Marcos, la dictadura mediática y el abismo de la reforma laboral

Lunes 19 de noviembre de 2012, por Mar

Joan Benach, María Menéndez, Salvador López Arnal, Jordi Mir, Mercedes Iglesias

Luchar por la clase trabajadora del futuro

Hace cinco años que padece una hernia discal. Ha trabajado como operador técnico en Telefónica desde hace más de dos décadas y sufre dolores de espalda que le impiden trabajar y le obligan en el 2010 a coger la baja por enfermedad por causa médica justificada. El viernes 4 de febrero de 2011, la empresa comunica secamente a Marcos Andrés Armenteros su despido. La carta es aplastante: “usted ya no es rentable”. Los dirigentes de la empresa aplican el artículo 52.d del Estatuto de los Trabajadores aprobado en julio de 2010 tras una reforma laboral aprobada por el PSOE que permite despedir a un trabajador de baja por enfermedad justificada. Aunque en primera instancia el despido es declarado nulo, la empresa recurre la sentencia. Más tarde, el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) considera que no está demostrado que exista discriminación sindical y declara que el despido es improcedente. La empresa puede elegir ahora a su antojo: readmitir o despedir con indemnización. Decide lo segundo. El despido de Marcos (y el de Mari Cruz en Madrid, despedida por las mismas razones) es una advertencia para toda la plantilla: quiere generar miedo y coaccionar para reducir y abaratar tanto como se pueda su coste en forma de salarios y condiciones laborales. Desde 2011, Telefónica aplica un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) con el que pretende eliminar 6.500 puestos de trabajo en 3 años (un 20% de toda la plantilla). De hecho, en las dos últimas décadas han desaparecido más de 50.000 empleos estables a la vez que la actividad de la empresa se desarrolla mediante procesos de segregación y externalización, la mayor parte de veces con trabajadores temporales y peores condiciones y de forma precaria en empresas filiales y subcontratadas.

Tras meses de movilizaciones y organizarse en asociaciones como la Plataforma “Marcos Readmisión” o “Sí, Soy Rentable”, el 5 de noviembre de 2012 Marcos y cinco de sus compañeros dan un paso más: inician una huelga de hambre como medio para despertar las conciencias.

“Si tomamos esta medida es porque sindicalmente es imposible. El desequilibrio entre el poder de las empresas y el de los sindicatos es tan inmenso, se ha destrozado tanto el movimiento sindical, que lo que se ha podido lograr por esa vía ha sido nada”, comenta Pedro.

“No sabemos cómo saldremos, pero sí como entramos: con la dignidad de defender la clase trabajadora y las generaciones futuras”, dice Marcos.

En agosto de 1980, más de 700 personas empezaron una huelga de hambre en Marinaleda en una situación de desempleo y miseria calificada de “holocausto social”. En la lucha participaron 300 jornaleros y jornaleras en paro, más de 400 vecinos y vecinas del pueblo, el alcalde y los concejales. La viñeta de un periódico sintetizó la situación: “Marinaleda: 800 vecinos en huelga de hambre. El resto, en hambre solamente.” Lo mismo ocurre en el caso de Telefónica y el mundo laboral actual. La huelga de hambre de Marcos, Laurentino, Josep, Carles, Alberto y José Garea (que llegó de Euskadi y les acompañó durante 6 días), simboliza la brutal degradación de las condiciones de empleo y trabajo que se está produciendo en Catalunya, España y tantos otros países. Su lucha es la lucha, debe serlo, de la inmensa mayoría de trabajadores y trabajadoras que sufren, o van a sufrir muy pronto, los efectos de un auténtico “golpe de estado” en materia laboral.

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Fotografía de Alberto y Marcos (de pie), Josep, Laurentino y Carles en su duodécimo día de huelga de hambre. (diario.es. 17/11/2012). http://www.eldiario.es/diarisolidar...

Nuevas reformas laborales para crear “nuevos esclavos”

El despido de Marcos, y con él el de decenas de miles de personas mediante políticas diseñadas y ejecutadas a través de reformas laborales, refleja la profundización del capitalismo neoliberal a lo largo de tres décadas en la búsqueda de crear, como dice Marcos, el “nuevo esclavo del siglo XXI”.

En España, las recientes reformas laborales aprobadas por el PSOE y el PP forman parte de un largo proceso de cambios legislativos durante las tres últimas décadas. La última reforma laboral aprobada por el gobierno del PP en 2012, aprobada con urgencia, sin debate público ni negociación social, como una mera “acción técnica”, está empeorando aún mucho más las cosas. Los argumentos más citados para justificarla son que en España el desempleo y la temporalidad son muy elevados, que hay un mercado laboral “rígido” y “dual”, con algunos trabajadores muy protegidos y otros muy precarios. Gracias a la nueva reforma, se aduce, se creará empleo y mejorará la situación económica del país. No son argumentos nuevos. Todas las reformas laborales realizadas se han justificado en que el problema del mercado laboral radica en la excesiva regulación de las relaciones laborales en lugar de en nuestro modelo productivo. También se asegura que es una reforma “equilibrada”, donde “todos ganan, empresarios y trabajadores”, que es “un proceso necesario e inevitable” y que ayudará a que “los jóvenes tengan un horizonte de futuro” para acabar con “el pesimismo y la desesperación”. No es verdad.

Junto a la privatización de la sanidad, la reforma laboral es la “joya de la corona” del gobierno del PP y de otros gobiernos de corte autoritario neoliberal (como el de CiU con el apoyo del PP en Cataluña), que aspiran a transformar profundamente no solo el sistema de relaciones laborales sino también el sistema político reduciendo aún más la limitada democracia existente. Es un auténtico “golpe de estado” laboral sin precedentes históricos recientes en nuestro país. En la reforma laboral, el gobierno del PP muestra sin tapujos su cruda ideología empresarial de clase, anti-sindical, de índole neofascista y neoliberal. En el propio BOE se imparten lecciones sobre la holgazanería del trabajador español el cual necesita de mano dura para trabajar, ya que sin el miedo al despido su productividad es supuestamente baja. El empresario omnipotente debe gozar del derecho al despido libre. Y peores cosas pueden pasar. Por ejemplo, el conseller de Economía y Conocimiento de la Generalitat catalana, Andreu Mas-Colell, ha afirmado que si en un año y medio o dos años el paro sigue sin descender habrá que hacer otra reforma. , El objetivo de la reforma laboral es claro: reforzar el poder de los empresarios y debilitar a sindicatos y trabajadores. Sus características más importantes se resumen de este modo: abaratar y facilitar los despidos, debilitar los convenios colectivos y fortalecer los “acuerdos” individuales, precarizar el mercado laboral y empeorar las condiciones laborales favoreciendo la “flexibilidad interna”. Sus principales efectos son: la destrucción de puestos de trabajo, la reducción del salario, el aumento de la desigualdad social, el empeoramiento de las condiciones de empleo y trabajo, el aumento del “presentismo” laboral de trabajadores enfermos que acuden a trabajar para evitar ser despedidos, y el mayor daño a la salud y las condiciones de vida de la clase trabajadora y de sus familias.

Un bloqueo mediático que niega el derecho a la verdad

El despido, sus causas y consecuencias, la reivindicación y la huelga de los trabajadores de Teléfonica apenas si son aún conocidos por el grueso de la ciudadanía. Son invisibles. Marcos y sus compañeros quieren romper ese bloqueo. Las redes digitales ayudan a difundir la noticia. Primero fueron flashmobs y videos en Youtube, luego la infiltración del portal corporativo de la Fundación Telefónica con mensajes de denuncia y crítica, y más tarde con cuentas de Twitter y un blog de apoyo a la huelga de hambre. No es suficiente. En un claro bloqueo mediático para ocultar el tema, los mass media apenas informan, siguen ausentes, niegan el derecho a difundir la verdad. Artículos a punto de ser publicados fueron retirados en el último momento. ¿Por qué? Tres son quizás las principales barreras que impiden la difusión veraz de información: la dependencia de fuentes de información afines ideológicamente al poder, la concentración de los propietarios de los mass media y, especialmente, la dependencia de la publicidad que tienen unos medios que fundamentalmente viven de “vender público a los anunciantes.” Así pues, ante las presiones de Telefónica y que ésta retire su apoyo publicitario, hasta ahora apenas si algún medio informativo oficial, en radio, televisión o diario (excepto la prensa digital), ha publicado la noticia de la huelga de hambre.

La no readmisión de Marcos es una injusticia palpable, el bloqueo informativo un escándalo social. Sin el derecho a una información veraz la democracia no puede existir. En una sociedad donde no se oye la voz del pueblo y mandan elites muy poderosas, el brutal impacto de esa gran estafa social llamada “crisis” sobre la vida y la salud están ausentes, sus causas no se tocan.

Las huelgas de hambre son una forma de protesta pacífica que posee gran fuerza simbólica. No se golpea ni dispara a nadie, no se atenta contra la vida de personas sino que se pone en riesgo la de uno mismo. Como recitar una proclama o escribir un artículo, la huelga es un acto íntimo y un mensaje público. Gandhi realizó 17 huelgas de hambre. La primera duró sólo 4 días en Ahmedabah. Sólo doce días antes de que fuera asesinado en Nueva Delhi en enero de 1948, a los 78 años de edad, Gandhi ayunó nuevamente para lograr su objetivo. Como enseñan las luchas de Gandhi, la huelga de hambre es una fuerte amenaza para el poder. Elites, gobernantes, directivos de empresas, los poderosos, lo saben. Por eso esconden y esperan, ocultan y niegan, tapan y callan. Saben del enorme poder simbólico y político que esa noticia puede tener si llega masivamente a los medios. Prefieren que la lucha de los huelguistas sea silenciada y así evitar tan siquiera tener que pronunciarse.

El domingo 18 de noviembre de 2012, Marcos Andrés, Carles Ballena, Josep Bel, Alberto Díez y Laurentino González han cumplido ya su 14 día de huelga.

“Marcos ya no es sólo un nombre, Marcos ya no soy yo, hay muchos Marcos que queréis hacer desaparecer de la empresa, muchos Marcos que están hartos del ninguneo y vuestra prepotencia y esta huelga de hambre marcará un antes y un después, de eso no hay duda”, afirma Marcos.

Todos los que les apoyamos y sentimos íntimamente el esfuerzo de su lucha, debemos ayudar a romper el bloqueo de esa dictadura mediática, debemos ayudar a anular el artículo del Estatuto de los Trabajadores que ampara a las empresas, todos debemos lograr que se retiren unas reformas laborales que quitan el poder a los trabajadores y trabajadoras, que dañan la dignidad del ser humano, que permiten despedir a personas enfermas, que despiden, que matan.

En la navidad de 1977, cuatro mineras y sus veinte hijos iniciaron una huelga de hambre en la Paz (Bolivia) contra la dictadura de Hugo Banzer Suárez. Una de ellas, Domitila Chungara, señaló: “en la mina siempre hay huelga de hambre. Nomás nacer y ya empieza la huelga de hambre.” Primero se les unió un sacerdote español Luis Espinal. Dos semanas más tarde ya eran mil quinientos. Tras veintitrés días, las calles de las ciudades bolivianas fueron invadidas por la gente. Al empezar su huelga las mujeres dijeron: “estamos informando”.

Informemos nosotros de lo que ocurre. Expliquemos las causas y consecuencias de lo que está ocurriendo. Salgamos sin miedo a la calle para luchar. Informemos, expliquemos y luchemos. Están luchando por ellos y por todxs nosotrxs.

Notas

(1) Según la legislación aprobada en septiembre de 2010 bajo el gobierno del PSOE (con la abstención de CiU y el PNV), se puede despedir quien haya superado el 25% de faltas de asistencia al trabajo en cuatro meses dentro de un periodo de 12 meses. En concreto, Marcos ha sido despedido por estar de baja 31 días a lo largo de 4 meses (elegidos aleatoriamente por Telefónica) desde enero de 2010 a enero de 2011.

(2) Telefónica quiere deshacerse de la plantilla fija para subcontratar todas las tareas a empresas deslocalizadas en países del Magreb y de América del Sur, donde los salarios y las condiciones de trabajo son mucho peores. Entretanto, los beneficios de Telefónica en los 9 primeros meses de 2012 superaron los 2.800 millones de euros y la desigualdad salarial sigue creciendo: el presidente cobra 150 veces más que un trabajador medio mientras 3 directivos se repartieron 17 millones de euros en 2011.

(3) Díaz Valero P. “Telefónica: Cuando el aumento de la productividad y la competitividad van de la mano de la precariedad laboral.” XI Jornadas de Economía Crítica. 2008:1-26.

(4) Ver: “700 vecinos de Marinaleda, en huelga de hambre por falta de empleo comunitario”. El País. 15-08-1980. http://elpais.com/diario/1980/08/15... (5) Benach J, Muntaner C, with Solar O, Santana V, Quinlan M y la red EMCONET. Empleo, trabajo y Desigualdades en Salud: Una visión Global. Barcelona: Icaria, 2010.

(6) Recio A. Dos mentiras sobre la reforma laboral. Mientras Tanto-e. Marzo 2012. http://mientrastanto.org/boletin-10... Reforma laboral y crisis: efectos sobre la economía española. Fundación IDEAS. http://ep00.epimg.net/descargables/...

(7) Benach J, Muntaner C, Tarafa G, Valverde C. La sanidad está en venta (y también nuestra salud). Barcelona: Icaria, 2012.

(8) Boletín oficial del Estado (BOE). Real Decreto-ley 3/2012, de 10 de febrero, de medidas urgentes para la reforma del mercado laboral. http://www.boe.es/boe/dias/2012/02/...

(9) Mas-Colell avanza que si la reforma laboral no reduce el paro en dos años habrá que hacer otra. La Vanguardia. 21-03-2012. http://www.lavanguardia.com/local/b...

(10) Si la sociedad civil no es capaz de detener el movimiento conservador de los próximos años calificado por el historiador Josep Fontana como de “cuatrienio ominoso en manos del PP”, además de desmantelar el marco laboral y otorgar aún más poder a los empresarios, presumiblemente se querrán imponer medidas más graves aún si cabe: una ley antihuelga, una reforma de la ley orgánica de libertad sindical, una nueva reforma del sistema de protección al desempleo, una nueva reforma del sistema de pensiones públicas y el desmantelamiento de la educación y la sanidad públicas.

(11) En España, el “presentismo” ha aumentado notablemente en los últimos años debido a la actual crisis económica: desde un 45% en 2010 al 85% en 2012, lo que significa que actualmente 8 de cada 10 trabajadores pasan más horas de las establecidas en sus puestos de trabajo. Entre quienes alargan su jornada en la empresa, 6 de cada 10 argumentan que lo hacen por temor a perder su empleo, mientras que el 24% se queda en su puesto porque falta personal. Ver: Randstad. http://www.randstad.es/content/abou...

(12) Benach J, Moreno N, Muntaner C, Moncada S, Llorens C, Menéndez M, Tarafa G. La reforma laboral y su impacto en la salud. Mientras Tanto. http://www.mientrastanto.org/boleti...

(13) Hasta el momento la difusión de la noticia ha recibido eco en diarios digitales como Rebelion, Kaos en la red y otros, pero la gran mayoría de diarios han prestado una atención nula o mínima a la noticia. Ver el diario ABC: http://www.abc.es/videos-espana/201...; Esther Vivas: “Huelga de hambre en Telkefónica: la dignidad de los que luchan”. Público, 13-11-2012. http://blogs.publico.es/esther-viva...; Brais Benítez. “Telefónica ignora a sus empleados en huelga de hambre” en MÁSPúblico, 10-11-2012, http://maspublico.com/tags/baja-laboral/; Lali Sandiumenge “Luchamos contra Telefónica en su propio terreno” del 11 de noviembre fue censurado algún tiempo por la Vanguardia. http://guerrerosdelteclado.wordpres... y http://blogs.lavanguardia.com/guerr...; Periódico diagonal: http://www.diagonalperiodico.net/Ci....

(14) Apunta Carles Ballena, uno de los huelguistas: “Que consigamos algo dependerá de la repercusión que haya, y por eso el papel de los medios es importantísimo (…) Tenemos muchas esperanzas de que con el incremento de la presión social que habrá pueda entablarse un diálogo. Seguiremos”. Publicado en: Brais Benítez. “Telefónica ignora a sus empleados en huelga de hambre”. MÁSPúblico, 10-11-2012, Accesible en: http://maspublico.com/tags/baja-laboral/ (15) Benach J, Tarafa (coords). Sin trabajo, sin derechos, sin miedo… La Reforma Laboral y sus efectos sobre el trabajo y la salud. Barcelona: Icaria (en preparación).

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