Presentación del Manifiesto Antifascista Europeo

Viernes 8 de marzo de 2013, por Pacheco

El viernes 1 de marzo tuvo lugar, en la sala Valle- Inclán del Círculo de Bellas Artes de Madrid, la presentación del Manifiesto Antifascista Europeo. Jorge Riechmann explicó su surgimiento a raíz de una iniciativa espontánea que fue formalmente asumida por Siryza en Grecia, y su necesidad en estos momentos en que partidos nazis vuelven a amenazar a los pueblos de Europa. Unos partidos fascistas de nuevo cuño, que se proclaman herederos directos del nazismo, diferentes de las versiones de la extrema derecha que ya conocíamos en Francia o Italia. Por motivos de salud excusó su asistencia el poeta y resistente Marcos Ana que envió un pequeño mensaje de apoyo; por causas familiares tampoco pudo estar el escritor Isaac Rosa aunque nos acompañó con sus palabras.

En primer lugar intervino Dimitris Tsoukalas, diputado de Siyriza en el Parlamento griego, que expuso la situación de Grecia tras las últimas elecciones generales, la devastadora crisis social y económica producto de las políticas impuestas por la troika y algunos factores que explican el surgimiento y el amplio respaldo electoral de Amanecer Dorado; el racismo y la xenofobia como componente esencial de su ideología, el desprecio del otro, del diferente, la violencia frente a la emigración, la búsqueda de apoyo en sectores populares con la puesta en marcha de comedores sociales, ayudas a desempleados... toda una red de apoyo a “los auténticos griegos” y de violencia frente a la muy numerosa población emigrante. Los ejemplos que desgranó, ya como respuesta a preguntas que surgieron en el coloquio, de las “acciones” de Aurora Dorada, de una impunidad y violencia extrema, plasmaron un clima que nos situó en la Europa de los años 20 y 30, en pleno surgimiento y auge del fascismo y el nazismo.

Yayo Herrero, antropóloga, activista de Ecologistas en Acción, y Justa Montero, de la Asamblea Feminista, insistieron en vincular nuestra solidaridad internacionalista con una mirada que atienda a la realidad más cercana. El expolio de la naturaleza, el crecimiento económico de los países del norte sustentado en la explotación de seres humanos y recursos del resto de la humanidad, la actual crisis económica como pretexto para suprimir conquistas sociales... pero también la necesidad de proponer un modelo distinto de sociedad, una nueva relación con la naturaleza. La soledad del movimiento ecologista, frente a los tradicionales partidos de izquierda, al criticar durante años trenes de Alta Velocidad, absurdas infraestructuras, urbanizaciones... ejemplifica la necesidad de un cambio radical de perspectiva. La crisis, caldo de cultivo de los movimientos fascistas, se asienta sobre la quiebra de un modelo que ya no puede ni debe regresar.

Hablar de fascismo es hablar de nuestro más cercano e inmediato presente. Así, con un emocionado recuerdo a la memoria de Yolanda González, asesinada en Madrid por la extrema derecha en febrero de 1980, comenzó la intervención de Justa Montero. Un fascismo que se perpetuó en la policía y fuerzas de seguridad, en la judicatura... Y que explica que uno de sus asesinos, Emilio Hellín, esté en la actualidad, y desde hace años, trabajando para los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Fascismo que se manifiesta también en la criminalización de los movimientos sociales y en detenciones arbitrarias como la muy reciente del compañero Alfon, 56 días en prisión tras la Huelga General del 14-N. Fascismo que es también violencia machista, desprecio del diferente (gais, lesbianas, emigrantes).

Jorge Riechmann leyó un texto de Yorgos Mitralias en el que calificó de “un pequeño milagro” el nacimiento de este Manifiesto y lo que sería la creación de un movimiento antifascista europeo: surgido de una iniciativa individual y aislada, sin apoyo de ningún partido, sindicato o medio de comunicación, ha sido capaz de movilizar numerosas fuerzas pues responde a una necesidad vital. “Se trata de nuestra supervivencia pero también de la supervivencia de valores como la solidaridad, la fraternidad y la dignidad humana que hacen la vida digna de ser vivida.”

Jorge Riechmann leyó también las palabras enviadas por Isaac Rosa que nos recordaron que el miedo es el abono natural del fascismo, la violencia su nutriente clásico y el desprecio por la cultura uno de sus componentes esenciales. Su escrito terminaba así: “En esta Europa del miedo no podemos esperar a que nos protejan de la amenaza fascista unas instituciones y gobiernos que no creen en la democracia, que ceden una y otra vez ante el poder financiero cuando no actúan como sus representantes; que se vuelven histéricos cuando los ciudadanos no votan responsablemente. O construimos nosotros la resistencia, o no habrá resistencia. Todavía estamos a tiempo.” Un cálido y prolongado aplauso dio cuenta de la emoción producida por las palabras del escritor.

Antes de comenzar el coloquio se proyectó un vídeo con un mensaje de adhesión de Federico Mayor Zaragoza.

El debate que siguió fue de gran interés, con numerosas intervenciones y puso en evidencia la urgencia y la necesidad de iniciativas como las que este Manifiesto pone en marcha. Jorge Riechmann, en su intervención final, recogió algunas de las sugerencias aportadas en el coloquio y nos emplazó a continuar entre todas y todos en la urgente tarea de frenar el ascenso de la barbarie fascista en Europa. Los aplausos de las 150 personas que llenaban la sala Valle-Inclán expresaban este compromiso y esta responsabilidad. Una convicción que Yorgos Mitralias nos transmitía así: “Nadie puede garantizar que nuestra iniciativa antifascista europea llegue a buen puerto. Todo está por hacer y por inventar pero hay una verdad sobre la que no tenemos ninguna duda: el único combate perdido de antemano es el que el que no se entabla. Es cierto, todo está por hacer no sólo para que el combate actual se lleve a cabo sino también para que seamos capaces de ganarlo. Todos unidos podemos ganarlo, podemos derrotar a la barbarie. Esta vez, ¡NO PASARAN!” Antonio Crespo Massieu

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