Luis Pérez, semblanza política de un anticapitalista tras el telón

Martes 19 de mayo de 2015, por Jesús

Jesús Rodriguez

A Ana y a Ernesto -cuando sea el momento- para que sepan del otro Luis.

Luis Pérez, el hombre discreto, tenaz y metódico, tiene una parte indivorciable de su vida, que es la de la militancia política. La de la militancia revolucionaria, que es muy distinta a la de cualquier otro tipo de militancia. Más de diez años dan para mucho, idas y venidas, recovecos vitales y experiencias militantes. Quienes hoy forman parte de Anticapitalistas Cádiz deberían tener un legado, un hilo de continuidad, de experiencias; y tirando de ese hilo siempre está Luis.

Conocí a Luis siendo ya trotskista, y eso es algo sorprendente. Siempre me confesaba, con un aire de ilusión y agradecimiento, haber podido leer “Historia de la Revolución Rusa” por consejo e influencia de una persona de referencia para él, que después lo sería para nosotros, Julio Labrador, antiguo militante de la Liga y excoordinador de IU Cádiz. Julio y su pareja, Ángela, se convirtieron así en nombres habituales en nuestras primeras conversaciones, allá por 2004. Cuando le propusimos Tere Rodríguez y yo construir juntos Espacio Alternativo (hoy, Anticapitalistas) en Cádiz, Luis organizó toda una serie de actividades para comenzar el proyecto. Destacaba por su capacidad y metodología, y sobre todo su interés por la formación política y la lectura. Pero aún más por la ilusión. No es fácil comenzar un proyecto con tres personas en una ciudad con la incertidumbre de no arraigar y con un tiempo político -el de la burbuja inmobiliaria- vacío, homogéneo, en el que era muy difícil que existieran procesos de politización que permitieran construir una organización que luchara por el socialismo. A veces pienso que la convicción en las ideas que teníamos los tres tenía un punto de locura, de bella locura, pero de locura al fin y al cabo. Quizás porque queríamos ser herederos y testigos de un legado necesario, que se transmite de generación en generación con la idea de aprovechar en algún momento una brecha, un quiebre del tiempo político y de los consensos, para superar el capitalismo. Esa era nuestra apuesta decidida, la misma que hoy.

El ecosocialismo

En la renovación política de nuestra corriente el Ecologismo se convirtió en un vector necesario de reflexión y de construcción. Luis compartió dicha reflexión y se lanzó a aportar en esa dirección. Preparó muchas de las discusiones en las células que tuvimos en toda esta década de construcción política sobre temas como Energía (leía mucho a Ladislao Martínez y seguía con cariño las publicaciones de Ecologistas en Acción), Territorio y Cambio Climático. También estuvo muy de acuerdo con las reflexiones que desde el Colectivo de Cádiz de Espacio Alternativo hacíamos sobre animalismo. No puede haber socialismo sin replantearnos la relación que tenemos con otras especies, algo que Luis compartía y defendía.

A modo de paréntesis, recuerdo la relación tan enternecedora que tenía con "mi" perra Frida, de la cual decía riéndose que era el ser vivo que más se alegraba de verle. La última vez que Frida le vio lo reconoció a leguas y salió corriendo a saludarle, y él sonreía de nuevo, aunque con una mueca diferente, reveladora de las adversidades.

En 2005 Luis y yo elaboramos un documento, en discusión y aprendizaje con las reflexiones de Ramón Fernández Durán y Jaime Pastor en aquel momento, sobre vivienda y territorio. Los discutimos ampliamente en Espacio Alternativo Cádiz y nos sirvió para anticipar todo el movimiento de Vivienda Digna que se desarrolló a posteriori en esos años, lo que nos permitió tener trabajadas muchas discusiones y defender, al mismo tiempo, el territorio como forma de garantizar una vivienda digna. Luis sabía intervenir en esos espacios, con autoridad y con criterio. Supo ganarse el respeto de quien participó con él de esa lucha. Creo que aquello nos dio una impronta de organización que empezaba a dar respuestas a problemas complejos y contradictorios, como empleo, vivienda y naturaleza. No fuimos los mismos a partir de ahí, habíamos madurado políticamente y creo que no existía en aquel momento organización que pudiera tener el nivel de reflexión que teníamos ya en la ciudad. Luis fue indispensable en dar esa impronta a cada nuevo militante que se incorporaba.

“Viento Sur” y Moro

Desde el punto de vista político, fueron los artículos de Moro y “Viento Sur” sus grandes pasiones. No recuerdo a Luis más emocionado y con más ganas de debatir algo, de vernos un sábado temprano para polemizar, que cuando le llegaba el último número de nuestra revista. Lo que más le gustaba de nuestra organización era la importancia de la lectura y de la formación, y lo repetía siempre. Pero él era lector, sobre todo, de los artículos de Miguel Romero "Moro", dirigente de la extinta Liga Comunista Revolucionaria y director de la revista. Luis conoció a Moro en las escuelas de formación que forjaron a los cuadros de la generación que hoy dirige Anticapitalistas en Girona y Granada, sobre el POUM, la Revolución española y la Revolución Rusa. Paradójicamente, “Moro” no era muy partidario de construir escuelas a partir de formaciones históricas, pero aquellos días se hacían muy cortos, intensos, de un aprendizaje tal que se nos hacía difícil volver. No era difícil identificarse con “Moro”, con su pedagogía, su convicción, pero para Luis era el dirigente que cualquier organización debía tener. No había artículo de Miguel que él no leyera convencido de que había que discutirlo. Moro se nos fue víctima de un cáncer pocas semanas antes de que a Luis le detectaran el suyo. Cuando más falta nos hacían, cuando más falta nos hacen.

El otro pensador que le inspiró o que nos inspiró a toda una generación fue nuestro compañero Daniel Bensaid. Luis no lo pudo conocer personalmente, pero fue permeable al mejor pensador marxista de finales del siglo XX y principios de este. Un pensador sin el cual toda la generación de cuadros de Anticapitalistas estaría sin brújula. No recuerdo si él se llevó el último libro que editamos de artículos de Daniel, pero Luis me mandaba puntualmente sus artículos para que no me perdiera ninguno.

La Cuarta y Punto de Vista Internacional

La otra pasión más desconocida fue la Cuarta Internacional. Decenas de compañeros de Anticapitalistas Cádiz han pasado por los campamentos revolucionarios que organiza la Cuarta Internacional, por sus escuelas de formación en Amsterdam o por algún congreso. Luis no. Nunca fue. Siempre decía "el año que viene". El nacimiento de Ernesto aplazó sine die la experiencia internacionalista militante de esos eventos. Y sin embargo, cada vez que venía un compañero de otra sección de la Internacional o discutíamos sobre la situación en algún país, Luis venía con los deberes bien hechos. Creo que apreciaba enormemente el haber mantenido una estructura internacional durante tantas décadas y que nos vinculáramos a ella. Guevara fue, por eso mismo, otra de las discusiones durante unos años en los que analizábamos y reactualizábamos a algunos revolucionarios. Parecía que volvíamos a finales de los años 60 cuando le decíamos a algún simpatizante que éramos troscoguevaristas, siempre con una sonrisa. Parece exótico en un momento de "ilusión política" o electoralista, pero creo que gran parte de las reflexiones que hicimos en la década pasada siguen teniendo una vigencia absoluta. Al tiempo.

Es muy probable que muchos desconozcan que Luis era el coordinador de la revista web de la Cuarta Internacional. “Punto de Vista Internacional”, que así se llama, sufrió un duro golpe cuando Luis cayó enfermo, y de momento no hemos sido capaces de dinamizarla. Es un portal web que sirve de referencia para militantes de más de 50 países, y Luis era el alma de su redacción en la sombra, como siempre, y desde una ciudad pequeñita, lejos de las convulsiones política de Atenas, Roma, París, Buenos Aires o Río. Pero con lecturas desde todos esos sitios.

15M, San Mateo, Podemos

Estoy convencido que el grupo de 15M de San Mateo fue algo que alargó las aspiraciones militantes de Luis, le proporcionó satisfacciones y nuevos quebraderos de cabeza. Fue un reto personal y colectivo que asumió con responsabilidad y alegría. Recuerdo que antes de que la asamblea del Palillero se desinflara, Tere y Luis trajeron una discusión a la célula de Izquierda Anticapitalista. Se trataba de tener iniciativa para que el movimiento acumulara fuerzas y que el 15M no desapareciera del todo. Se estaba abriendo el debate de construir en barrios. Teníamos muchas dudas de que la ausencia de objetivos concretos en el conjunto del movimiento permitiera mantener mucho sus estructuras participativas. Teníamos que intentar proponer cosas concretas. Luis y Tere creían que era necesario trabajar en algún barrio de composición obrera más clásico, que permitiera enlazar con otra generación y con otras experiencias previas al 15M, fundamentalmente sindicales. Y echar ahí toda la carne en el asador para que algún barrio se quedase con estructura estable. Con otros compañeros de IA del barrio, Luis, Tere y Maite escogieron San Mateo para construir, y allí encontraron militantes valiosos del movimiento con los que intentar aguantar el reflujo. Creo que durante un tiempo se convirtió en el barrio de referencia del 15M, y con el paso de los años ha sido el sitio donde ha permanecido el espíritu irreverente de la organización. Luis fue fiel a sus compañeros hasta el final. A veces sentía una enorme responsabilidad, pero también agradecía enormemente, y silenciosamente, la confianza depositada en él por sus compañeros. No era de piedra, y eso le emocionaba, aunque fuera totalmente ajeno a las culturas y estilos de promoción personal y personalista.

Sería injusto olvidar las referencias a Juan, Susana y Miguel, porque siempre compartía dichos nombres cuando hablaba de personas con una posición que él definía claramente rupturista y cercana a él mismo. Creo que guardaba con ellos una afinidad importante, y así lo mostraba en las reuniones de IA. Y creo que también guardaba admiración por Lorenzo posteriormente, y mantuvo una larga relación personal y política con él.

Ese estilo lo supo trasladar a Podemos rápidamente, y por ello se ganó la confianza de sus compañeros como Responsable de Organización del Círculo de Cádiz. Una enorme compañera, que se fue a Portugal a trabajar, Carmen, me decía de manera cómplice en el verano de 2014 que se había quedado en Podemos por nosotros (Anticapi), pero que fundamentalmente por Luis, que le había sabido transmitir el temple y el buen hacer ante tanto vaivén tumultuoso, tantas contradicciones. Había servido para transmitir la experiencia de organización, en un sentido amplio, organizar las ideas y el combate político, con prudencia. Y cuando me dijo esto identifiqué a Luis rápidamente. Creía en un Podemos como movimiento, donde el Anticapitalismo militante pudiera abrir brechas en el régimen del 78, donde una franja importante de la población pudiera hacer la experiencia y llegar a la conclusión de que lo más racional y sensato es la revolución en sentido amplio. Pero lo hacía acompañando procesos de politización de gente como Laura, Moi, Jose, Carmen, Raquel... y toda esa gente con la que empezamos el círculo y de la que se ganó el respeto.

Retales

Pocos saben además que Luis era el responsable de muchos de los textos internos de nuestra organización en Cádiz en este tiempo, sobre todo de la táctica electoral. Que tenía una autoridad indiscutible en IA y que era el mediador natural en conflictos internos.

En eso de la formación, Luis insistió mucho en darnos formación jurídica en las reuniones de célula en temas sobre seguridad y sobre sindicalismo; pero también discutíamos con él los textos de “Viento Sur”. Preparaba metódicamente dichas formaciones, ajustándose al tiempo para no monopolizar las reuniones.

Tampoco se sabe que era un militante imperfecto, como son los buenos militantes, que tenía poca tolerancia al agotamiento, y que de vez en cuando se tomaba unas vacaciones de lo suyo, bloqueado por los acontecimientos. Eso sí, si veía a algún compañero desbordado lo apoyaba siempre. Que le gustaba más pasear que tomarse algo, que no digería bien lo de ir a la playa ni tomar el Sol. Que no hacía deporte y ponía excusas baratas para ello. Que sentía un orgullo enorme de tener en su organización a Pepe Luna y le gustaba escucharlo, que despreciaba a la burocracia sindical aunque tuviera que soportarla. Y que disfrutaba como un chaval cuando entraba un militante nuevo, teníamos un nuevo colectivo o grupo de base o alguna organización de algún país entraba en la Internacional. Durante diez años siempre hacía y decía lo mismo ante tales noticias: se apartaba, me cogía por el brazo y me decía "esto marcha".

Creo que admiraba enormemente a Tere y que estaba muy orgulloso de ella. Como todos, pero quizás él más. Sin embargo, pienso que el mayor cariño y afecto lo sentía por María, Ernesto y el inconstante de Álvaro. Los más jóvenes con los que empezamos este viaje. Una juventud envidiable para cualquier organización que espero sepa mantener la memoria de Luis, hacer sentir a los que vengan detrás la convicción, la tranquilidad y la confianza que él sabía transmitir en ese espacio, en esa gran familia. Diez años dan para mucho, pero hay cosas que uno tiene el derecho de guardar para sí, un pequeño acto de egoísmo para preservar conversaciones cómplices, divertidas o dramáticas sin las cuales uno no puede mantenerse en ese camino, esa "opción de vida" que es la militancia revolucionaria. Gracias amigo, compañero, camarada. "Porque fuimos, somos. Y porque somos, seremos"

Málaga 17 de mayo

Jesús Rodríguez

SPIP | esqueleto | | Mapa del sitio | Seguir la vida del sitio RSS 2.0