Municipales en Italia: el descrédito de los partidos

Jueves 7 de junio de 2012, por Mar

Flavia D’Angeli/Viento Sur

Dos semanas después de la segunda vuelta de las elecciones municipales, el marco político italiano se muestra cada vez más agitado y aparece una crisis de los partidos tradicionales.

En efecto, los resultados han mostrado, en muchas ciudades importantes (las más grandes de ellas son Génova y Palermo), un hundimiento de los partidos de la derecha, sin que el centro-izquierda, y en particular el Partido Democrático, haya podido verdaderamente aprovecharse de ello. La verdadera novedad ha sido el extraordinario resultado obtenido por las listas del Movimiento 5 Estrellas, promovidas por el comediante Beppe Grillo, que han obtenido la alcaldía de Parma y superado el 15% en muchas ciudades, entre ellas Génova.

Más en detalle, el PDL (partido de Berlusconi) ha perdido una enormidad de votos en todas partes, hundiéndose a menudo por debajo del 20%, hasta tal punto que numerosos candidatos no se han clasificado siquiera para la segunda vuelta. La Liga Norte, como consecuencia de los escándalos judiciales de Bossi y de las luchas internas que la desgarran, ha perdido la casi totalidad de las alcaldías que dirigía en solitario desde hace muchos años (habiendo conservado solo la alcaldía de Verona).

Sin embargo, si el Partido Democrático logra numerosas alcaldías gracias a la debacle de la derecha, no gana votos con el tema de la crisis. Los votos perdidos por las fuerzas de derechas han ido masivamente hacia la abstención, al movimiento de puesta en cuestión de los partidos creado por Grillo, o hacia otras formas de votos de protesta. En este contexto, la izquierda radical (Sel de Vendola y el PRC) no ha logrado tampoco avanzar, y no es por tanto considerada como una respuesta al descrédito de los partidos mayoritarios y al descontento social que va en aumento.

El gran ganador de estas elecciones, el Movimiento 5 Estrellas, es un “bicho raro” que conviene por tanto conocer y analizar a fondo. En efecto, se trata de un fenómeno complejo que liga la crisis de los partidos tradicionales –incapaces de responder a las necesidades de la “sociedad civil” y preocupados solo por guardar sus propios privilegios, corrompidos y podridos- a las capacidades comunicativas del comediante Beppe Grillo, querido por el gran público, y que ha sabido dar visibilidad y unidad a un movimiento más subterráneo de colectivos locales nacidos sobre temas clásicos de la izquierda: la defensa del medio ambiente, la legalidad contra la corrupción del estado, la lucha contra el poder de la economía y de las finanzas, etc. Sin embargo, Grillo usa un tono muy populista y sus denuncias están muy alejadas de una visión de clase. Se trata por tanto de establecer la diferencia entre la gente que va masivamente a votar por la única novedad antisistema que parece creíble y el pequeño grupo que gestiona la máquina alrededor del gurú Grillo, en la más total ausencia de democracia y de transparencia. El Movimiento de Grillo está a menudo tentado de retomar temas de la derecha para recuperar votos, como la oposición a los derechos de los inmigrantes y declaraciones sexistas y homófobas se oyen a menudo en los mitines.

Este resultado electoral es pues la combinación de las crisis económica y política italianas, en ausencia de una respuesta de clase y de movilizaciones sociales. La renovación de los discursos y la creación de nuevas formas de participación social pueden desembocar tanto en una búsqueda de los medios para salir adelante, como en una atracción por cualquier discurso populista.

7/06/2012

http://www.npa2009.org/content/muni...

Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR

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