Frente a la mayoría absoluta, oposición absoluta

Lunes 21 de noviembre de 2011, por Mar

Comunicado del MATS

Venció el PP por mayoría absoluta en las urnas. Gran parte de esta victoria debe agradecérselo al PSOE que ha allanado el camino a la derecha. El desencanto, el hastío o la indignación ha provocado la huida de millones de votos socialistas hacia la abstención, el voto nulo u otras fuerzas políticas. Hoy, 20 de noviembre de 2011 no debemos olvidarnos que fue el PSOE quien aplicó las políticas de ajustes y los recortes sociales, con ello selló su futuro. La victoria del PP no sorprende a nadie. Se venía anunciando desde hace meses. En medio de la crisis económica mundial, los gobiernos neoliberales de un signo u otro entran y salen al ritmo que imponen los mercados y las potentes entidades financieras supranacionales. En unos meses han sido reemplazados los gobiernos de Portugal, Grecia e Italia. Abocados a una crisis social sin fondo -con elecciones o sin elecciones generales-; se está imponiendo una invisible dictadura de los mercados. En el siglo pasado los militares ponían y quitaban gobiernos, ahora es un poder económico que no da la cara pero que maneja nuestros destinos. ¡Es verdad podemos votar! Pero seguimos sin ser las-os dueñas-os de nuestros destinos. La agenda política y económica de Rajoy está sellada en Wall Sreet, Tokio o Londres; en las cotizaciones del IBEX 35, la prima de riesgo de la deuda pública o la calificación de tres empresas de Rating.

En España habrá un cambio de gobierno pero no de política. ¡Mejor dicho ésta será aún peor! El nuevo gobierno del PP, como legítimo representante de las derechas, la CEOE o la Iglesia católica, es el gobierno de la reacción decidida e indisimulada. El PP concentra en sus manos una cantidad de poder institucional jamás conocida en este país. No tiene que responder a los sindicatos sino a los empresarios, no tiene que pactar con las asociaciones progresistas sino con las conservadoras, y no tiene que justificarse ante sus electores cuando profundice la privatización de los servicios públicos en detrimento de las-os trabajadoras-os o usuarias-os. Al nuevo gobierno del PP no le va a temblar la mano cuando liberalice aún más el mercado laboral, insista en reformas fiscales regresivas o intente modificar las leyes sobre el aborto o el matrimonio entre homosexuales. Las únicas presiones que “sufrirá” Rajoy serán de los mercados financieros o de los medios de comunicación afines a la extrema derecha.

El escenario político al que nos han abocado es durísimo. Estamos hablando sin lugar a dudas de la peor situación desde la Transición. Con cinco millones de parados y una marcha atrás en los derechos sociales. Con una democracia caricaturizada por el gesto de ir a las urnas cada cuatro años. En este sentido nuestra apuesta es muy clara. Hay que plantar cara aún sabiendo de las dificultades; conscientes que hemos entrado en un proceso de resistencia que será tremendamente difícil.

Hace unos meses el movimiento 15-M marcó un camino muy importante porque puso encima de la mesa las aberraciones de este sistema: desde la corrupción de la clase política; la falta de democracia real, el poder omnímodo de los mercados financieros, e innumerables injusticias sociales que pagan los más desfavorecidos de esta sociedad. También apuntó prácticas y soluciones basadas en la movilización, la participación ciudadana o el ejercicio directo de la democracia. Esa vía a nosotras-os nos parece la mejor apuesta para resistir la nueva ofensiva de las derechas y recuperar lo que estamos perdiendo. Frente a una sociedad esclerotizada y asustada; las propuestas de movilizaciones, resistencia pacífica y participación ciudadana es una alternativa fresca y revitalizadora. El 15-M tendrá mucho que decir en toda esta situación y sin duda lo hará.

Y aunque no depositamos la mínima confianza en los sindicatos mayoritarios como UGT y CCOO, deberían pensar, que si no quieren terminar centrifugados por esta nueva mayoría reaccionaria, no tendrán más remedio que pasar a una oposición frontal al gobierno y acercarse a los movimientos sociales; cambiando de paso unas prácticas burocratizadas que les han ido alejando de muchísimas-os trabajadoras-os.

Dicen que todo gobierno debería tener cien días de gracia. Pues bien, este gobierno es tan previsible en sus políticas y medidas que no merece un solo día. Está muy claro lo que quieren hacer con los servicios públicos y la sanidad. Por lo tanto tolerancia cero. Nuestra propuesta es: frente a la mayoría absoluta del PP, oposición absoluta. El 20-N ya es historia. El 21 de noviembre volvemos a las calles a resistir con fuerza y dignidad. En defensa de unos valores y unos derechos que no vamos a dejar que sean pisoteados impunemente.

20 de Noviembre de 2011

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