En las elecciones argentinas apoyamos al FIT-Unidad

Comunicado de Anticapitalistas

La crisis internacional impulsa a las clases dominantes a descargar los planes de ajuste neoliberal sobre las espaldas de las y los trabajadores del mundo. En una región que vuelve a situaciones turbulentas (como muestra la explosión social en Ecuador o la crisis política en Perú), el giro a la derecha latinoamericano es real pero también inestable. El eje de la ofensiva autoritaria y ultraliberal en el mundo es el gobierno de Trump, que encontró un enclave regional clave en el gobierno semi-fascista de Bolsonaro. En este contexto se desenvuelve el proceso electoral argentino.

El gobierno de Macri, con el apoyo de Trump y Bolsonaro, puso al país bajo la tutela del Fondo Monetario Internacional y el imperialismo. El FMI giró cuantiosos prestamos al país a cambio de una creciente injerencia en la política económica local, que se expresa principalmente en la presión por aprobar las “reformas estructurales” (previsional, fiscal, laboral) que reclaman las clases dominantes. Mientras tanto, el país se sumergió en una recesión económica y en un grave deterioro social.

La fuerza del movimiento social argentino puso límites a la ofensiva neoliberal. Ante la ausencia de una alternativa política de masas frente al macrismo, las clases populares encontraron en la candidatura del peronismo un canal para censurar a la derecha en las recientes elecciones primarias. Este colapso del macrismo es una derrota para el imperialismo y para la derecha latinoamericana, que ve parcialmente desestabilizada sus planes. Sin embargo, Alberto Fernández no va a evitar que la actual crisis se descargue sobre las clases populares. Ya anunció que mantendrá aspectos esenciales de la política económica de Macri, como la devaluación de la moneda y los compromisos con el FMI.

En Argentina, América Latina y el mundo es necesario impulsar las luchas sociales e instrumentos políticos unitarios que presenten batalla al creciente autoritarismo y a las políticas ultraliberales de las clases dominantes. Proyectos anticapitalistas que pongan en el centro las luchas, pero también la perspectiva de una sociedad ecosocialista y feminista, que busquen una ruptura irreconciliable con las élites dominantes que explotan a la clase trabajadora y destruyen el planeta. Esta lucha tiene una dimensión global y por lo tanto, es un deber para los revolucionarios apoyar a las candidaturas que representan ese polo transformador.

En este contexto, creemos importante apoyar al FIT-U, con la expectativa de que en el próximo periodo se avancen con experiencias unitarias más amplias y plurales, en permanente apertura para reconstruir un proyecto socialista vivo y de masas. Deseamos mucha suerte a toda la militancia revolucionaria en su necesaria lucha porque las clases populares no tengan que elegir “el mal menor”.