“No será el Parlamento Europeo desde donde cambiemos realmente las cosas”

Martes 27 de mayo de 2014, por Mar

Andaluces.es

Teresa Rodríguez nació en Rota (Cádiz) hace 32 años. Allí comenzó a forjarse como activista, en la lucha contra una de las bases militares que Estados Unidos tiene en Andalucía. Al finalizar el instituto se trasladó a Sevilla para estudiar Filología Árabe, y en la universidad participó activamente contra la reforma de la universidad del PP, la LOU. También formó parte de una iniciativa que pretendía conseguir que los inmigrantes que trabajan en la fresa de Huelva pudieran tener papeles. Cuando fue becaria se organizó con el resto de ‘precarios’ de la universidad. Y desde que comenzó a trabajar como profesora de Lengua en secundaria, en la educación pública, se afilió al sindicato USTEA, del que es delegada sindical.

Ataviada con la camiseta de la marea verde o de la Corrala Utopía, en los últimos meses se ha implicado de lleno en Podemos, plataforma política que el pasado domingo consiguió dar la campanada en las elecciones europeas, consiguiendo cinco europarlamentarios. Teresa, número dos de la lista electoral encabezada por Pablo Iglesias, es militante de Izquierda Anticapitalista. Antes lo fue de Izquierda Unida, de la que salió desencantada, pero a la que no cierra las puertas para fomar futuros frentes.

¿Cómo explicas una irrupción tan contundente de Podemos en el panorama político español?

Tal vez tenga que ver con la necesidad de plantear alternativas que no sean exactamente partidos tradicionales, en el sentido de que sean estos espacios de militancia cerrados, difíciles de penetrar por parte de los ciudadanos, entregados completamente a un marco identitario. Sí puede haber coincidencias en el marco del programa, pero también tiene que haber coincidencias en términos de prácticas, de metodología participada, una práctica coherente de no tener ningún tipo de vinculación a préstamos bancarios para diseñar una campa y mantener una organización. Plantear una política coherente en la práctica y no gestionar, por ejemplo, recortes. Yo creo que tiene que ver con eso, que es posible que fuéramos vistos algo que respondía a las necesidades del momento, algo que se podía construir con ilusión, desde abajo, participado, desvinculado completamente de los partidos del régimen. No contaminados de alguna manera por la gestión de los recortes. Creo que eso ha jugado en nuestro favor.

Para las elecciones municipales de 2015, ¿sería posible una coalición con IU?

Eso lo tendremos que decidir en los círculos de participación, que son los espacios de decisión de los que nos hemos dotado. Serán los círculos los que determinen, en cualquier caso, qué tipo de alianzas se tejen, de qué forma se funcionará a partir de ahora. Nosotros defendemos una democracia radical en la sociedad, por tanto, lo llevaremos a la práctica.

Desde el principio lo que sí planteamos es que no queríamos ser una fuerza política al uso que negociara sus listas en los despachos. Es decir, nosotros queremos abrir espacios de participación en primera persona, de igual a igual, por parte de todos los ciudadanos que se involucren en la iniciativa en cada municipio. Ese será el único espacio de decisión sobre todo: sobre las candidaturas, sobre el programa…. Y así se rompe con esa dinámica tradicional de hacer las listas en los despachos.

Si las propuestas que se hacían, no solo a Izquierda Unida, también a otras fuerzas políticas y movimientos sociales, no ha terminado de cuajar en este caso es porque no hay un acuerdo en torno a cuáles son los espacios de decisión de la candidatura, los programas y las estrategias. En cualquier caso yo sí creo que habría que ser coherente a la hora de decidir que los que vayamos juntos en esta iniciativa defendamos con claridad lo que estamos defendiendo, es decir, no aceptar ningún recorte que esté vinculado a una deuda pública, que no se rescaten a bancos, que es una deuda privada que estamos pagando todos los ciudadanos. Y esa sería una de las líneas rojas que marcamos.

Es importante seguir manteniendo alianzas, intentar formar un frente amplio contra la austeridad con otras fuerzas políticas y, por supuesto, con Izquierda Unida.

¿Cuál será la primera iniciativa que Podemos llevará al Parlamento Europeo?

La iniciativa que ya estábamos elaborando es una propuesta contra la corrupción que se llama directiva Villarejo. Plantear que la corrupción es una forma de gobierno, y que la mejor forma de romper con la corrupción es vacunarse contra ella. Y esa vacuna es el control colectivo. Entre otras cuestiones recoge medidas como la limitación de los sueldos de los cargos públicos, su revocación por la militancia, la limitación de los mandatos y medidas para evitar la puerta giratoria. Eso lo vamos a hacer nosotros mismos, y hemos determinado que no vamos a cobrar los 8.000 euros que atribuye el Parlamento Europeo a cada parlamentario. De alguna manera nos parece que autonomiza al representante público de sus representados el tener condiciones de vida cualitativamente diferentes. En mi caso en particular seguiré cobrando exactamente lo mismo que como docente, 1.700 euros.

Hemos empezado también a tener alianzas con otras fuerzas europeas que están planteando la necesidad de no pagar la deuda pública, plantar cara de forma desobediente al pago de la deuda ilegítima. Por otro lado, también queremos plantear la necesidad de construir una institucionalidad europea que sea 180 grados diferente a la que hay. Porque no es posible ejercer ningún tipo de control ciudadano sobre las instituciones europeas que de verdad toman las decisiones, una Comisión Europea que está compuesta básicamente por tecnócratas elegidos en los despachos. Además, es en la Comisión donde se toman las decisiones sobre aquello que nos afecta en lo cotidiano, y está completamente controlada por los poderes financieros. O propuestas para democratizar el Banco Central Europeo, que es un organismo oscurantista dirigido por tecnócratas sobre el que no podemos ejercer ningún tipo de control, cuando está gestionando fondos de todos los países.

¿Crees que desde el Parlamento Europeo, sin capacidad de decisión, se puede cambiar algo?

Efectivamente, no será el Parlamento Europeo donde cambiaremos realmente las cosas. Lo que sí nos da, en primer lugar, es una oportunidad para visibilizar un determinado discurso y una determinada práctica política, que tenga su correlato en la siguientes citas electorales a nivel estatal, autonómico y municipal. También nos da la oportunidad de lanzar propuestas con otros países, porque el camino de la desobediencia frente a la Troika es duro y queremos enlazar con otras fuerzas políticas que a nivel europeo estén planteando alternativas similares para hacer frente común. Y por otro lado, también es un buen espacio para denunciar a una casta política que escapa a todo control ciudadano, y que se desarrolla con total impunidad, especialmente en las instituciones europeas.

Desde Podemos se ha usado mucho el término casta política, pero ahora tenéis todas las ventajas de las que disfruta un parlamentario europeo. ¿Teméis convertiros en parte de esa casta?

Ya nos hemos puesto algunas vacunas para evitar convertirnos en eso, como cobrar un sueldo normal. Hemos dispuesto un máximo que equivale a tres salarios mínimos. De alguna manera eso evitará que nos acomodemos a los estatus institucionales. Y por otro lado la limitación de mandatos, ya que entendemos que más de dos mandatos profesionaliza la representación pública. También tenemos la posibilidad de revocar en cualquier momento a cualquier representante público de la iniciativa en cualquier institución. Son los compromisos que firmamos todos los candidatos antes de presentarnos a las elecciones y a las que ya nos hemos comprometido.

¿Y qué haréis con el resto del dinero que os corresponde como sueldo?

Lo tendremos que determinar entre todos, porque entiendo que no es dinero mío, es dinero de la iniciativa. A mí se me ocurren muchas cosas, entre otras apoyar las luchas sociales que desde hace siete años están dando respuesta a los problemas de los ciudadanos, más que cualquier otra institución: los movimientos que luchan contra los despidos, los desahucios, contra los recortes en sanidad y educación… Esa podría ser una buena forma de reinvertir lo que el europarlamento nos asigna a cada uno de los representantes.

¿Te ves cogiendo un vuelo en primera clase?

No, porque no podemos coger vuelos business, que es otro de los compromisos a los que hemos llegado por escrito. Es algo bastante simbólico, no hago yo un fetiche del no uso de la primera clase en los aviones. Pero sí es verdad que, de alguna manera, es también una vacuna contra convertirse en algo autónomo de la comunidad a la que se pretende representar. Una tiene que vivir como sus representados, tiene que cobrar como sus representados más o menos. Ningún representante público de Podemos debería mudarse de barro, ni debería cambiar de medio de transporte, ni cambiar sus condiciones de vida, porque de alguna manera la existencia determina la conciencia también.

¿A qué se debe el éxito electoral de Podemos? Algunos análisis lo achacan a la continua presencia de Pablo Iglesias en televisión….

Se debe, efectivamente, al haber visibilizado en los medios de comunicación de masas un determinado discurso de confrontación clara con lo que hay, con la política de la troika y con las medidas que se han estado aplicando desde que comenzó la crisis, tiene que ver efectivamente con eso. Pero también tiene que ver con que hubiera una especie de momento ‘podemos’. Un momento en el cual las condicioines de vida de la gente está hiper degradada, en que la violencia de los datos en términos sociales son cada vez más duras, conjugado con una falta de expectativa y una falta de confianza en todo lo que pueda ser la representación colectiva, una falta de confianza en los colectivos tradicionales y en los políticos profesionales como tal. El momento podemos era exactamente ese, y la respuesta a ese momento era plantear medidas programáticas de urgencia para parar lo que nos está ocurriendo, replanteamientos de los yugos que hoy por hoy tienen hasta el cuello a la ciudadanía, como es el tema de la deuda, conjugado con una práctica que nos vacune contra la corrupción, contra el apartarnos de la sociedad civil, reforzar los mecanismos de control colectivo de los representantes públicos, reforzar la participación en la toma de decisiones de las organizaciones que pretenden representar a los ciudanos…. yo creo que esa ha sido un poco la clave.

Es una incógnita el saber hasta qué punto esta iniciativa tenía capacidad de generar ilusión. Es una responsabilidad también enorme. Encontrarte a tantísima gente que venía de otras fuerzas políticas que te pide por favor que no le defraudes, gente que nunca ha participado en política y que por primera vez encuentra un espacio de participación y pone desde el primer día y la capacidad de generar un discurso en el que se vean representadas mayorías sociales al margen de identidades políticas claras. No me refiero a la ideología, si no a las identidades. Traspasar las identidades y ser capaz de tener un discurso que responda a un sentido común alternativo que hoy por hoy se da como consecuencia de la dureza de las políticas que se aplican. Creo que tiene que ver con eso.

"No queremos ser un partido, sino un frente contra los recortes"

La Voz de Galicia

Es uno de los rostros de la marea verde que desde hace tres años lucha contra los recortes en la educación pública. Profesora, sindicalista, militante de la Izquierda Anticapitalista y exafiliada de IU, Teresa Rodríguez (Rota, 1981) se sentará en Bruselas en uno de los sorpresivos cinco escaños de Podemos. «No somos políticos profesionales, no queremos sus altos salarios ni cheques en blanco entre unas elecciones y otras, ni para nosotros ni para nadie», dice la número dos de Podemos en la lista que encabezó en las europeas del domingo Pablo Iglesias. «Estaremos en Galicia en las municipales, claro», advierte.

Han conseguido pasar de la teoría a la práctica, de la nada al escaño, ¿cómo se notará a los cinco diputados de Podemos entre los 751 de Bruselas?

Somos una fuerza que se plantea como altavoz de las luchas sociales que se están dando por abajo, frente a un parlamento de profesionales de la política que buscan un retiro dorado. Trazamos para ello ya alianzas con Syriza en esa tarea de ir a Europa a buscar amigos y fuerzas que plantean como nosotros recuperar la soberanía, cuestionar el pago de la deuda y hacer frente a la troika. Eso deberá de notarse en el Parlamento y aquí.

¿Eurodiputados de calle?

Tenemos que hacer ese esfuerzo, estar en el Parlamento pero también aquí. Allí demandaremos que se puedan revocar los cargos públicos, que se limiten sus salarios, denunciaremos la falta de control ciudadano sobre la UE y lo que allí se logre o nos nieguen lo trasladaremos aquí. Esa va a ser nuestra tarea.

Habla de los cinco, ¿pero usted como segunda en la lista pensaba realmente en ser elegida?

La sorpresa no nos la llevamos el domingo, la tuvimos cuando empezamos a hacer actos públicos y tuvimos participaciones masivas, o en las primarias, que fueron récord en Europa para la configuración de una lista, o con un programa debatido masivamente, esas fueron las sorpresas.

¿Habiendo pasado de cero a 1,2 millones de votos no es una exageración que Pablo Iglesias diga que han perdido?

Porque Podemos se planteó para romper con el bipartidismo y recuperar para los ciudadanos la capacidad de las decisiones políticas ahora en manos de los poderes económicos. Por eso nuestro resultado ha sido claramente insuficiente. Ahora queremos ampliar las bases sociales de nuestro proyecto y trazar alianzas. No somos triunfalistas, hemos hecho un test para ver si merece la pena continuar y continuaremos.

¿Están preparados para no ser flor de un día?

En la medida en que hay 400 asambleas de base funcionando sería una irresponsabilidad que a quienes nos ha tocado representar a Podemos lo desaprovechásemos. Pero nosotros no somos autorreferenciales, no queremos ser un partido más, sino que lo que queremos es ayudar a configurar un frente popular capaz de enfrentarse a los recortes, y ahí participarán formaciones de izquierda coherentes con esa lucha, movimientos sociales y los ciudadanos, no queremos mantener un aparato de partido.

¿Pondrán sus votos por delante al negociar con IU, con AGE...?

Buscamos un espacio plural de espectro ideológico muy amplio en el que compartir la lucha contra la austeridad y eso es lo que volveremos a plantear a Izquierda Unida y a otros.

Solos o acompañados, ¿estarán en municipales y generales?

Hombre, los resultados invitan a eso, pero lo tendremos que valorar en nuestros círculos. Es verdad que los resultados son un poco imperativos para seguir, pero todo tendrá que ser votado.

¿No les surgirán demasiados amigos para las municipales?

Ese riesgo siempre existe, pero nos hemos puesto vacunas para evitar oportunismos y tentaciones de corrupción, que no es más que todo lo decidan los círculos que forman Podemos.

¿Cómo valora ser la cuarta fuerza en Galicia, y superar incluso al Bloque?

Es fruto de la necesidad de los votantes de contar con alternativas que vayan más allá de la política profesional y contar con expectativas nuevas más allá de los eslóganes.

¿Galicia es un territorio propicio para Podemos?

Galicia está sufriendo más duramente la crisis y los datos de degradación social son mayores que la media estatal, por lo que había un hueco para quien generase ilusión y plantease alternativas, por eso seguiremos trabajando para crecer en Galicia y se nos verá en las próximas elecciones.

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