Italia ante las elecciones. ¿Dónde esta la izquierda?

Viernes 22 de febrero de 2013, por Pacheco

Es una cuestión de supervivencia la que asola a los partidos a la izquierda del Partido Democrático (PD) en las elecciones que tienen lugar el próximo fin de semana en Italia. En las últimas elecciones del 2008 no consiguieron elevar a ningún diputado al parlamento. Si esto llega a repetirse en las próximas elecciones, el futuro de la izquierda parlamentaria en Italia está en riesgo. El partido de Rifondazione Comunista (PRC) y el Partido de los Comunistas Italianos (PdCI), entre otros, fueron excluidos.

La coalición La Izquierda-Arco Iris no consiguió movilizar ni siquiera a su fiel electorado. Además de todo esto - y el análisis es unánime - paga como castigo el hecho de haber apoyado durante dos años al gobierno social-liberal llamado de centro-izquierda del primer ministro Romano Prodi: Rifondazione, Partido de los Comunistas Italianos, los Verdes e Izquierda Democrática tuvieron ministros en funciones pero en esos dos años ninguno de ellos realizó trabajo alguno que mostrar. Los resultados hablan por sí mismos.

Incluso después de cinco años haciendo oposición fuera del parlamento, no se puede hablar de una regeneración de la izquierda en Italia. En 2008 Rifondazione Comunista, después de una escisión, de la que también nació Sinistra Critica, sufrió una división que dio origen a dos partidos diferentes. El portavoz de la minoría, Nichi Vendola, fundó Izquierda Ecológica Libertad (SEL), que en las elecciones del 24 y 25 de Febrero se presentará en coalición con el Partido Democrático.

Vendola está sin duda dispuesto a aceptar el riesgo de que el PD, como candidato favorito para ganar en las elecciones, no es en absoluto una fuerza de cambio político y mucho menos de ruptura. Esto significa que ocupar un puesto en el gobierno implica dar continuidad a las políticas llevadas a cabo hasta ahora por Mario Monti.

La no renegociación del paquete de medidas fiscales de la Unión Europea y de las condiciones impuestas a Italia en la zona euro y la imposibilidad de cambio de las últimas reformas en relación al despido de trabajadores no dejan gran margen de maniobra. Pequeños cambios en las tasas impuestas por la austeridad todavía se pueden hacer, pero esto sólo ocurrirá si Bersani y el PD lo consideran aceptable.

Es preciso tener en cuenta que, en breve, la Izquierda Ecológica de Vendola se reunirá con Bersani y Monti u, otra opción, se reunirá con los seguidores de las políticas de Monti. La mayoría absoluta está garantizada en la cámara de los diputados, sin embargo esto no es así para el senado. Si esta mayoría no se logra en el senado, Bersani tiene la intención de lograr una coalición gubernamental con la corriente ideológica de Monti. Para Vendola y SEL éste sería un sapo difícil de engullir.

Mientras tanto, al mismo tiempo que Nichi Vendola se alía con el gobierno, la coalición de izquierda Revolución Civil, en la que finalmente ha decidido no integrarse Sinistra Critica, plantea una oposición frontal en la izquierda. Esta coalición, formada por la izquierda comunista, los Verdes y el partido Italia de los valores, del conocido activista anticorrupción Antonio di Pietro, tiene algo muy específico en común: la voluntad de supervivencia. Si hablamos de sobrevivir, debemos referirnos también al Movimiento Naranja, coalición procedente de Milán, Nápoles y Palermo.

En este con texto surge Antonio Ingroia, candidato favorito de Revolución Civil. Nacido en Palermo en 1959, colaboró como abogado antimafia en el equipo del que formaban parte los jueces Falcone y Borsellino, asesinados en 1992. Ingroia es conocido por su investigación en el caso “Cosa Nostra”. Se define como un “defensor de la Constitución” y en otoño lanzó la iniciativa “Cambiar se puede”. Se declara laico, apoya la educación pública y las políticas antimafia. Su programa se relaciona con el hecho de que se trata de un claro rechazo del programa de austeridad de Monti-Bersani.

Y así es como se distingue positivamente Ingroia de la agitación del Movimiento Cinco Estrellas del comediante Beppe Grillo, que lleva a cabo una feroz campaña en contra de lo que llama “clase política”. Recientemente, Grillo comparó a los políticos con Hitler, Mussolini y Ceausescu poco antes de la caída de sus regímenes. Sin embargo, el movimiento de Grillo representa una fuerte competencia para los restantes partidos a la izquierda.

La escisión por la izquierda de Rifondazione, la Sinistra Critica anticapitalista, que participó en la convocatoria de “cambiar se puede” junto a las demás fuerzas de matriz comunista, decidió no participar en la coalición Revolución Civil al considerar que el “decálogo” de Ingroia no plantea una crítica frontal al liberalismo. Sinistra Critica no presentará tampoco listas propias a las elecciones, considerando que en este terreno no existen hoy las condiciones para una presentación autónoma ni anticapitalista.

En la coalición Revolución Civil los comunistas están en una fuerte campaña para que los electores voten mejor que en 2008, lo que no será fácil porque, como admitió el secretario general de Rifondazione, Paolo Ferrero, el “líder” Antonio Ingroia no personifica la tradición cultural y política. En un provocativo editorial en “Il Manifestó”, publicado el 15 de Enero, Alberto Burgio escribe “Sólo el éxito de Revolución Civil puede traer cambio, sin el cual la izquierda en Italia podrá desaparecer por bastante tiempo”. Y añade “sería imperdonable no aprovechar esta última oportunidad”.

http://www.esquerda.net/artigo/it%C...

Traducción de Tomás Martínez para Izquierda Anticapitalista

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