El clamor de Madrid: Manuela alcaldesa

Jueves 28 de mayo de 2015, por Mar

Toni García y Rommy Arce

Cuando empezamos a construir Ahora Madrid, pocos podíamos de verdad creer que teníamos tantas opciones de impedir la continuidad del Partido Popular en el gobierno del Ayuntamiento de Madrid, y nada menos que con Esperanza Aguirre como candidata. Llegamos a la precampaña con los tiempos muy justos, y nos costó calentar los motores, pero poco a poco la campaña ha ido creciendo de manera sostenida hasta su explosión en la última semana, cuando ha desbordado las propias previsiones de la organización, se ha descentralizado y se ha multiplicado, se ha convertido en muchas campañas a la vez, impulsadas desde cada barrio, desde cada colectivo, pero también promovida por ciudadanos y ciudanas anónimas que convirtieron a Manuela Carmena en un verdadero fenómeno social, en la única alternativa de cambio posible.

A primera hora de la noche los sondeos a pie de urna nos hicieron soñar todavía más alto, haciéndonos pensar que podíamos incluso ser la primera fuerza política en la ciudad de Madrid, con hasta 23 concejales. Finalmente los datos provisionales nos colocan con 20 concejales, frente a los 21 que obtendría el Partido Popular, 519.210 votos frente a 563.292, a tan solo 44.082 votos de diferencia, 2,7 puntos porcentuales menos. Ahora Madrid ha sido primera fuerza política en 11 de los 21 distritos municipales, todos ellos (y no por casualidad) en la parte sur de la ciudad, donde se sitúan los barrios más populares, empobrecidos cuanto menos tras los 24 años de gobierno del Partido Popular.

La cara de circunstancias con la que comparecía Esperanza Aguirre da una muestra del carácter histórico de los acontecimientos. Por primera vez en muchas décadas se abre la perspectiva de que el ayuntamiento más importante de España sea gobernado no solo por una izquierda transformadora, sino además por un gobierno plebeyo, un gobierno de gente común y corriente, no profesionales de la política. Y algo parecido sucede a la vez en ciudades como Barcelona, Valencia, Zaragoza, A Coruña, Cádiz, y un largo etcétera. Las llamadas “candidaturas de unidad popular” o “de confluencia”, o acuerdos postelectorales de diferentes fuerzas, pueden permitir abrir experiencias de un gobierno municipal diferente, que sea punta de lanza de unos nuevos procesos constituyentes a nivel estatal.

El éxito de estas candidaturas nos debe ayudar a extraer algunas lecciones sobre los esfuerzos y la generosidad que nos exige el momento presente. Aquellas fuerzas políticas que por intereses de construcción interna, de sostenimiento de estructuras partidarias, etc. no han apostado por esos procesos de confluencia o lo han hecho a regañadientes, se han visto y se verán castigadas en la urnas.

Manuela Carmena y Ahora Madrid han sido la opción preferida por la ciudadanía para liderar el cambio en Madrid. El PSOE ha obtenido un resultado muy alejado, como tercera fuerza con 9 concejales, suficientes para sumar una mayoría junto a los 20 de Ahora Madrid. Si sus propuestas de cambio para Madrid son sinceras, la única alternativa para ellos es apoyar a Manuela Carmena como alcaldesa de Madrid. Sus votantes no podrían entender otra cosa.

El reto que tenemos por delante es extraordinario. Vamos a llegar a una institución con 24 años de inercias caciquiles, opacas, cerradas, antisociales… y tendremos que darle la vuelta: hacerla más justa, más tranparente, más participativa y más igualitaria. Para ello tenemos que contar con los 29 000 trabajadores del Ayuntamiento, escuchar todo lo que tienen que decir, aprender de su conocimiento y experiencia acumulada, y ponernos a trabajar juntos para mejorar esta ciudad. Pero sobre todo tenemos que contar con los millones de madrileños y madrileñas, los que nacieron aquí y los que vinieron de fuera, porque sin todos ellos y ellas no habrá un ayuntamiento democrático en Madrid.

Esto es solo el principio. Llegar a las instituciones y gobernarlas no es garantía de una verdadera transformación y mejora en la vida de la mayoría de la gente. Eso no será posible sin la construcción de un verdadero movimiento municipalista que empuje en la dirección correcta. Ahí tenemos todavía mucho que avanzar, para fortalecer la construcción de Ahora Madrid, que hasta ahora ha sido sobre todo una herramienta electoral, y convertirla en un espacio de autoorganización ciudadana y empoderamiento popular. Esto es solo un punto de partida para la imprescindible y anhelada revolución democrática. Como decía una canción, es el momento de “inventar otra vida en la misma ciudad”.

Toni García y Rommy Arce (concejala electa) son miembros de la candidatura de Ahora Madrid para el Ayuntamiento de Madrid. Miembros de Anticapitalistas

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