De Andares Tricolores por las calles de Madrid

Sábado 17 de mayo de 2014, por Mar

Tercera Información

Rosario Gómez Carrasquel*

Es un deber moral de quienes estamos fuera de las fronteras de nuestra querida Venezuela narrar desde la cotidianidad cómo vivimos lo que acontece en nuestro país, pero también en la “Patria Grande”, hogar de todos los que nos sentimos bolivarianos. Y cómo percibimos a esta tierra de acogida, pues el mestizaje en nosotros es evidente en el transcurso de nuestras vidas.

Tras una serie de ataques abusivos y continuos de los medios de comunicación españoles, desinformando acerca de la realidad de nuestra Venezuela, muchos nos hemos sumado a las tareas propias que desde la solidaridad internacional nos permiten hacer un análisis crítico del por qué del pasado y del presente; a fin de adquirir herramientas válidas que nos hagan enfrentar desde la “PAZ” los retos que nos aguardan.

Desde el anuncio de manifestaciones violentas el día 6 de Febrero del año 2014, en el que la residencia del Gobernador del Estado Táchira es atacada por supuestos movimientos estudiantiles, no hay día en que no le demos cobertura al acontecer nacional intentado mantener un espíritu critico, autocrítico y constructivo. Tarea que se hace cuesta arriba para quienes conocemos la trayectoria de los convocantes de las protestas: María Corina Machado, Antonio Ledezma y Leopoldo López; políticos que ni por asomo son líderes responsables de la integridad de sus seguidores y que han actuado históricamente como “alborotadores”, obedeciendo las directrices de los poderes económicos más arraigado en el país, que no soportan la idea de que tras el fallecimiento del Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, un porcentaje de venezolanas y venezolanos, más de la mitad como se ha demostrado en cada proceso electoral, siga dispuesto a construir el “Socialismo que Queremos”.

Asumimos, como ciudadanas y ciudadanos comprometidos con la Revolución Bolivariana, las debilidades del proceso, estamos dispuestos a contribuir en la aplicación de medidas correctoras que enrumben acciones de políticas públicas que no han cumplido con su objetivo y más allá de esto, estamos convencidos y convencidas de que ejerceremos la resistencia pacifica porque sabemos que no pararán las agresiones por razones económicas y geoestratégicas. No pararán porque tienen claro que en el contexto de la crisis mundial actual es muy peligroso el hecho de que un país decida demarcarse hacia otro tipo modelo de desarrollo socioeconómico sostenible, distinto al capitalismo; y que para colmo tenga capacidad de contagio hacia otros países del continente. Es demasiado para quienes se creen dueños del mundo, constituye un precedente histórico que no le perdonaron en su momento a Chávez ni tampoco al pueblo venezolano, hoy despierto y alerta.

De andares tricolores es la experiencia de caminar el pasado 11 de abril con las organizaciones de solidaridad con la Revolución Bolivariana. Cansados de tantas mentiras decidimos, “Defender la verdad en las calles de Madrid”, escenario de otras muchas protestas reivindicativas. Con ánimo de paz pues el día anterior se había llevado a cabo la primera “Mesa de Dialogo entre el Oficialismo y la Oposición”, venezolanos y españoles nos saludamos alegres por el encuentro, “rojos-rojitos”, como si estuviéramos en la Avenida Bolívar de Caracas… cantábamos “Con Chávez y Maduro el pueblo esta seguro”, mientras nuestras camisetas recitaban, “Venezuela no esta sola”.

En mi caminar al lado de buenos amigos como Eneko y Txema, nos cruzamos con una chica venezolana a la que le dieron nauseas al vernos; volteé sólo por casualidad, en el momento en que se llevó el dedo a la boca como gesto de desprecio y repugnancia, le llamé a ser educada, me dolió, yo no se lo haría a ella, por pensar y sentir diferente…pero continué entendiendo que su enojo la llevase no sólo a perder las formas en tierras lejanas si no a vivir contaminada de resentimientos inservibles. Llevando la pancarta de mis amigos de IA (Izquierda Anticapitalista), contentos y de conversatorio con una compañera que también nos narraba su emigración de Barcelona a Madrid, seguimos caminando. Al rato otra señora, con sus amigos y amigas que parecían españoles, decía:

- “¿Ustedes ven a esta gente? Es la que te encuentras en los mercados de allá…igualiiitos”.

Le comente a mis amigos:

- ¿Qué querrá? Somos pueblo, todos somos pueblo.

Empezamos la charla sobre los mercados. En el de Cumaná, mi pueblo, y en el de Antonio José de Sucre, venden jobitos, mangos, guayabas, artesanía, etc. En el caminar se encuentra uno con gente maravillosa que te cuenta cómo va la pesca…pero la entiendo a ella, preferirá en el ejercicio de sus libertades los grandes almacenes de las transnacionales responsables en gran medida de la aplicación de reformas laborales que empobrecen al trabajador y al villano capitalista lo enriquecen.

Seguimos paso tras paso hasta que el Embajador Mario Ricardo Isea Bohórquez, en un ejercicio de gobierno activo, recibió el manifiesto redactado por las diferentes organizaciones solidarias y, con la humildad propia de un venezolano más fuera de su tierra, sin estar en una tarima, nos agradeció el gesto y se comprometió a leerlo. ¿Cuántos diplomáticos bajan al pueblo? De repente, un chico lo quería agredir pero el pueblo presente impidió su violencia sólo con consignas. Ojalá ese muchacho quisiera dialogar:

- Por aquí andamos venezolanos para cuando usted se calme y prefiera conversar, le dije.

Pasó la noche y de regreso a casa con una amiga que sueña con vivir en Naiquatá hablamos de la celebración de los Diablos, tradición propia del mestizaje entre españoles y africanos; hablamos también de las contradicciones que existen en el país porque somos conscientes de lo que se vive. Entonces se para una niña delgada y bella delante de nosotras, nos detiene y se dirige a mi para decirme:

- Chama, ¿por qué tú llevas esa camiseta con el lema, “Venezuela no esta sola”? Yo me siento sola, siento mis derechos vulnerados, quiero una Sexta no la Quinta”.

- ¡Ay, mi niña!, le respondí con acercamiento y cariño, es que la Quinta es la mía, pero vente y vemos por qué quieres una Sexta, a lo mejor, hablando aportas.

De repente, tras la diferencia, nos dimos un abrazo, lamenté que se sintiera triste, es respetable que no le guste la Quinta. La discrepancia no impide, al menos para mí, siempre que no exista violencia, ni saboteo, ni malas formas, una despedida amigable. Seguimos por las calles de Madrid hacia el barrio de Lavapiés, destino de mi compañera…hablábamos de que en la diversidad y la intercultura, en la construcción de un mundo multiétnico y pluripolar, se abre un caleidoscopio de opciones.

Para seguir la senda de mis andares tricolores, con posterioridad me vestí un rato de rojo, amarillo y morado porque en la socialización de las batallas está la esencia del luchador o luchadora social. Son miles las españolas y españoles que esperan la Tercera República, para que sea la niña bonita de sus vidas. Diferentes colectivos reclaman sanidad y educación públicas, expresan estar hartos de que no se invierta en Ciencia y Tecnología; se les nota agotados y no paran por el despido masivo en “Cocacola”, están en pie de lucha por los miles de desahucios a la vez que se les culpabiliza por haberse atrevido a soñar que podían tener derecho a una vivienda digna; no salen del asombro tras haberse rescatado a los bancos, mientras que a las familias y pequeños y medianos empresarios se les ha condenado a ser los nuevos pobres del mundo desarrollado… En este escenario, centenares de personas de diversas edades y rasgos; jóvenes, sí, jóvenes, aspecto a resaltar, entienden que la crisis económica es una crisis política, que la Monarquía debe desaparecer para que la democracia no solo sea representativa y adquiera la definición de protagónica. Es el pueblo quien debe elegir.

Finalmente, para cerrar estos andares tricolores, “Por ahora”, el Presidente Rafael Correa agrada a su comunidad en una visita, el pasado jueves 24 de abril, ofreciendo un discurso alentador en apoyo a quienes sufren los desahucios, ya que para nadie es un secreto que uno de los colectivos más afectados como inmigrantes es el ecuatoriano. Relató anécdotas graciosas en el contexto pero profundas en el análisis, como la de un ciudadano de nacionalidad colombiana que quería optar a la nacionalidad ecuatoriana para tener la oportunidad de recibir asesoría legal; recordó cómo en la década de los años noventa, quienes hoy se ven obligados a retornar endeudados, fueron quienes sostuvieron a muchas familias en el Ecuador con la remesas, producto de su esfuerzo y trabajo honesto; contó la importancia de educar para la inclusión, se mostró orgulloso por el desarrollo en infraestructura vial que ha tenido su país, abrió las puertas de casa para quienes decidan volver, le indico al cuerpo diplomático el deber que tiene de atender y tratar bien a todos los ecuatorianos y ecuatorianas que andan por aquí. Pero hubo un silencio repentino, cuando en el recuento de su agenda diplomática señaló que tras reunirse con el Rey Juan Carlos y el Presidente Mariano Rajoy, estos le comentaron que la crisis estaba pasando…ese silencio pasó a ser un “¡No es así!” Yo estaba en la tribuna con su gente y lo escuché. Al otro lado del charco el pueblo responde con su verdad. Al presidente Rafael Correa, como mandatario que se debe a su pueblo dentro y fuera del Ecuador, no le quedó otra opción que comentar algo como, “Veo que ustedes no lo sienten así”. Por tanto, “oído”, Presidente, como le decíamos a mi querido y siempre vivo, Hugo Rafael Chávez Frías.

Me despido, tras la pregunta de una compañera ecuatoriana que me hizo dos veces:

- Pero, ¿cómo siendo venezolana sigues tanto lo que acontece en mi país?

La respuesta es sencilla: mi amigo Aldo, el chileno, y yo estamos convencidos de que la Patria Grande de Simon Bolívar es una de las vía para luchar contra el Imperio y la hegemonía a la que hemos sido sometidos y de la que nos estamos liberando muy a su pesar.

“Seguiré de andares tricolores mientras me toque caminar por las calles de Madrid”

*Econonomista

Revisado por: Hist. Carmen Morente Muñoz

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