Es hora de derrocar a la Junta Parlamentaria del tripartito

Martes 18 de junio de 2013, por Mar

¡Derroquemos la Junta parlamentaria del tripartito ahora!

Por un centro de coordinación unitario y conjunto de lucha en la ERT. Por comités y centros de lucha en los lugares de trabajo y barrios. Por una huelga general sostenida y una lucha política inflexible hasta la caída del gobierno. ¡Que la huelga del Jueves sea sólo el principio!

Hay algunos momentos históricos en los que en una “acción” se juegan otras muchas hasta el punto de que la victoria o derrota cuentan de manera decisiva. La lucha contra el cierre de la ERT por “decreto” de inspiración dictatorial del portavoz gubernamental Goebbels-Kedikoglou es justo este caso: la victoria del movimiento equivaldrá al derrocamiento del gobierno y la puesta en marcha del desmantelamiento de la política de memorándums y austeridad. Pero si, por el contrario, también perdemos esta batalla, el actual gobierno tripartito consolidará un régimen de dictadura parlamentaria encubierta y, junto a la política y el apoyo operativo que le ofrecen los nazistas de Amanecer Dorado, impondrá el terror de “la ley y el orden”.

Lo que está en juego es tan crucial que aquí y ahora tenemos que pasar ya de las denuncias y el estado de ánimo general de las luchas a la cuestión clave: organizar un plan de lucha por el derribo del gobierno tripartito de los memorándums. ¡Debemos debatir y decidirlo inmediatamente! En el marco de esta necesaria discusión ofrecemos las siguientes reflexiones-propuestas a todos los compañeros y compañeras de lucha.

Lucha y plan conjuntos: centro unitario de lucha y coordinación

La lucha no afecta sólo a los derechos de los trabajadores en ERT, “suspendidos” de manera instantánea, ni al derecho a la información y la lucha por que no prevalezcan por completo las noticias de la troika. Como en todas las luchas del último período (metro, profesores, etc), también ahora la lucha es central y conjunta. En primer lugar, se trata de una lucha sindical (donde cuenta la combatividad de los sindicatos pero también una coordinación de éstos más amplia), política (el adversario es la Junta tripartita de los memorándums) e ideológica (cada ataque lo invierten en basura ideológica de automatización social). ¡Para vencer en la lucha concreta hay que derrocar al gobierno! Y al revés: nuestra victoria significará inevitablemente el derribo del gobierno.

  • Así pues, no basta la contrainformación, ¡necesitamos también antipropaganda!
  • No basta la lucha sindical, necesitamos una lucha conjunta, política e ideológica.
  • No basta con que la izquierda se una en el apoyo a los trabajadores, tenemos que ser protagonistas en la conformación de un frente de lucha centralizado, político y social.
  • No bastan – aunque seguramente útiles y necesarias – las diferentes iniciativas de carácter parlamentario de los partidos de la izquierda. La izquierda necesitamos, unida en la acción y en un frente político, “declarar” la desobediencia política y una lucha implacable y sostenida en el tiempo.
  • No basta la coordinación sindical en el sector de la prensa, necesitamos un centro de lucha conjunto, político y sindical.

Si entendemos de este modo la gravedad de la lucha y las condiciones previas para vencer, entonces necesitamos un plan estratégico combativo de las siguientes características:

a) La ERT tiene que hacerse notar en un bloque conjunto de lucha, sindical y político. Con base en la ERT hay que conformar un Comité central de lucha, con dirigentes sindicales no sólo del sector de la prensa sino de otras ramas de trabajadores (principalmente de DEKO, sindicato de servicios públicos, amenazados por los “decretos”), con representantes de comités que deben crearse en todos los puestos de trabajo y barrios, pero también con representantes de partidos de izquierda.

b) Tal Comité central coordinador de las luchas tiene que organizar a la ERT como centro sindical y político de lucha (con comités por cada actividad, grupos de defensa, etc), para elaborar y coordinar un plan conjunto de lucha. Los partidos y las organizaciones de la izquierda tendrán que poner generosamente a disposición del Comité central las fuerzas organizadas para este propósito.

c) La huelga del Jueves no debe ser la “cumbre”, o incluso peor, el “epílogo” de una lucha “por el precio de las armas”, sino el primer paso hacia la centralización y la generalización de la lucha. El lema debe ser Huelga general sostenida hasta la suspensión del “decreto” de Kedikoglou que provoque la caída del gobierno. Esto significa que hay que preparar desde ya su continuidad tras el Jueves en esta dirección: contagiar la ebullición de las luchas en los espacios sociales y barrios, bloqueos de las carreteras y marchas en los barrios y preparar la creación de luchas centralizadas en la periferia. Las iniciativas parlamentarias de la izquierda tienen que adoptar la forma de “revuelta parlamentaria” y no de oposición institucional que enjaula a la gente en una espera pasiva de los acontecimientos a nivel parlamentario. En este sentido, la declaración del presidente de SYRIZA de que “al gobierno lo derribará el pueblo y no las muletas parlamentarias” es correcta, con la obvia condición de que irá acompañada de un plan conjunto de lucha como el que mencionamos antes.

En el marco de las iniciativas parlamentarias en este espíritu pero también de una declaración de lucha sostenida e implacable, los grupos parlamentarios de la izquierda (SYRIZA y KKE) deben elaborar y atreverse a hacer movimientos de gran envergadura que aceleren los acontecimientos.

¡No permitamos a los débiles convertirse en poderosos!

La inmediata movilización el Martes de decenas de miles de personas frente a la ERT demostró que la sociedad “hierve” y que sus recursos militantes no se han agotado. En los últimos meses de la exitosa historia del gobierno hubo luchas cruciales (metro, profesores, ahora ERT), cada una de las cuales fue una oportunidad real para un enfrentamiento global con el gobierno con el objetivo de derrocarlo.

La exitosa historia gubernamental, a pesar del esfuerzo titánico para venderla como creíble, cuelga de un hilo, como lo demuestran las divergencias en los objetivos del gobierno; su debilidad en la riña del FMI y Alemania augura “salvajes” acontecimientos después de las elecciones alemanas y las previsiones para el séptimo año de recesión son un desempleo oficial del 27% y la masiva extensión de la pobreza y la miseria.

Este gobierno es débil y nutre su fuerza sólo de sus victorias contra el movimiento. Sus 4 decretos para detenciones preventivas en los últimos meses como freno de huelgas, las 28 promulgaciones de contenido legislativo y el establecimiento de una Junta del siglo XXI revestida de túnica parlamentaria constituye la política de los débiles que puede derrumbarse en cualquier momento si se gana una importante lucha. La ERT nos muestra cuánto nos queda por hacer, o cuánto nos cuesta lo que hicimos mal, en la huelga de los profesores, en la huelga del metro, etc.

Sin embargo, si el gobierno-Junta tripartito gana también esta vez, entonces de débil puede convertirse en apisonadora… Para tener una visión completa de lo que está en juego en la lucha de la ERT, tenemos que pensar que tampoco van a desperdiciarse los estados de ánimo militantes que crea el levantamiento del pueblo turco. La ola insurreccional ya ha pasado del norte de África a Europa (Turquía, Suecia, pero también Bulgaria y Rumanía), envuelve a Grecia y nos devuelve la fuerza de la solidaridad internacionalista para nuestra lucha.

La imagen de agrupamiento de las fuerzas de la izquierda (PAME, SYRIZA, ANTARSYA) en el portal de la sede de la ERT muestra que la unidad en la acción y el frente político de la izquierda no son inalcanzables, pero se construyen en la acción. En el marco de tal programa de lucha, esta unidad puede ser el multiplicador de la fuerza para la victoria. Por otra parte, la imagen aclara por completo el rol de las fuerzas políticas. El PASOK y DIMAR, los representantes del supuesto “centro político”, quedan como los retales del tripartito, “cola” de la derecha y siervos de la Junta parlamentaria.

A la profunda línea divisoria que establece la aplicación de los memorándums y las políticas de austeridad respondemos con el derrocamiento y la abolición de éstos, lo cual aclara también el eje izquierda – derecha, la expresión política de la polarización de clases. Sabemos quiénes son nuestros aliados y quiénes nuestros enemigos.

Es hora de derrocar a la Junta parlamentaria del tripartito ¡Lucha hasta la victoria! Los de nuestra generación estamos aquí: si no nosotros, ¿quiénes?, si no ahora, ¿cuándo?

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Nota: Cada vez que se hace mención a la palabra Junta por la izquierda griega se hace alusión a la de los coroneles (1967-74), la última dictadura en Grecia que llevó a la instauración de la III República helénica, con la que el actual período se compara.

Traducción de Tomás Martínez para Izquierda Anticapitalista

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