Hay otro camino tras el 19º Congreso del KKE

Miércoles 13 de marzo de 2013, por Pacheco

Con gran concurrencia, pero también con intensa sobrerrepresentación, prosigue el diálogo precongresual en el KKE de cara a su 19º congreso. Hecho inusual, para los hábitos del partido, es el número de artículos de discusión o de abierto desacuerdo que se publican en el periódico del partido, “El radical”.

El desarrollo era el esperado. La militancia del Partido Comunista de Grecia no vive en compartimentos estancos. Interviene en luchas, discute cómo van a ganar, aglutina experiencias, tiene referencias en tradiciones históricas del movimiento comunista. La enorme derrota en las dobles elecciones de Mayo-Junio trajo a la superficie con gran crudeza la necesidad de discutir la táctica del partido.

Para un importante potencial de miembros y órganos directivos fue leído el balance - y correctamente - como resultado del sectarismo con el que fueron dirigidas las fuerzas del partido a las luchas y debates políticos en el anterior período. En estos años hasta ahora el KKE se ha movido en la línea de la “pureza” en el movimiento, en la línea de la organización de sindicatos y manifestaciones por separado. El objetivo para revertir las “correlaciones negativas de fuerzas” se atendía principalmente con la aspiración al fortalecimiento parlamentario.

Cuando la crisis era lenta, cuando el nivel de las luchas no era elevado, sacando partido a su estructura organizativa y no teniendo rival en la izquierda, esta línea cerrada e inflexible parecía funcionar. En cambio, en este tiempo ya de profunda crisis y de polarización de clases, cuando SYRIZA estaba presente en combates que rechazaba dar el KKE (en Diciembre del 2008, el “movimiento de las plazas” (indignados) en 2011), la unidad en la acción se unió a la política radical y las luchas se entendieron y politizaron en torno a la demanda de un gobierno de la izquierda, esta línea se hizo pedazos.

Muchos compañeros del KKE, que envían a la dirección cartas de desacuerdo, parten de la observación de que ante todo esta táctica ha perjudicado al propio partido. Que la influencia electoral no se traducía desde hace años en vínculos políticos, la circulación de periódicos había caído, desde el 2000 el KNE (juventud del partido) estaba en caída, las afiliaciones eran pocas. Subrayan que los comités populares en barrios se reducen a un círculo estrecho. Que el PAME (sindicato del partido) no ha conseguido tutelar ninguna gran lucha.

El exdiputado Aravanis escribe en “El radical”: “El resultado de las dobles elecciones de 2012 no es producto de la difícil coyuntura y de algunas debilidades y errores individuales del KKE, sino una estampa de su propia dinámica, condensando todas las dificultades que afrontó y afronta en la comunicación con el pueblo trabajador. Imprime el descontento en sus líneas de influencia”.

En la misma onda, también en “El radical”, G.N. inicia su artículo: “Los textos del Comité central constituyen la continuación de las tendencias con las que trabajamos anteriormente bajo esta orientación. Así pues podemos juzgar también a partir de sus resultados las áreas clave, como en la concentración de fuerzas, en la organización del pueblo, en el fortalecimiento ideológico-político y organizativo del KKE y KNE”. Otro compañero señala que el texto de la dirección no responde a la pregunta de por qué en medio de la crisis y crecimiento de las luchas el KKE cae. Aquí cabe señalar que bastantes cartas se refieren a la necesidad de que la dirección central ayude a que el objetivo ideológico se traduzca en demandas políticas y pasos organizativos. Pero éstas insisten en que ni en el 18º ni ahora en el 19º congreso se discute seriamente la crisis capitalista, que el debate no se focaliza en cómo se convertirá en política y revolucionaria. Es característica la carta de T.L.: “Las posiciones empujan en una dirección estéril y dañina, en contraste con la realidad viva”.

Otro compañero expresa el temor de que el KKE tienda a convertirse en un morfema parlamentario ultraizquierdista. Advierte de que el sistema no se acomoda únicamente con la incorporación del partido (un peligro que enorgullece al Comité central y al que se enfrentó), “se acomoda igual de bien cuando el KKE se automargina y toma distancia de las amplias masas de trabajadores”.

Entre los textos críticos con el texto de las posiciones de la dirección para el congreso, dos han atraído la mayor atención. El primero es de Basilis Kalamatianós, que fue durante años miembro del Comité central con crecientes tareas de orientación. Bajo el título “Caminamos hacia un partido controlado y reducido”, muestra su desacuerdo con el nuevo proyecto de estatutos y especialmente en la forma en que se aplicaba al KKE el centralismo democrático, propone la armonización de diferentes opiniones, posiciones y puntos de vista.

El segundo texto es de Antonis Skylakos, durante años parlamentario del KKE. En él, haciendo referencia a la “Alianza Popular”, defiende lo siguiente: “Si queremos una amplia alianza de masas, tendrán que concentrarse cuanto sea posible mayores fuerzas, que se ven afectadas o destruidas por los monopolios, por el imperialismo, que padecen en su “piel” la represión estatal”.

También sostiene la opinión de que “en condiciones de agudización de la lucha de clases en el campo capitalista, puede emerger un gobierno antiimperialista, no para gestionar el sistema, sino para que con el apoyo del pueblo tome las “llaves” del estado en sus manos y lo llame a sublevarse, de modo que así contribuya a la creación de una situación revolucionaria”. Por último se subraya: “Hay fuerzas que luchan por el socialismo y el Comité central, de forma completamente errónea, las excluye de sus alianzas y ningunea”.

Los compañeros a los que nos hemos referido (y otros muchos que han enviado textos críticos) no tienen como puntos de partida el Frente Único del 3º y 4º congreso de la Internacional Comunista, ni tienen relación con el programa de transición que elaboró Trotsky, apoyándose en estas bases.

Sus referencias son el congreso programático anterior del KKE, el 15º, que tuvo lugar en 1996. Entonces la resolución hablaba de la constitución de un Frente Democrático Anti-imperialista. Abogaba por la salida de la UE y por la tesis de que el capitalismo griego es dependiente de ella. En bastantes textos disconformes se repiten estos puntos de vista. Sin embargo el punto central es que el 15º congreso permitió crear alianzas sociales y políticas.

En el 19º congreso todo parece limitarse a una estrecha influencia del Partido Comunista de Grecia en el PAME (sindicato del partido), MAS (Frente de combate estudiantil), PASY (Alianza de agricultores en lucha) y PASEBE (Alianza de profesionales de la industria y el comercio), que llegan a ser retratados como modelos del KKE de poder obrero. En el campo político se excluye absolutamente todo. De hecho, en el punto 59 también se excluye posibilidad de colaboración con fuerzas revolucionarias que pueden retirarse de SYRIZA “si ésta como parece sustituye a la socialdemocracia”.

Por el contrario, muchos compañeros del KKE, que apoyan el texto de las posiciones de la dirección, parten de que este énfasis en la revolución socialista es necesario, para excluir las desviaciones derechistas (donde se incluyen tantos a fuerzas de SYRIZA como a algunas de ANTARSYA) que permitió la estrategia de las etapas

Hoy más que nunca sigue vigente el prólogo de Pouliopoulos en su libro “Revolución democrática o socialista en Grecia”: “La juventud comunista griega se dedica con entrega a sus luchas, a la iluminación marxista que le faltó al partido”. El gran revolucionario internacionalista no daba significado a las lecciones ideológicas que propone como plan de reconstrucción partidario el texto de las posiciones de la dirección para el 19º congreso. Por el contrario otorgaba importancia a la conexión de la viva experiencia con el legado de la Revolución Rusa.

Hoy, la lucha por cualquier reivindicación en realidad nos llevará a estar enfrentados con “todo el sistema”. La demanda de un gobierno de la izquierda no será el final sino el inicio de otro período en el que, a través de las luchas, se prepararán las condiciones para el poder obrero. SYRIZA ahora más que nunca tendrá que perseverar en su llamamiento para una coalición de la izquierda. El diálogo precongresual, a pesar de ser oscilante, demuestra la importancia que tenía la insistencia en esta dirección. Para todos nosotros el criterio son las opciones que hoy detendrán el desastre social, y al mismo tiempo, formándonos en la lucha, abrirán el camino al socialismo.

María Bolari, diputada de Syriza.

http://www.dea.org.gr

Traducción de Tomás Martínez para Izquierda Anticapitalista

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