"La Transición no acabará hasta que el Estado pida perdón a las víctimas de la matanza de Vitoria"

Domingo 7 de septiembre de 2014, por Mar

Público

"No habrá nunca Transición acabada hasta que se pida perdón a las víctimas". Treinta años después de la matanza de Vitoria, Lluís Llach volvía a poner el grito en el cielo ante el silencio de las autoridades españolas. Lo hacía en la ciudad que asistió el 3 de marzo de 1976 a una carnicería a manos de las fuerzas del orden, que no dudaron en lanzar gases lacrimógenos dentro de una iglesia repleta de trabajadores, pero también de estudiantes y niños, que fueron recibidos en el exterior por una tormenta de tiros.

Murieron cinco personas por impacto de bala, mientra que un centenar resultaron heridas. Fraga, ministro de la Gobernación, y Martín Villa, titular de Relaciones Sindicales, visitaron el día siguiente a los heridos. "Para rematarlos", clamaban las familias de aquellos obreros que se habían reunido en la iglesia de San Francisco de Asís durante una huelga para reclamar mejores condiciones de trabajo.

Hasta entonces, los templos habían sido un lugar sagrado, pero en este caso la policía no dudó en violar aquella parroquia del barrio de Zaramaga donde se se celebraba una asamblea. "Que este triste ejemplo sirva de gran lección para todo el país en los meses próximos", llegó a declarar Fraga, dispuesto a evitar por todos los medios la extensión de la protesta a otras urbes. La grabación de las conversaciones entre los agentes, que reconocen la "masacre", ponen los pelos de punta: "Que manden fuerza aquí, que hemos tirado más de 2.000 tiros, cambio".

El cantautor catalán compuso en homenaje a las víctimas Campanades a morts, la canción que cierra el documental Llach: La revolta permanent (Lluís Danés, 2006), que recuerda los trágicos sucesos tres décadas después de la mano de sus protagonistas y del propio Llach, cuya semblanza biográfica gira en torno a la matanza. Así, se mezclan las imágenes del caos en las calles de Vitoria antes y después de la asamblea de trabajadores con fragmentos de la vida del mito catalanista, que se planta frente a un piano para rememorar aquella rabia, todavía latente en los familiares de los muertos que pasan frente a la cámara.

El documental, que recoge el conmovedor concierto que daría en el trigésimo aniversario en el pabellón Fernando Buesa de Vitoria, donde Llach carga contra "un acto de terror del Estado", se proyectará este domingo en el Matadero de Madrid. La Sala Azcona también acogerá un coloquio conducido por Juan Carlos Monedero. La entrada es gratuita hasta completar aforo.

Documental LLach, La revuelta permanente (los asesinatos de Vitoria-Gasteiz el 3 de marzo de 1976)

SPIP | esqueleto | | Mapa del sitio | Seguir la vida del sitio RSS 2.0