Syriza, gobierno de izquierda o el viaje al centro

Martes 9 de abril de 2013, por Pacheco

Izquierda internacionalista de los trabajadores (DEA), organización de SYRIZA

Las resoluciones de los órganos de SYRIZA están en la línea de avanzar hacia un congreso fundacional de una entidad política unitaria a través de una campaña política que ponga en el centro de atención la cuestión social y ésta trate de reunir a trabajadores y juventud.

El diseño de la campaña prioriza acertadamente las cuestiones de las privatizaciones, los salarios, las pensiones y las derrotas laborales, los avances en sanidad y educación, las iniciativas de solidaridad social, pero también el gran tema de los derechos democráticos ante la agresión continua de la troika. Sin embargo, mientras la campaña se dirige a la gran bolsa de trabajadores, de la juventud, de los más desfavorecidos, que puede conformar una amplia y fuerte mayoría, las iniciativas acaban en el “centro” político y buscan el centro-izquierda, creando confusión en la militancia.

Mientras el gobierno de Samaras ve cómo se invierte la ola de falso optimismo creada por los medios de comunicación después del tercer acuerdo con los prestamistas, mientras los “controles” de la troika restauran la posibilidad de nuevas medidas de recortes en los salarios y en las pensiones, mientras la “viabilidad” del gobierno tripartito se pone seriamente en duda, la dirección de Synaspismós ha puesto en marcha algunas medidas cuanto menos cuestionables.

La primera se refiere a la constitución de un “comité de sabios” en relación con los derechos democráticos, bajo la dirección del expresidente de Synaspismós, Nikolas Konstantopoulos. Se trata de una iniciativa que limita las decisiones de SYRIZA, tras anunciar públicamente que entiende su trabajo como obligación para seleccionar las propuestas “realistas” de revisión constitucional. Así, de la necesaria tarea de denuncia de los ataques de la extrema derecha amiga de Samaras pasa a este cometido.

Muchas y muchos dentro de SYRIZA tomaron nota de la retirada de Konstantopoulos de la reserva política, sin olvidar que en ese período se había movido como independiente de los actores políticos de la izquierda, ya fuera como presidente del Panatinaikos, o más aún, como “disponible” para Presidente de la República.

La segunda iniciativa fue la participación de Alexis Tsipras en el acto de la fundación Constantinos Karamanlis, en honor del líder nacional de la derecha y presidente de gobierno con Nueva Democracia. De acuerdo con la plana mayor de Synaspismós, se trata de un “movimiento táctico” con el objetivo de activar contradicciones en el campo de la derecha donde, dicen, existe controversia entre los extremistas del círculo de Samaras y los miembros derechistas más tradicionales cercanos a Karamanlis.

Recordamos que Karamanlis regresó a Grecia en 1974 como invitado por los restos de la Junta (dictadura), cuando se le encomendó no exactamente la tarea de consolidar las instituciones democráticas, sino apuntalar la estabilidad del sistema que estaba en peligro por la crisis incontrolada de la dictadura militar. Recordamos también que las relaciones entre Karamanlis y la izquierda no eran relaciones de interlocutores “con propuestas y posiciones diferentes”, sino de profunda rivalidad y hostilidad, tanto durante el periodo previo a la dictadura como en la transición.

La tercera, y quizás la más importante iniciativa, es la participación de la dirección en la conferencia que organizan Gerásimos Arsenis y Loúka Katselis (exministros del PASOK), bajo supervisión del Levy Institute, titulada “Salida de la crisis: el reto de un camino alternativo”. Las objeciones en relación a la participación en este evento deberían ser múltiples:

- El Levy Institute es una “institución independiente”, sin embargo refleja claramente pensamientos y reflexiones del sistema en los EEUU, en los marcos de la política que podría caracterizarse como euro-atlantista.

- SYRIZA manifiesta la voluntad de entrar en diálogo de conformación política con mandos ejecutivos del PASOK con un pasado grave (Arsenis, Katselis, Kastanidis y Xenogiannakopoulos), mientras la participación de Roumeliotis y Varoufakis apuntan incluso hasta al FMI.

Recordamos que Gerásimos Arsenis, tras el primer periodo keynesiano de los gobiernos de Papandreu, fue el ministro de Simitis que organizó la primera “epopeya” victoriosa del neoliberalismo en Grecia como responsable de Educación.

- El puzzle se completa con la participación de un grupo disidente de DIMAR (Izquierda Democrática). En este evento SYRIZA participa con un gran “ejército” de representación: intervienen Alexis Tsipras, Draganakis, Stathakis, Miliós, Tsakalotos, ¡mientras otros miembros de la dirección asumen el papel moderador del debate!

Incluso los medios de comunicación amistosos con SYRIZA valoraron que se trata de una “formalización de colaboración” y que “la coalición muestra optar por una ampliación de su círculo”. Subrayamos que una decisión tal no ha sido tomada por ningún órgano colectivo de SYRIZA. Se trata una vez más de un caso (muy grave) de falta de democracia y colegialidad.

Sin embargo principalmente nos preocupa el hecho de que se trata de un desplazamiento en la dirección equivocada. La apertura hacia los fragmentos de la socialdemocracia no es neutral políticamente. Puede materializarse como táctica preelectoral con consecuencias, sólo dentro de un repliegue conservador de SYRIZA.

Al mismo tiempo, tales movimientos excluyen cualquier “expansión por ambos lados”, ya que las aperturas a la derecha de SYRIZA cancelan cualquier posibilidad de alianza con nuestra izquierda, dando de forma paralela a las direcciones del KKE y ANTARSYA argumentos para excusar su estrategia sectaria.

La participación en acto de la fundación Constantinos Karamanlis, y más aún la participación en las deliberaciones políticas con Arsenis, Katselis, Kastanidis y Xenogiannakopoulos (exministros del PASOK) crearon la sensación de “giro” al centro político y la búsqueda de alianzas de centro-izquierda. Estos movimientos provocaron justificadas protestas, pues tal “apertura” no deriva de ninguna resolución colectiva ni coherente con la línea ideológica de SYRIZA.

Tanto la Corriente de Izquierdas de Synaspismós como los portavoces del RProject (DEA, Kokkino) proponen que se lleve a cabo un congreso sustancial: que haya textos elaborados de las posiciones, que se dé tiempo y posibilidad a las organizaciones para debatir, que se permita un diálogo público sobre las decisiones cruciales. Esto podrá llevarse a cabo en el programa que ha establecido la resolución de la Conferencia Nacional sólo si se consideran como prioridades de todos los órganos de SYRIZA.

Según nuestra opinión, en el centro del proceso precongresual tiene que situarse la cuestión política: la táctica por el derrocamiento del gobierno tripartito, el programa y las alianzas para el gobierno de la izquierda. La unificación política real en estos temas decisivos y la construcción de la confianza recíproca entre quienes formamos SYRIZA son los elementos esenciales también para las decisiones organizativas del congreso.

Recordamos que lo que ya se ha acordado es la constitución de SYRIZA como organización política unitaria y democrática, que no presupone la autodisolución de sus organizaciones-formaciones. Esta posición no la ocultó nunca DEA y la comparten otras corrientes (Ciudadanos activos de Manolis Glezos, KEDA (escisión del KKE) y KOE (maoístas), mientras Synaspismós todavía no ha aclarado su propuesta…). Esta postura no está infravalorada por el conjunto de la militancia de SYRIZA pero encuentra fuertes resistencias en la dirección.

Por el contrario, en el campo de la realidad política existente, en base a las conquistas de SYRIZA, de sus militantes y organizaciones, pretende la concentración de todas sus fuerzas en la decisiva obligación de derrocar estas políticas y a este gobierno de la troika, tarea que nos atañe a todos y principalmente a las amplias fuerzas sociales que depositan sus esperanzas en la acción unitaria de la izquierda radical.

SYRIZA se encuentra con un dilema: avanzar hacia adelante, con base en una política de izquierda radical, que logre concentrar una amplia mayoría obrera y popular, con el objetivo de un gobierno de la izquierda que cambie todo; o por el contrario, quizás moverse con adaptaciones “realistas” a su política, aspirando a alianzas con sectores que no renuncian a la socialdemocracia, organizando “aperturas” incluso hacia la derecha “civilizada” con el objetivo (del modo que sea) de una victoria electoral y de la formación de un gobierno de coalición contrario a los memorándums con socios en las antípodas ideológicas.

Quienes se sitúan en la segunda parte del dilema deben recordar los resultados de la “izquierda plural” en el pasado o los errores suicidas de la dirección de Bertinotti en Rifondazione Comunista que, con la participación en el gobierno Prodi, llevaron a la liquidación de la izquierda en Italia. La respuesta a este dilema deben darla los órganos de SYRIZA y sobre todo su militancia.

http://www.dea.org.gr

Traducción de Tomás Martínez para Izquierda Anticapitalista

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