ERC: la marca blanca de la corrupción sanitaria

Jueves 6 de marzo de 2014, por Mar

Carmen Sanjosé/ Albana Sánchez-Fachín

[Un desastre en toda regla para la sanidad catalana

No parece que sea exclusivo de la sanidad catalana los acuerdos, en la práctica, de los partidos de derechas y de la izquierda institucional sobre la gestión y provisión de los sistemas sanitarios. El ejemplo lo tenemos en Andalucía con sus Agencias y Empresas públicas....

Parecería que cuando se trata de organizar, planificar, gestionar y proveer atención sanitaria da igual como se haga mientras se financie con fondos públicos. Esto lo proclama la derecha, pero lo llevan a cabo todos los partidos en mayor o menor medida cuando gobiernan o han gobernado.

Pues no, no da lo mismo.

Numerosas serían las razones para apoyar que un servicio público financiado con fondos públicos tiene que tener una gestión pública, es decir, sometida al derecho administrativo, pero solo destacaré algunas brevemente.

En primer lugar, para garantizar que esos fondos -los presupuestos- son conocidos por los agentes sociales, y debatidos públicamente y en su caso aprobados en los parlamentos. Aunque muy escaso en participación hoy día este mecanismo, si se priva del mismo la gestión de esos dineros de toda la ciudadanía, y se realiza en base al derecho mercantil, la puerta queda abierta a todo tipo de arbitrariedad, falta de participación, opacidad, y cualquier tipo de corrupción. Es precisamente el camino que se abrió para la gestión de los centros y hospitales con la 15/97 aprobada por todos los grupos parlamentarios a excepción de IU y BNG.

Sus defensores hablan de que todas las cuentas pasan por las auditorías dhttp://www.eldiario.es/catalunya/op...e los respectivos tribunales de cuentas. ¡¡¡ Claro!!! pero del resultado la opinión pública se entera cuando han pasado años, los negocios ya han enriquecido a algunos, lo expoliado no se devuelve y el desmantelamiento del servicio público ya está puesto en marcha.

En segundo lugar, porque de los fondos públicos dedicados a un servicio público no se pueden extraer unos beneficios para el enriquecimiento de terceros. Esto es sencillamente un robo.

Y por último, si la orientación de un servicio público es la rentabilidad económica, el impacto en la salud de los pacientes será negativo. Hay suficiente evidencia científica que pone de manifiesto como empeora la mortalidad y los problemas de yatrogenia en hospitales con ánimo de lucro (er, A systematic review and meta‐analysis of studies comparing mortality rates of private for‐profit and private not‐for‐profit hospitals. Devereaux PJ. CMAJ. 2002 May 28;166(11):1399‐406; y Comptroller & Auditor General. 2000. The management and control of hospital acquired infection in acute NHS trusts in England. National Audit Office. London]

Es por eso una vergüenza comprobar como las izquierdas cuando gobiernan olvidan esto y son ejecutoras o cómplices del desmantelamiento de los servicios públicos de salud.

Los conservadores lo pretendieron llevar a cabo en la Comunidad de Madrid con el mal llamado Plan de Sostenibilidad, que no hubiera dejado ningún hospital verdaderamente público, y que dio origen a la Marea Blanca. Esto es lo que parece que pretenden con el desmantelamiento del ICS, la diferencia es que uno se aprobó por la mayoría del PP, y en Catalunya por el apoyo de ERC. Carmen Sanjosé]

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