Taller "La Corrala Utopía. Lucha por la vivienda digna y el límite de las instituciones"

Jueves 14 de agosto de 2014, por Mar

La crisis desatada este año en el seno del Gobierno de la Junta de Andalucía a consecuencia de las desavenencias entre los dos socios de gobierno PSOE e IU por el realojo parcial de una serie de familias, y la promesa de solución a las restantes, desalojadas del edificio que ocupaban en Sevilla conocido como Corrala de la Utopía por orden judicial el pasado 6 de Abril, puso de actualidad la gravísima problemática de la vivienda en el Estado español y sacó a relucir todos sus contradicciones. Esta “crisis” de Gobierno en Andalucía evidenció las cada vez más deshilvanadas costuras del régimen a la hora de cumplir con los derechos sociales de la mayoría de la población.

El pulso mantenido entre la Consejería de Fomento y Vivienda dirigida por Izquierda Unida y la presidenta socialista Susana Díaz a causa de la legalidad o no de las soluciones de vivienda temporal dadas las familias, obligadas a darlo por el mismo fallo judicial que dictaba el desalojo, han dado buena prueba de que las instituciones del régimen están más que nada para garantizar la “paz social” de un sistema económico tremendamente injusto. Lo que se discutía no era si la solución ofrecida por la Consejería de Fomento cabía o no en la ley, que sí lo hacía debido a que está recogida incluso la excepcionalidad, sino si se debe “premiar a quien da una patada en la puerta” en palabras de la propia presidenta de la Junta de Andalucía del PSOE, palabras antes repetidas hasta la saciedad por dos figuras del Partido Popular en Andalucía, el alcalde de la ciudad y su anterior Secretario andaluz, Juan Ignacio Zoido, y la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo.

Sorprendía esta crisis de los socios del Gobierno PSOE-IU a raíz de dar un medio habitacional a las familias de la Corrala de la Utopía por cuanto a través de diversas mesas de encuentros mediadas por el Defensor del Pueblo andaluz entre la propiedad, IberCaja, las instituciones, Junta de Andalucía, Ayuntamiento, y las propias vecinas se había tratado de buscar una solución al conflicto, aunque todas infructuosas, y que todas las partes aceptaban. Y aún sorprendía más porque las soluciones concedidas eran de carácter asistencial, parciales, dar cobijo a familias en la calle y en riesgo de exclusión social, solución exigida por el juzgado que dictó el desalojo y por el propio Tribunal Europeo de Derechos Humanos, y que fueron ofrecidas y otorgadas una vez la Corrala de la Utopía estaba ya desalojada del edificio propiedad de Ibercaja y con las familias en la calle. Aún a pesar de ser soluciones parciales y dadas como medidas ante la exclusión social, era mucho lo que estaba en juego en el caso de la Corrala de la Utopía: el riesgo de que se viera como una victoria del movimiento de la vivienda, se siguiera su ejemplo y se propagase.

Las razones de esta crisis, un tanto teatralizada, que ponía en la picota el pacto de gobierno entre PSOE e IU, hay que buscarla en la dimensión que esta lucha había alcanzado, era conocida incluso a nivel internacional y era un referente claro en la ciudad de Sevilla en la lucha contra la crisis, y a la forma en que la Corrala de la Utopía enfocó la lucha por una vivienda digna. Si esta lucha ha sido parcialmente victoriosa debe mucho a la forma escogida, un edificio vacío de la banca fruto de la especulación, una ocupación pública de familias desahuciadas, que ha conseguido que se le atragante a las instituciones esta lucha, estando obligados a darle una solución y, es justo decirlo, gracias también a una Izquierda Unida que al frente de la Consejería de la Vivienda ha demostrado sensibilidad a la problemática de la vivienda y a estas familias. Las instituciones no podían ya obviar esta lucha debido a su repercusión y al riesgo que significaba dejarlas en la calle, que sumaba a la insatisfacción de la población con este régimen, pudiendo tener un efecto “Gamonal” en Sevilla. Así lo constata la sentencia de desalojo del Juzgado de Instrucción número 3 de Sevilla que apremia las instituciones a dar una solución a estas familias en riesgo de exclusión y con menores. Pero el problema era cómo hacerlo sin afectar al núcleo del régimen de propiedad, sin alterar el modelo de negocio de la vivienda. Y en esto es en lo que se han esforzado las instituciones.

En la V Universidad de Verano de Izquierda Anticapitalista se realizará el Sábado 23 de Agosto un Taller sobre la Corrala de la Utopía, como símbolo de lucha de la vivienda que ha desentrañado las contradicciones del régimen constitucional para dar soluciones habitacionales, sus claros límites, poniéndoles contra el espejo, con un sistema político que defiende el modelo especulativo de la vivienda, pero, precisamente, también ha revelado cómo la movilización de los de abajo por una vivienda digna es una de las claves desestabilizadoras de este régimen.

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