar a la dirección de su sindicato, que firma pactos nefastos, con alternativas concretas, pero al mismo tiempo explica que CCOO no duda en plantar cara a la modificación constitucional pactada entre gobierno y PP para limitar el gasto público.

Luis Blanco, de IAC, se muestra todavía más crítico, si cabe, con CCOO y UGT, a las que hace responsables del desprestigio del sindicalismo, aunque las otras centrales, también la suya, tengan que asumir su cuota de responsabilidad. Considera que las direcciones han quedado totalmente desorientadas por la aparición del movimiento 15M. “A los sindicatos no les hará ningún daño participar, aunque lo deban hacer a título individual, sin siglas. Y en relación a la eventual convocatoria de una huelga general, reclamada entre otros por sectores del movimiento 15M, Blanco se pronuncia en contra de lo que califica como huelgas testimoniales, de un día de duración.

Vicent Mauri, de la Confederación Intersindical, argumenta que la política de pactos no ha servido para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores. Defiende la huelga general como elemento de una movilización continuada. Explica que cuando las centrales mayoritarias plantearon la convocatoria de la última huelga general, ellos estuvieron de acuerdo y se adhirieron, pero que precisamente por ello, el pacto posterior sobre la reforma de las pensiones les desprestigió también y no sólo a quien lo firmó. En relación al 15M, encuentra a faltar voluntad de cooperar y compartir. “Ellos no han inventado las asambleas”, dice.

El coloquio que cierra el foro se presenta rico en propuestas y argumentos:

José Coy reclama un sindicalismo de organización territorial, acción desde abajo para hacer frente a las previsibles agresiones, de gran alcance.

Jaime Pastor afirma que todavía no se dan las condiciones para reclamar al 15M que busque el consenso con organizaciones sindicales. Hay que ir, según él, hacia a la unidad de acción y la recuperación del sindicalismo asambleario.

Anna Mateu explica que los encuentros regulares entre movimiento 15M y trabajadores de empresas en lucha son muy significativos. Rocío Varela habla sobre el descrédito real del mundo sindical. “Todos somos responsables”, asegura. La clase trabajadora se encuentra ahora, según ella, como un perro atemorizado. De nada sirve que algunos quieran presentarse como los buenos que tienen soluciones para la actual situación. “Necesitamos un ejército de voluntarios para llevar el sindicalismo al lugar del que nunca debería haber salido”, concluye.

El foro de la Universidad Anticapitalista se hace eco también de la necesidad de poner un poco de paciencia con el 15M, de su juventud y heterogeneidad, y de la cantidad de trabajadores en precario que participan en este movimiento, totalmente legitimado para llamar a la movilización.

25 de agosto de 2011

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