Internacionalizando Memoria y Resistencia

Lunes 24 de septiembre de 2012, por Mar

Acacio Puig, La Comuna

Por espacio de dos semanas, durante los meses de agosto y septiembre de este año 2012, un grupo de trabajo vinculado a la Asociación La Comuna (presxs y represaliadxs del franquismo) se ha ocupado en la cobertura de sendos recorridos por caminos europeos de memoria y resistencia frente al fascismo histórico derrotado como régimen político en 1945.

Como resultado, dos documentales están en marcha. Uno sobre la Resistencia austríaca tras la anexión del país en 1938 por la Alemania nazi, el Anschluss. Otro sobre la Resistencia en las regiones del Pirineo francés, frente a la ocupación alemana y a su aliado y cómplice: el gobierno dictatorial de Vichy presidido por el general Pétain.

En ambos casos encontramos las huellas de combatientes de la Guerra de España: Brigadistas, soldados republicanos, niños y mujeres, guerrilleros y enlaces, combatientes por la libertad y la emancipación social, combatientes por la vida frente al viva la muerte de Franco, Mola, Astray y sus cómplices internacionales. Combatientes traicionados en septiembre de1936 en base a la política de No Intervención (ya rota dos meses antes con los envíos de armamento desde Alemania e Italia a los alzados) y después por los aliados y los Pactos de Yalta y Potsdam que dejaban fuera de litigios democráticos la España de la República…y la Revolución Social.

En cualquier caso, en esos dos países hoy se rinde homenaje a quienes en febrero de 1939 sufrieron la derrota y el exilio y encontraron la muerte en campos de concentración, paredones de fusilamiento y enfrentamientos armados.

Sin embargo, en esta España del siglo XXI, siguen siendo ignorados y calumniados por míseras razones que oscilan entre el filo-fascismo de quienes medraron durante la larga dictadura franquista y la cobardía política de quienes gestaron el borrón y cuenta nueva como rumbo para navegar la charca de la Transición y la consiguiente herencia de lacras del viejo régimen, como la monarquía o el perdón a los genocidas.

“Su memoria, su dignidad, su lucha: la nuestra” titulaba la revista Viento Sur en diciembre de 2010 la decena de trabajos publicados entonces como contribución a la lucha contra la impunidad de los crímenes cometidos por el régimen franquista y la recuperación de la memoria de todas sus víctimas .Con el mismo espíritu, en defensa de justicia y reparación, frente a la falsificación de la historia y para recuperar los jirones de una memoria que se desea enterrar también en otra fosa común, hemos realizado estos viajes. Y los hemos llevado a cabo como parte de la última generación que combatió a un régimen que concluyó sin concluir del todo y que lo hizo encarcelando, torturando, exiliando, fusilando, defenestrando detenidos, aplicando la ley de fugas y asesinando manifestantes en la calle…un régimen experto en encadenar cerebros y sentimientos, sembrar el miedo y miserabilizar así la existencia de todo un pueblo durante cuarenta años.

Recorridos de dolor.

Caminar, cámara en mano por el cementerio-memorial del Campo de Concentración austríaco de Ebensee (1943-1945) y toparse con las inmensas fosas comunes en que yacen los restos de más de 8000 prisioneros políticos que trabajaron en condiciones de esclavitud para la industria armamentista alemana, es sumergirse en la escenografía del horror y la barbarie. El horror de un campo en que las Waffen-SS explotaron el trabajo de más de 27.000 hombres y la barbarie del gran capital alemán y austríaco que se apropió sin escrúpulos de esos miles de obreros mal nutridos, hacinados en míseros barracones y trabajando hasta la extenuación, vaciando la montaña (gigantesco escondrijo seguro) y excavando galerías al servicio de grandes empresas de la construcción y el armamento:

Allí hozaron las fortunas de Siemens, Beton & Monierbau, Rella& Co., Universale Bau AG, H.Koopers, Wiener Brückenbau…y tantas otras que hoy en el siglo XXI siguen en plena actividad.

Y ¿cuántas otras reciclaron su nombre y producción? ¿Cuánta sangre cimienta hoy la fortuna de transnacionales cerveceras y automovilísticas? ¿Cuántos patrimonios artísticos privados proceden de expropiaciones bélicas y fueron adquiridos a precios de saldo por el gran capital filo-nazi? Y en el otro campo ¿cuantas divisiones acorazadas alemanas, modelos de bombarderos e investigadores fueron salvados por el capitalismo estadounidense (“los aliados”) para consolidar su investigación militar y con ella, su nueva hegemonía mundial, su gran salto adelante en el siglo, tras el bombardeo atómico de Hiroshima y Nagasaki?

Filmar los campos, saludar a los muertos en los memoriales de los campos, hablar con sobrevivientes de los campos…ayuda a pensar en ello y a extraer las consecuencias oportunas.

¿Y los Campos franceses, los eufemísticamente llamados campos de internamiento?

Conocíamos los campos de internamiento del sudeste, los campos como Argelès…elegimos el recorrido duro, el de las carreteras comarcales, los pequeños pueblos desde el oeste a Vernet d´Ariege, el de los Campos de Concentración, sus cementerios y memoriales. Empezamos en Gurs (conocido como el horror) en los Pirineos Atlánticos, un campo siniestramente longevo (1939-1946) que llegó a recluir a más de 60.000 personas…y donde 1.500 guerrilleros españoles, partisanos en la Resistencia, volvieron a ser internados después de La Liberación por canallescas razones diplomáticas de respeto al statu-quo franquista.

O el Campo de Septfons, del que queda en pié el cementerio español y la Estación de Borredon, doble vía hacia el hacinamiento, el hambre, la enfermedad, el Trabajo Obligatorio en Francia y también vía férrea a los campos de exterminio de Austria o Polonia.

Y por último Vernet, (próximo a Toulouse) el inmenso y durísimo Campo en que fueron internadas más de 40.000 personas procedentes de más de 50 países. En Vernet encerraron también a 9000 combatientes españoles, entre ellos a 3000 anarquistas de la Columna Durruti. Desde allí, el 3 de julio de 1944, se produjo la última gran deportación hacia el este que el antiguo brigadista italiano Francesco Nitti, (después integrado en el núcleo de la resistencia Bertaux y más tarde detenido y deportado a Gurs y Vernet), relató en su libro Caballos 8 Hombres 70, aludiendo al enclaustramiento y la miseria sufrida por cada grupo de 70 personas en vagones habitualmente destinados al transporte de animales…de 8 caballos.

Caballos 8 Hombres 70 obliga a revisitar la epopeya de 700 miembros de la resistencia, hombres y mujeres, procedentes de Vernet, hacinados en el llamado Tren Fantasma que les llevaba a Dachau y fue desviado y retenido por sucesivos sabotajes de la Resistencia: un viaje que debía durar tres días se prolongó durante ocho semanas. Ocho semanas de angustia, sed, fusilamientos…y evasiones. Francesco y parte de sus camaradas de vagón lograron fugarse de aquel infierno. Otros cinco perdieron la vida en el intento, aplastados por las ruedas del tren.

Recorridos de combate.

La región de los Pirineos Atlánticos y la de los Pirineos Medios y Altos, fue zona de permanentes combates de la Resistencia frente a Vichy y las tropas de ocupación alemanas. El compromiso de los combatientes procedentes de la España derrotada por el fascismo está presente en cada aldea, en cada sendero, en cada Memorial y Museo de la región pirenaica. Constituyen la cara rural de La Nueve. La otra cara de quienes procedentes del Chad, en el África colonial francesa, se enrolaron en la 2ª división blindada comandada por Leclerc.

Reforzada con el reclutamiento voluntario de 3000 refugiados españoles, la 2ª división de Leclerc participó en la liberación de Paris. Contó también con 22 blindados pilotados por esos voluntarios que habían bautizado sus carros de combate con el recuerdo de la guerra de España: Guernica, Guadalajara, Belchite, Teruel, Brunete... eran los tanques conducidos por la gente de La Nueve. Cruzaron el centro de la ciudad con sus banderas: rojas, rojinegras y republicanas.

Días después, 16 tanques españoles entraron en Berlín. Pero el recorrido realizado en representación de La Comuna ha procurado documentar lo menos conocido en nuestro país y por eso dedicamos especial atención a pequeñas localidades rurales como Castelnau-sur-l´Auvignon (Gers), donde cada 21 de junio se rinde homenaje ante su imponente Memorial a una veintena de resistentes muertos (entre ellos quince españoles) que formaron parte de la red de la resistencia conocida como Victoire.

Con origen en una logia masónica dotada de milicia armada, Victoire se constituyó en 1941, consolidándose durante los años siguientes mediante la incorporación plural de civiles armados y también combatientes españoles, entre ellos Tomás Ortega “Camilo” (al frente de la compañía guerrillera española).La actividad de Victoire fue decisiva en los combates del 20 y 21 de junio de 1944. La Resistencia allí, integrada por combatientes franceses, españoles e italianos contaba con 250 hombres, Camilo, formaba parte de su Estado Mayor. Las tropas alemanas, casi 600 hombres dirigidos por el general Von Schwerin, causaron destrozos en el pueblo pero, permanentemente hostigadas, desistieron de tomarlo. La acción de la Resistencia permitió la evacuación de la población lo que redujo las víctimas civiles a dos personas.

Al día de hoy, Castelnau es sede de un grupo permanente de trabajo integrado por diversas asociaciones memorialistas que reivindican el reconocimiento del pueblo en los itinerarios franceses en tanto que Enclave Rural de Memoria y Resistencia (Patrimoine des Monuments Historiques et Sites).

Los nombres de los guerrilleros Ortega Fonseca, Hernández García, Herrera, Valiente Murillo, Torres Solano, Álvarez Sánchez, Martínez, Benluce, Pinilla, Machante, Anadon, García Zamora, Mur, Blanez Ibañez, Roca Gómez…vuelven allí a pronunciarse el 21 de junio de cada año.

Recorridos de Memoria.

En un país como España, en que a pesar de las décadas transcurridas, persiste la más completa impunidad del régimen franquista y las trabas de la alta judicatura a cualquier intento de justicia se amparan en una ley de Amnistía redactada como ley de punto final y absolución de los crímenes de lesa humanidad y genocidio cometidos a partir de 1936, no es sorprendente que el Valle de los Caídos siga siendo el mascarón de proa memorialista de un régimen abominable.

En el estado español Historia, Memoria y Política, tienen un largo camino que recorrer. En ese camino se insertan también estos dos viajes de nuestra Asociación La Comuna.

Documentar la historia del combate frente al fascismo histórico, rescatar los momentos álgidos de resistencia, recuperar fotografías, carteles, manifiestos, periódicos y panfletos, arbolando centros de estudio que nos devuelvan la verdad tanto como las falsas interpretaciones de la misma ha constituido el objetivo central de nuestros recorridos, entrevistas y filmaciones. Y algo importante hemos encontrado. Los Museos de la Resistencia como el austríaco de Ebensee, los Museos franceses de Vernet y el de La Deportación y Resistencia que alberga la ciudad de Tarbes, el Museo de Auch…constituyen el testimonio vivo del desastre y la amenaza. Constituyen también un foco capaz de irradiar la cultura política de la dignidad. Son por eso un referente en el desierto hispano.

Aquí, donde las cárceles se destruyen para demoler la memoria y se reescribe la historia del siglo XX para amoldarla a las necesidades de la tiranía y sus herederos políticos, los pequeños Museos de la Resistencia y los Memoriales en honor de los combatientes, las calles como la dedicada en Toulouse el pasado 1 de septiembre al militar republicano y guerrillero Vicente López Tovar y el Monumento Nacional a los Guerrilleros Españoles erigido en Prayols en 1982 por iniciativa del Amical de Antiguos Guerrilleros Españoles en Francia, constituyen un ejemplo a conocer y difundir.

Por eso La Comuna, con la mirada puesta en cárceles como la de Alcalá, Segovia, Palencia…donde penó nuestra generación sus combates contra el franquismo terminal, se suma a la denuncia de tantas obras públicas (líneas férreas, embalses…) construidas con el trabajo esclavo de miles de presos políticos a partir de 1939. Por eso, porque forma parte de nuestro linaje resistente, apoyamos la exhumación de cuerpos olvidados en cientos de fosas comunes aún por descubrir. Con esos objetivos nos comprometimos en la elaboración de los documentales que recogen nuestro itinerario y entrevistas y trabajamos para que estén pronto en la calle, disponibles, para vergüenza de la casta política dominante. Esos documentales serán un estímulo para erigir lo que sigue ausente, favorecerán la reconstrucción de nuestra verdad histórica y serán también denuncia de los verdugos y sus valedores empresariales, culturales y religiosos. Serán debate para ser acción.

Internacionalizar, coordinar, avanzar.

Los resultados visualizados en Austria y Francia constituyen logros muy importantes y están en proceso. También lo está su generalización y el desarrollo de lo que en palabras de nuestro amigo Andreas Schmoller, investigador en la universidad de Salzburgo, constituye una nueva pedagogía de la memoria. Sin embargo y desde la modestia de quienes empiezan la tarea en la que otros llevan décadas, junto a los logros constatamos indudables carencias, limitaciones que restan filo político a los procesos en marcha.

Las carencias derivadas del peso de las fronteras nacionales, son ciertamente solubles, pero existen. Lo constatamos en la predisposición al contacto contaminante entre quienes se ocupan de los Museos de Ebensee (Austria) y Tarbes (Francia). El intercambio de publicaciones, investigaciones y actividades proyectadas hacia la juventud, está a la orden del día y solo es preciso establecer los protocolos que inicien una actividad interconectada que rentabilice experiencias, exposiciones y seminarios. Centros como el de Investigación de la Memoria de la España Republicana (CIIMER) expresaron su interés en abordar estudios críticos desde ambos lados del Pirineo y la posibilidad de alumbrar al respecto escuelas de verano alternativas…de hecho, su participación en eventos en Huesca, Catalunya y Euzkadi ya está comenzando. Es preciso decir que también contamos con sus archivos para alimentar los Museos de la Memoria pendientes en la península. El problema mayor no será el de las fronteras geográficas sino el de las posibles fronteras políticas y por tanto, las limitaciones ideológicas que solo pueden superarse desde la pluralidad, el rigor y el respeto a la diferencia. Frente a concepciones patrimoniales de la memoria y la consiguiente instrumentalización política de acontecimientos que pertenecen al inmediato pasado (y nos referimos tanto al uso del antisemitismo por el colonialismo israelí, como al uso del republicanismo que elude el combate por la revolución social o a la hegemónica consideración del fascismo, el nazismo o las democracias como fenómenos políticos ajenos a las estrategias capitalistas) las barreras irracionales del dogma dificultarían el debate, entendimiento y la reflexión desde la pluralidad. Dificultarían por tanto la recuperación de una memoria viva, capaz de operar como herramienta de transformación social que junto a otras, apunte a cambiar el mundo de base.

Emprendiendo ese camino difícil pero tan posible como necesario, retomamos las palabras de nuestra camarada Françoise Rodríguez (Paquita) militante de AAGEF-FFI: Lo que no se puede decir, no se debe callar, sino escribirlo.

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