Tal día como hoy, uno de los tanques del “Prestige” explota durante una tormenta en Galicia

Jueves 14 de noviembre de 2013, por Mar

Víctor Alarcón

Tal día como hoy, el 13 de noviembre de 2002, uno de los tanques del petrolero “Prestige” explota durante una tormenta en Galicia. El barco navegaba cargado con setenta y siete mil toneladas de fuel de mala calidad. Cuando se hallaba a 28 millas del cabo Fisterra sufrío una importante vía de agua en medio de un temporal, quedando a la deriva. La vía de agua se producía al desprenderse una plancha del casco, como consecuencia del mal estado de conservación de la nave. El mar inunda el tanque de lastre, que estaba vacío y en un lateral, lo que provoca una fuerte escora. Esto da lugar al vertido de la primera mancha de fuel. Mientras tanto, las autoridades deniegan al petrolero el permiso de atraque en ningún puerto del Estado español. La tripulación es evacuada, quedando el Capitán, el primer oficial y el jefe de máquinas, que intentarán llenar con agua el tanque de lastre del costado opuesto para compensar la escora. Logran hacerlo, pero a cambio de someter a la estructura del maltrecho petrolero a una tensión superior a la que éste puede aguantar. Es así como se rajan los primero depósitos de fuel.

Dos días después, las primeras manchas alcanzan la costa. La administración asegura que no hay “destrozos medioambientales”, a pesar de que el fuel vertido mide ya 37 kilómetros de largo. El capitán del barco es detenido al negarse a que el navío sea remolcado. El 18 de noviembre, cuando el petrolero era remolcado finalmente, Portugal no permite que pase por aguas de su jurisdicción, por lo que los remolcadores deben desviarse. La estructura del barco, ya muy debilitada, no soportará el embate de las olas al virar y se quebrará. Ahora el gobierno afirma que “la situación no es buena”. Al día siguiente, el “Prestige” se hunde dejando una mancha de fuel de diez mil toneladas. A estas alturas, el fuel cubre ya casi 300 kilómetros de la costa gallega y lo peor aún está por llegar.

El desastre del “Prestige” fue una de las catástrofes medioambientales más grandes de la historia de la navegación, tanto por la cantidad de contaminantes liberados como por la extensión del área afectada. Decenas de especies de aves, invertebrados, peces y mamíferos marinos se vieron afectados. El plancton de la zona, base de la cadena trófica, resultó aniquilado. Estos efectos perduran todavía y posiblemente tarden en regenerarse entre cinco y diez años más. Por otro lado, ciento veinte mil gallegos y gallegas vieron en peligro su puesto de trabajo.

A pesar de que la mala gestión política de la catástrofe fue una de las causas de su terrible gravedad, en el juicio del “Prestige”, que se celebró 10 años después, no hubo ningún responsable político como imputado. Del mismo modo que tampoco hubo ningún responsable de las empresas privadas implicadas en el desastre, por lo que el único culpable fue el medioambiente. De acuerdo con Geenpeace, “la falta de depuración de responsabilidades facilitará que en futuras ocasiones vuelva a ocurrir lo mismo”, motivo por el cual se manifestaron más de doscientas mil personas. La única conclusión que podemos extraer es que no es viable continuar con un sistema energético que contamina el medioambiente y destruye la tierra. Debemos cambiar nuestro modelo productivo para que las energías limpias sean viables y suficientes. Sólo así conseguiremos que la catástrofe del “Prestige” no se repita “Nunca mais”.

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