Anticapitalistas
La “estrategia de choque” consiste en golpear al adversario muy rápido y fuerte para desorganizar su defensa intoxicando a la opinión pública a golpe de mentiras. Después de más de un año, la Izquierda dice que el gobierno Di Rupo lleva a cabo una estrategia de choque a la belga. El presupuesto de 2013 confeccionado por esta coalición de la desgracia muestra que tenemos razón. Del lado de las mentiras, están servidas: “No se toca el índice”, “Esto no es austeridad, sólo rigor”, “Los esfuerzos están repartidos de manera equitativa” y “El gobierno toma medidas para la recuperación”. En realidad el índice está manipulado por una modificación de la composición de la “cesta de la compra”, los salarios están congelados durante al menos dos años, la no sustitución de los funcionarios del Estado y por tanto su jubilación suprimirá 4000 empleos y 710 millones de ahorros son impuestos en la seguridad social.
Por el contrario, la patronal recibe como regalo una nueva bajada de las cotizaciones a la seguridad social (“cargas”, como se dice, cuando se trata de nuestro salario), las llamadas medidas contra el capital financiero son cosméticos y la supuesta recuperación se basa en dogmas neoliberales mediante la reducción de esos “cargos”, así como la intensificación de la explotación del trabajo.
Las medidas relativas a la fiscalidad sobre el capital son particularmente chocantes. Mientras que las grandes empresas no pagan impuestos, mientras que la deducción de los intereses nacionales cuesta anualmente más de 4.000 millones al conjunto de la población, el “austeritario” Di Rupo no encuentra más que 250 millones que recuperar. Mientras que el fraude fiscal supone 20.000 millones al año, la “intensificación de la lucha” contra esta lacra no reportará más de 217 millones y los grandes estafadores son indultados. Los ministros del PS presumen del aumento al impuesto de retención: “olvidan” que el carácter liberador de retención está restablecido, de modo que se ha anulado una de las medidas de las que se enorgullecía el lado progresista dentro del presupuesto de 2012. La prensa financiera se frota las manos observando que esto aleja el riesgo de catastro de las fortunas…En cuanto al impuesto de 0,4% sobre las ganancias del mercado de valores, la misma prensa no oculta que se trata de una medida simbólica, que apunta únicamente a dar una ilusión de justicia.
Ilusión: he aquí la palabra clave de este gobierno y de su primer ministro. Sólo un ilusionista puede hablar de “presupuesto justo” cuando la congelación salarial y el tejemaneje del índice significan una nueva reducción planificada de la parte de los salarios en la riqueza nacional en beneficio de los accionistas. Pero no sólo es el primer ministro: sus acólitos son de la misma madera. Interviniendo en la cámara, el líder del grupo PS ha felicitado a Di Rupo por este presupuesto “que respeta el rigor y el poder adquisitivo, permite la recuperación y el mantenimiento de nuestro bienestar social, evita castigar a la población y busca más justicia fiscal”.
En realidad, este gobierno pretende buscar la justicia fiscal para no encontrarla. En cuanto a la “recuperación”, veamos. La astucia del falso Di Rupo consiste en bautizar como recuperación a lo que sus predecesores llamaban “aumento de la competitividad”. Las recetas son las mismas: flexibilidad, precariedad, anualización del tiempo de trabajo, “caza” a los desempleados, endurecimiento autoritario de la “norma salarial”, supresión de la libertad de negociación colectiva, etc.
No lo dejamos de repetir desde hace un año: detrás de las mentiras de los ilusionistas, este gobierno ha declarado la guerra al mundo del trabajo. Frente a esto, si las organizaciones sindicales mantienen su línea del mal menor, se condenan a convertirse en correas de transmisión de la política capitalista. Algunos dirigentes sindicales han optado por esta vía, hasta el punto de convertirse a su vez en ilusionistas. Otros no tienen más que una posibilidad: apoyarse en la movilización democrática de sus afiliados para articular la resistencia social y la construcción de un nuevo partido del mundo del trabajo, capaz de poner en perspectiva otro gobierno para otra política en otra Europa. Anticapitalista.
Céline Caudron, militante de la LCR belga.
http://www.lcr-lagauche.be/cm/index...
Traducción de Tomás Martínez para Izquierda Anticapitalista
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