NPA: ¡Imponemos la igualdad de los derechos!

Martes 18 de diciembre de 2012, por Mar

Nouveau Parti Anticapitaliste

Enredado con su gestión liberal de la crisis, el gobierno Ayrault (Primer Ministro) no se contenta con hacer ojitos a Medef, retroceder ante las provocaciones de un Mittal, o recurrir permanentemente al encargado de la seguridad, Manuel Valls (Ministro del Interior). Esto sólo sorprenderá a los que no habían leído bien las promesas del candidato Hollande. Es sin duda en las cuestiones relativas a la sociedad donde los desengaños van a ser los más difíciles de tragar para una parte del electorado socialista, si el gobierno vacilaba en someter al Parlamento los proyectos de ley sobre el matrimonio para tod@s y el derecho a voto para l@s extranjer@s que viven en Francia. Estas dos leyes, si fueran votadas, no arruinarían el presupuesto del Estado, sólo costarían un poco de coraje político. Como el que tuvo por ejemplo Robert Badinter frente a una opinión pública mayoritariamente hostil a la abolición de la pena de muerte. Como el que tuvo Simone Veil, empujada por la izquierda y la movilización del movimiento feminista, limpiando al Parlamento de las pullas sexistas y las amenazas de una parte de los elegidos de su propio bando político cuando defendía la ley para legalizar la intervención voluntaria del embarazo.

En la calle por el derecho al matrimonio

Hoy día el Partido Socialista detenta la mayoría absoluta en el Parlamento y podría perfectamente proponer los dos proyectos de ley (matrimonio para tod@s y el derecho a voto de l@s extranjer@s) a partir del mes de enero. Después de muchas dudas, y un primer informe, el gobierno aprobó finalmente el 7 de noviembre el proyecto de ley sobre el matrimonio para tod@s que será propuesto al Parlamento a finales del mes de enero. Sin embargo, no parece muy revolucionario puesto que la legislación ya ha sido aprobada por 12 países, 8 de los cuales de la Unión Europea. Apenas se hizo público este proyecto, François Hollande asustado por los ataques de la derecha, dio un paso atrás evocando que añadiría la clausula de «libertad de consciencia de los alcaldes» que no querrían celebrar los matrimonios entre personas de mismo género. Esta señal mandada a los ediles reaccionarios fue también la de una retirada del gobierno frente a la derecha, la extrema derecha y al episcopado.

Los movimientos LGBTI, apoyados por las organizaciones progresistas y anticapitalistas, han dado una respuesta a la derecha reaccionaria y a las tergiversaciones del gobierno, organizando una movilización masiva este 16 de diciembre. Solo es un primer paso entre dos fuerzas enfrentadas. Esto es muy importante, saludable, pero tiene que prever sin más esperas nuevas iniciativas a partir de principio de año. Los «anti-matrimonio para tod@s» ya han programado manifestaciones para el 13 de enero, ¡y no podemos dejarles tomar la calle! La aprobación de esta ley y la calidad de su contenido no dependerán de firmas, aunque sean prestigiosas, sino de las movilizaciones que construiremos. No aceptar una ley por poco dinero significa que se tiene también que luchar para que ella integre el derecho a la procreación médicamente asistida como para las parejas heterosexuales.

¡Aquí vivimos, aquí votamos!

El compromiso del NPA con las asociaciones LGBTI puede ser entendido como una manera de proselitismo a favor de la institución patriarcal que es el matrimonio. Pero solo es la defensa de un principio fundamental que es muy preciado para nosotr@s, el de la igualdad de los derechos. Es por lo que, sin jerarquizar las opresiones, también saldremos a la calle el martes 18 de diciembre con ocasión de la jornada internacional de l@s migrantes.

Estaremos allí al lado de l@s trabajadores/as sin papeles para l@s cuales nada ha cambiado desde el acceso de la izquierda al poder; al lado de l@s ruman@s contra los cuales la represión nunca se debilita; al lado de las víctimas de la islamofobia y del racismo; al lado de todas y todos los que exigen del gobierno que someta al Parlamento a un proyecto de ley que concretizaría el quincuagésimo compromiso del candidato Hollande: el derecho a voto para l@s extranjer@s. Este proyecto que nació hace 30 años ha desaparecido pura y simplemente de la agenda gubernamental y en el mejor de los casos podría ver la luz en 2014... Digamos nunca. Con el aumento de las ideas racistas y de la intolerancia, la derecha y la extrema derecha glorifican lo que Copé (presidente del partido UMP) predice como «una nueva retirada del gobierno».

Reconquistar el terreno de las movilizaciones sociales y democráticas, antirracistas y antifascistas es la única manera para imponer a cualquier gobierno que sea una evolución de la legislación que permitiría la igualdad de los derechos, de todos los derechos entre todas y todos que viven junt@s.

Traducción de Lea Demik, activista estudiantil y militante del NPA, para Izquierda Anticapitalista.

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