Contra la subida de tasas, encendamos las calles. No pagaremos su deuda

Domingo 23 de septiembre de 2012, por elecciones

Este curso tenemos que encender las calles. El final del curso pasado acabó con movilizaciones masivas de estudiantes contra las anunciadas subidas de tasas y contra los recortes. Medidas éstas, enmarcadas dentro de unas las políticas de ajuste a escala de la UE que, además de avanzar hacia la destrucción de servicios públicos básicos como la educación y la sanidad, están suponiendo un ataque directo a derechos fundamentales, como el trabajo y la vivienda. Derechos, no olvidamos, fruto de luchas históricas.

Hablar sobre condiciones laborales precarias, despidos, eliminación de las ayudas sociales básicas, encarecimiento del transporte público, de la luz, del gas… se ha convertido en algo habitual para quienes sufrimos la crisis. Como si fuera algo normal, prácticamente natural en un momento de crisis, la pérdida de derechos o el empeoramiento de las condiciones de vida de la mayoría, se quieren convertir en verdades indiscutibles, en sacrificios que hay que hacer ante el miedo de algo peor, que sin saber muy bien que es, sin duda se nos vende mediante la política del miedo como terrible. Pero, nosotros y nosotras sabemos que ese discurso no es verdad. Sabemos que los de abajo no hemos provocado ninguna crisis, como tampoco hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y que aquí sólo se enriquecieron los mismos de siempre. Y es que, el 99% sabemos que la crisis tiene nombre y apellidos, que se corresponden con ese 1%, el cual especuló ayer generando una deuda que nos quieren hacer pagar hoy para poder seguir ganando y aumentando sus beneficios mañana. Pero, sobre todo, sabemos que ésta crisis, su crisis, no tiene una única salida posible.

La subida de tasas, dificultará el acceso universitario y precarizará aún más la vida de la mayoría de estudiantes, pero no nos engañemos, nuestras tasas tampoco servirán para pagar “la deuda” y salir de su crisis. Todas las reformas que los distintos gobiernos llevan aplicando desde hace años están acabando con la universidad tal y como la conocíamos, a pesar de los rechazos contundentes desde el movimiento estudiantil. Desde los cambios sufridos por la L.O.U, la creación del Espacio Europeo de Educación Superior y las reformas en torno a financiación anunciados por la Estrategia 2015, la universidad empresa, la de élites, se avecinaba cada vez más. La declaración de Bolonia (1999), su eurocrédito, su movilidad, su nueva pedagogía y sus grados y master, no era una mera reforma educativa, sino como se ha demostrado, un paso mas de la brutal “revolución capitalista” que estamos sufriendo. Por eso, nuestras tasas no servirán para pagar su deuda, ya que hablar de crisis y hablar de tasas, es hablar de lo mismo, pues forma parte de la misma ideología que justifican las mismas políticas que combatimos desde hace años.

A la brutal subida de tasas se suma el recorte enorme que se aplicará en gasto público con respecto a las becas. Las becas, las cuales tradicionalmente se han entendido como compensación a las diferencias sociales, pasan de basarse en la renta de los estudiantes a ser un premio al mérito, o convertidas en préstamos, culpabilizando exclusivamente y de manera individual al estudiante de los fracasos de una educación pública que sufre su crisis estructural desde hace años. Su receta está clara: competitividad individual frente a una salida colectiva que enfrente las desigualdades sociales, “excelencia” frente acceso universal. La lucha, también: nuestros derechos frente a sus privilegios. Pero junto a todas estas medidas, se están dando una serie de elementos que precarizan más la vida de los estudiantes como futuros trabajadores: las reformas laborales del PSOE y del PP, a la medida de empresarios explotadores; la pasada reforma de las pensiones que nos dificulta obtener una pensión digna; además pretenden de eliminar las ayudas al paro, aumentar los despidos en empleos públicos y otra serie interminable de ajustes. Y somos los jóvenes precarios y las mujeres las que nos vemos más afectados por estas medidas, con mayores tasas de desempleo, de precariedad y de temporalidad laboral sobre nuestras espaldas.

Por si no fuera bastante, la subida de tasas y todo el paquete de medidas se aplican incluso en aquellas comunidades donde gobierna la supuesta izquierda, representada a nivel estatal por el gobierno andaluz PSOE-IU, que ha demostrado sin tapujos no ser ninguna alternativa al neoliberalismo. Cada día está mas claro para mayores sectores de la población, que es necesaria la construcción de una alternativa política tan leal a los trabajadores, como lo son nuestros gobiernos a los banqueros y compañía.

Con este escenario, varias son las tareas, como varios serán los problemas, que debe afrontar el movimiento estudiantil para hacerse fuerte en la lucha contra los recortes. Por un lado, avanzar en una mas democrática autoorganización mediante asambleas, para discutir sobre nuestras reivindicaciones, así como acerca de la orientación que vamos a llevar para conseguirlas: construir movilizaciones extendidas en el tiempo; impulso de huelgas propiamente estudiantiles; participación estudiantil en las huelgas generales y otras movilizaciones que planteen la necesaria convergencia permanente con el resto de luchas sociales.

Por el otro, hemos de tomar consciencia de nuestras debilidades y poner lo que sea necesario para corregirlas. En este sentido, debemos ser capaces de construir una coordinación flexible y efectiva que nos dote de una unidad en la acción a la altura de las circunstancias, así como reflexionar acerca del papel de los sindicatos y otros agentes sociales en las movilizaciones, tomando posiciones ofensivas en la unidad, al tiempo que firmes en nuestra propia autonomía. En último lugar, tenemos que ser inclusivos en nuestro discurso, en el sentido de respetar las diferentes visiones de construcción del movimiento, priorizando que las discusiones giren en torno a propuestas políticas concretas acerca de nuestras reivindicaciones y los métodos para conseguirlas, sin importar la procedencia de la misma.

Desde la lucha y la movilización seremos capaces de doblegar los planes de la Troika. De este modo ha conseguido el movimiento estudiantil en Québec eliminar la subida de tasas, una victoria que llevábamos tiempo sin ver y que solo se ha conseguido gracias al esfuerzo de miles de estudiantes movilizados ¿Cómo lo han conseguido? Impulsando una huelga de casi 7 meses, cientos de movilizaciones extendidas en el tiempo, con confrontaciones policiales que les han dejado 2500 arrestados … Encender las calles les ha dado resultado, tenemos que aprender de ellos, encender las calles en nuestro estado para conseguir victorias.

En definitiva, porque sabemos que no hay una única salida a ésta crisis, como nos quiere hacer creer ese 1% a fuerza de ley, con el consentimiento aquí y allá, tanto de unos como de otros, nosotras y nosotros, jóvenes y estudiantes, tenemos una responsabilidad histórica en este tiempo no sólo con nosotros mismos, sino también con nuestros mayores y con generaciones venideras. Por ello, hoy mas que nunca, tenemos que hablar de política, tenemos que hacer política, sin duda, otra política, desde abajo, con una ilusión limpia de dogmatismos, con rabia y sin miedo. Si hablamos de una generación “sin futuro” es porque tenemos una sociedad sin presente, en la que ya no valen mas excusas para que aquella generación perdida, se encuentre y luche por todo lo que nos han quitado y por todo lo que nunca hemos tenido…

...ENCENDAMOS LAS CALLES

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