Revoluciones Arabes-II Universidad Verano IA con Josep Maria Antentas y Miguel Urban

Sábado 27 de agosto de 2011, por Mar

Por Jesús Marín

Esta sesión de formación fue presentada bajo dos intervenciones de especial interés [1]. Miguel Urbán, militante de Izquierda Anticapitalista, se desplazó a Túnez en pleno proceso revolucionario, por lo cual pudo analizar en detalle el alcance de tal revuelta y su expansión por el mundo árabe. Josep Maria Antentas, profesor de sociología de la UAB, exploró por su lado e in situ la realidad actual del proceso egipcio.

Túnez – Miguel Urbán

Urbán empezó su intervención destacando que las revoluciones árabes han marcado el curso político de este año. Continuó diciendo que a pesar de los discursos preponderantes de los grandes medios de comunicación, los cuales no han hecho que repetir durante los últimos años que los países árabes están incapacitados para la democracia, los hechos en Túnez demostraron que la realidad es bien diferente. Primero, y durante las primeras protestas, poco supieron aportar frente a tal efervescencia social e inesperada movilización. Luego, su discurso se centró en una falacia, a saber: esta era juvenil, de clase media, y que fue fruto de las redes sociales. La eclosión de tal revuelta, no obstante, fue mucho más rica. Algunos antecedentes se remontan a las huelgas mineras de 2008, las cuales fueron reprimidas violentamente. Desde entonces hubieron 1570 conflictos laborales en Túnez y 70 huelgas sectoriales en los dos últimos meses antes de la revuelta. Los procesos de ajustes neoliberales afectaron gravemente al bienestar de los tunecinos, pues hubo escasez de alimentos y una grave crisis alimentaria. Además de todo esto, el único sindicato existente, el UGTT, trabajaba desde hacía años contra el régimen de Ben Alí, por lo que la revolución tunecina pues, gozó de un tejido sindical i político amplio, más una juventud movilizada. No sólo cayó Ben Alí, sino dos gobiernos posteriores más.

Miguel destacó también que a través de Facebook (única red social permitida por el régimen) la juventud encontró uno de sus canales de movilización, el cual se convirtió en una fuente inagotable de coordinación y de lucha contra la censura. También apuntó que el ejército fue devaluado durante la dictadura mientras la policía cobró protagonismo gubernamental, hecho que propició el no apoyo de los militares a Ben Alí.

Al final de su intervención, Urbán hizo hincapié en que aunque la UGTT consiguiera unas 12.000 afiliaciones en los dos primeros meses de revolución, aunque hubiera innumerables ocupaciones de fábricas lideradas en su mayoría por mujeres, y que aunque la ocupación de la calle ha tomado y toma un papel político también relevante (hasta tal punto de haber conseguido la convocatoria de una asamblea constituyente), Túnez es un proceso revolucionario no triunfante y que sigue un proceso latente de revolución.

Por último, lamentó que desde la izquierda europea no se hubiese mirado (hasta ahora) lo suficiente al Magreb, aunque sí a Palestina o al Sáhara.

Josep Maria Antentas – Egipto

Antentas empezó su intervención destacando el rol central del ejército durante toda la revuelta, pues controla un tercio de la economía del país y optó por dejar caer a Mubarak ante la imposibilidad de controlar la situación.

Destacó que a partir de los 70 empezó la liberación económica del país y que, tras la llegada de Mubarak a los 80, todo un conjunto de medidas neoliberales fueron puestas en práctica, generando una fuerte polarización social y una pobreza extrema. En el 2000 empieza un proceso de radicalización social, no sólo por las condiciones de vida a las que habían sido llevada la mayoría de la población del país, sino por un desencanto generalizado por los alineamientos de Mubarak con Estados Unidos e Israel. Del 2004 al 2008 emerge una gran movilización obrera, sobretodo en el delta del Nilo, donde se concentra la mayor industria del país, la cual se traduciría en pequeñas victorias: subida de salarios, legalización de sindicatos que aun no lo estaban, etc. Esa movilización si bien no tubo una dimensión nacional, sí se convirtió en un actor significativo del país.

Además, en 2008 emerge también un movimiento juvenil compuesto en su mayoría por jóvenes de clase media y de carácter prodemocrático. Bajo Túnez, el movimiento juvenil convocó una manifestación el 25 de enero, proceso que eclosionó con la caída del régimen luego de sumarse las clases trabajadoras. Aun en ausencia de un movimiento feminista organizado, las intensas jornadas de movilización de carácter urbano contaron con el rol central de las mujeres.

Sin embargo, remarcó Antentas, el proceso hoy es dirigido por los militares. Existen campañas fuertes contra las huelgas y las movilizaciones, presentándolas como irresponsables y egoístas debido a la debilidad económica del país. También han llevado a cabo una política de represión a los activistas: 5.000 juicios militares desde la caída de Mubarak.

Por otro lado, si bien hubo una caída brusca de las luchas tras Mubarak, en mayo, junio, julio renacen mirando al ejército, cuestionándolo. Cayó Mubarak, pero no el régimen. Y ninguna de las demandas básicas han sido atendidas.

Por último, Josep Maria apuntó que la izquierda en Egipto, cuyo futuro está aun en disputa interna, es débil, pero que el proceso actual empuja a nuevas movilizaciones.

¡Por la revolución, contra toda intervención!

Notas

[1] Fathi Chamkhi, presidente de ATTAC Túnez y militante de la Cuarta Internacional en dicho país, era desde el principio el encargado de presentar esta sesión de formación. Su ausencia es debido a las inminentes elecciones a la Asamblea Constituyente del país, el cual es candidato por la organización “14 de Enero”.

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