Huelga del transporte. ¡Resistir, resistir, resitir!

Lunes 4 de junio de 2012, por Mar

Juan García. Secretario del Comité de Empresa de TUA por CCOO

El próximo día 4 de Junio los trabajadores y trabajadoras del sector de transporte por carretera de Asturias, inician una huelga indefinida, en defensa de los derechos laborales recogidos en nuestro vigente convenio. Ni siquiera está planteada una huelga por conquistar nuevos derechos, si no, simplemente, resistir las brutales pretensiones de la patronal de reducir a cenizas conquistas alcanzadas en los últimos 30 años de luchas. Los propios sindicatos representados en la mesa de negociación del convenio UGT y CCOO, han aceptado de partida aumentos de salarios de un 0,5 y 0,6 para los dos próximos años, sin revisión anual, como una concesión destinada a mantener el resto del convenio en su actual articulado.

Pero los patronos no se sacian. Los tiempos que corren dejan ver la cara más autentica y desnuda del capital: su voracidad insaciable de plus-valor. Y para ello no dudan en exigir congelar los salarios durante 4 años; eliminar complementos salariales como la antigüedad y las dietas; proponer la desregulación de la jornada, con un aumento de la misma de carácter anual de más de 300 horas, suprimir permisos retribuidos; introducir mayor fragmentación y precariedad entre los trabajadores y trabajadoras, creando nuevas categorías profesionales condenadas a una eterna marginalidad salarial y contractual; suprimir derechos sindicales, que en un sector tan disperso como este, permiten mantener una cohesión entre las plantillas y en definitiva, romper el marco de negociación actual, en tres nuevos convenios que solo contribuirán a debilitar nuestra capacidad de lucha y diversificar aún mas las diferentes realidades laborales de todos y todas.

El sector en general vive una situación delicada con muchas empresas que han reducido empleo y otras que de facto, han suspendido las condiciones laborales de sus trabajadores utilizando la crisis como disculpa inapelable, por lo tanto, abordamos el conflicto inmersos en una tempestad de ajustes que en muchos casos introducen dudas y temores entre los trabajadores/as a la hora de encararlo. No obstante, todos y todas entendemos que estamos en un punto decisivo, donde resistir es algo más que una consigna lanzada al viento. Es un mandato imperativo para conservar la dignidad más elemental en el trabajo.

En esta batalla el gran capital, representado en el sector por ALSA-NX, ha impuesto su hegemonía y se sitúa decididamente al mando. Los elementos fundamentales de las indecentes pretensiones de los empresarios, están directamente inspirados por ellos. Son los más consecuentes en entender que la liquidación del actual marco normativo del convenio, supone alcanzar un poder absoluto sobre la fuerza de trabajo del sector, que les permitirá generalizar la desregulación y precariedad que ya existe en una gran parte (en casi la totalidad de mercancías, en las pequeñas empresas de viajeros, etc); sin que a estos compañeros y compañeras les quede ningún referente en el que mirase, ni horizonte de derechos al que aspirar.

Las organizaciones sindicales se ven enfrentando un vendaval, para el que no estaban en absoluto preparadas. A pesar de su decidida postura de enfrentar la situación, adolecen de una visión estratégica amplia y de alcance. Esto se vio reflejado en sus análisis previos al conflicto, en donde no esperaban este planteamiento radical de los patronos, y en sus actuales ilusiones de que la patronal que representa a los medianos y pequeños empresarios y autónomos, pueda romper el frente patronal. Esto es una ilusión vana, pues sin negar las contradicciones que existen entre las diferentes fracciones del capital, su fundamental oposición es con la clase trabajadora y esa prevalece en momentos de máxima confrontación, sobre todo en un contexto de crisis como este. Este conflicto debe situar a las organizaciones sindicales ante el imperativo de reorientar sus prácticas y estrategias, para afrontar el presente, y sobre todo, el escenario post-conflicto donde debemos ir más allá de una táctica puramente conservadora y defensiva, proponiendo nuevos derechos e inéditas formas de articular y extenderlos con los que ya disfrutamos.

Por último es importante destacar el contexto más general en el que se va a dar la lucha, por un lado, el de la crisis financiera del Estado Español, donde estamos de hecho intervenidos por el capital europeo y sus esbirros en las instituciones de la Unión Europea que exigen nuevos ajustes de derechos sociales, esta vez en pensiones y prestaciones por desempleo, entre otras y por otro en Asturias, el nuevo gobierno de Javier Fernández (PSOE) empieza su andadura con planes de recortes sociales, aplazados por la inestabilidad política precedente e inmersa en una huelga de la minería, con difícil salida, que junto con la del transporte va a elevar la temperatura social de Asturias de manera alarmante. Este es el escenario de la lucha de clases, siempre incierta, siempre inexorable, siempre clarificadora.

"Es grande el desorden bajo el cielo, la situación es excelente". Mao Zedong

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