Por un futuro para el Pirineo: cuidados, tierra y vida

Comunicado conjunto de Anticapitalistes y Anticapitalistas Aragón

Castellano

Bajo el lema “Per un Pirineu Viu, aturem els JJOO d’hivern”, este 15 de mayo Catalunya se moviliza frente a la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno. Este proyecto supone un ataque hacia el territorio y los pueblos del Pirineo catalán y aragonés, lo cual nos exige ser capaces de dar una respuesta conjunta. Se trata de un macroproyecto que hipoteca el futuro de los valles del Pirineo y no responde en absoluto a las necesidades reales de quienes los habitan.

Esta propuesta de Juegos Olímpicos de Invierno vuelve a visibilizar cómo el futuro de la región pirenaica se decide desde despachos de Madrid, Barcelona y Zaragoza. Cómo sus territorios son utilizados como tablero desde el cual reactivar la acumulación capitalista a golpe de pelotazo, de inyecciones de capital para infraestructuras fallidas y sin sentido. La organización de este tipo de eventos durante los últimos 50 años ha llevado asociados unos sobrecostes de más del 140% del presupuesto inicial. Unas previsiones irreales y una falta de planificación de usos futuros de las instalaciones han generado que el impacto económico haya resultado siempre en pérdidas. A lo cual debemos sumarle el agravamiento de procesos de gentrificación y masificación turística. La idea es clara: estos Juegos Olímpicos se suman a la retahíla de proyectos que apuntalan un modelo de grandes inversiones, destrucción del territorio y especulación que da grandes beneficios a una pequeña élite y empeora las condiciones de vida de las clases populares.

No nos faltan las pruebas del resultado de este modelo de pelotazos: desde aeropuertos sin aviones en Uesca y Lleida a grandes instalaciones deficitarias como la Expo de Zaragoza en 2008, el circuito MotorLand Aragón en Alcañiz, el Fórum de las Culturas en Barcelona del 2004 o el Circuit de Catalunya en Montmeló. Ejemplos de proyectos que iban suponer un beneficio para el interés general y que resultaron ruinosos, dejándonos la herencia de décadas de deuda pública. Por todo ello consideramos fundamental desmontar los cantos de sirena del capital y plantear una propuesta popular que cambie de rumbo, que hable de trabajo, tierra y vida en condiciones dignas.

 
El Pirineo merece otro modelo

Nuestro rechazo a este tipo de proyectos debe contener las semillas de un futuro diferente para el Pirineo. No basta con rechazar los proyectos que llegan y seguirán llegando, debemos luchar por un modelo económico, social y territorial diferente para los valles y pueblos del Pirineo. Hay que acabar con un empleo precario y dependiente de la hostelería y el turismo. Los servicios públicos deben orientarse hacia las necesidades de la población local. Quedarse a vivir en el pueblo debe ser una opción real para las jóvenes, sin hacer sacrificios, y asegurando el acceso a una vivienda digna. A continuación, repasamos brevemente tres pilares para un futuro ecosocial para el Pirineo.

 

  1. Empleo para cuidar del territorio
  2.  
    Frente a un empleo precario y preso de la jaula del turismo, debemos defender otro modelo de empleo para los valles pirenaicos que ponga el foco en las necesidades reales tanto del territorio como de quienes lo habitan. Esto pasa por visibilizar y fortalecer los trabajos de cuidados: de los montes y de las personas. Tras medio siglo de despoblación, se han abandonado muchas tareas de gestión tradicional de los bosques y valles que cumplían una función esencial para los ecosistemas y la prevención de incendios. En un contexto de emergencia climática, el aumento de las temperaturas y la reducción de las lluvias hace aparecer el riesgo de grandes incendios en los Pirineos. Anticiparnos a ello será fundamental para evitar situaciones catastróficas.

    El punto de partida es un servicio de bomberos forestales infradotado de medios y personal. La mayoría de la plantilla trabaja solo como refuerzo durante la campaña de alto riesgo en los meses centrales del año. No se tiene la capacidad de realizar los trabajos silvícolas, de limpieza y desbroce del monte, de forma planificada y sistemática durante el resto del año. Esta precariedad en el sector supone una fuerte debilidad en un momento en el que los incendios son cada vez más frecuentes y más violentos, y al mismo tiempo supone un riesgo para las trabajadoras que se juegan la vida. Todos estos elementos llevan denunciándose más de una década por la plantilla de SARGA en Aragón.

    Corregir esta situación es prioritario y urgente. Aumentar la plantilla, prolongar el periodo de contratación de los puestos fijos de vigilancia, impulsar la creación de miles de empleos públicos en labores de gestión forestal. Valga este sector como un ejemplo, que puede complementarse con tantos otros, en trabajos agrícolas, manufactureros y de servicios públicos. La visión general de custodia del territorio y el desarrollo de actividades y aprovechamientos sostenibles planificados es la que debe guiar esta transición. Poniendo en cuestión la propiedad de la tierra, avanzando hacia un uso público-comunitario de los recursos. Un horizonte de transformación ecosocial no está disputado con oportunidades de empleo para quienes habitan el Pirineo. Al contrario, son dos procesos que pueden y deben ir de la mano.

     

  3. Servicios públicos para cuidar a las personas
  4.  
    Los servicios públicos deben estar dirigidos a las necesidades de la población local, no para hacer más agradable la estancia a los turistas. Si no se cumple lo primero, de poco vale lo segundo. El impulso de unos servicios públicos de calidad y con personal suficiente, forma parte además del cuidado tanto del territorio como de las personas que lo habitan. Es un proceso que debe acompañar a ese otro modelo de empleo al que hacíamos mención en el punto anterior. A este respecto, destacan dos elementos clave: servicios sanitarios y transporte público.

    Las comarcas pirenaicas llevan demasiado tiempo sufriendo un déficit de servicios sanitarios. La falta de especialistas médicos obliga a la población a desplazarse hasta localidades más grandes como Uesca o Lleida, incluso en algunos casos hasta Zaragoza o Barcelona. Las listas de espera para una intervención quirúrgica se han alargado considerablemente en los últimos años. En toda Uesca no se han practicado abortos desde que existe la ley de interrupción voluntaria del embarazo, y la región sanitaria de Alt Pirineu i Aran es una de las más afectadas por la disponibilidad limitada de profesionales no objetores de conciencia en esta materia. A esto se le suma la reciente amenaza de desaparición de las ambulancias rurales en Biescas, Lafortunada y Benabarre. Corregir esta situación es urgente. Los servicios sanitarios deben fortalecerse, dotarse del personal y los recursos necesarios para satisfacer las necesidades de las habitantes del Pirineo.

    Al mismo tiempo, la falta de una adecuada red de transporte público que conecte las diferentes localidades crea una fuerte dependencia del uso del vehículo individual. Esto se ve reforzado por una red de carreteras diseñada para el turismo, conectando de forma cómoda únicamente aquellos lugares más frecuentados. Para mejorar la calidad de vida de las habitantes y para reducir la necesidad del vehículo individual, es urgente desarrollar una verdadera red de transporte público basado en pequeños autobuses eléctricos que conecte pueblos y valles. Asegurando una calidad del servicio y unas frecuencias que cubran las necesidades reales de transporte local.

     

  5. Acceso a la vivienda para asegurar un futuro
  6.  
    Por último, de poco nos valdrá otro modelo de empleo y unos mejores servicios públicos si las personas no pueden permitirse vivir en estos pueblos y valles. El turismo ha tenido también un gran impacto sobre el acceso a la vivienda, y en muchos casos resulta inasumible permitirse un alquiler. Esto dificulta enormemente que las jóvenes puedan quedarse a vivir en estas comarcas, o al menos que puedan hacerlo sin grandes sacrificios. Aunque esto afecta especialmente a las jóvenes, también supone un gran impedimento para muchas otras personas adultas y mayores que deseen mudarse.

    La vivienda del Pirineo debe dejar de ser una mercancía. La vivienda del Pirineo debe dejar de ser un bien de lujo solo al alcance de turistas ocasionales o de aquellos que deciden comprar una segunda vivienda a la que acudir únicamente algunas semanas al año. Por ello, para asegurar el acceso a una vivienda digna es necesario limitar el precio de los alquileres en el mercado privado y establecer un parque público de vivienda en las comarcas Pirenaicas, destinado a facilitar el acceso a las habitantes locales, a quienes construyen su vida en estos valles. Además, deben existir políticas de vivienda social para que personas de colectivos precarios o en situación de vulnerabilidad social tengan posibilidad de acceso real y sencillo a las viviendas del parque público (jóvenes, mayores, mujeres, familias monomarentales, diversidad funcional o estado de salud frágil). El parque público de vivienda y las políticas de vivienda social deben ir también acompañadas de una limitación a los alquileres turísticos, combatiendo así sus prácticas especulativas.

    Todo este proceso se tendría que complementar con el impulso a la rehabilitación estructural y energética de las viviendas de los pueblos y valles pirenaicos que han visto su estado deteriorado por el abandono y el paso del tiempo. Esto puede ser también fuente de empleo, y favorecer al rescate de unos pueblos y un patrimonio arquitectónico, cultural e histórico que corren el riesgo de perderse.

 
Movilizar por un horizonte de transformaciones ecosociales

Hoy nos enfrentamos a los Juegos Olímpicos de Invierno, el enésimo macroproyecto que utiliza el Pirineo como una excusa con la que acumular beneficios para una élite. Y hoy también debemos empezar a construir el futuro alternativo que nos aleje de un modelo de pelotazos y nos conduzca hacia un modelo ecosocial. Nuestras propuestas son solo algunas pinceladas de por dónde creemos que debería avanzar. Será la organización de las clases populares la que nos permita recorrer este camino. Por eso es fundamental extender el debate, ampliar los marcos democráticos y movilizar en torno a un horizonte alternativo para el Pirineo. Un horizonte de transformaciones que pongan en el centro el cuidado del territorio y de la vida.

 

 

Català

Per un futur per al Pirineu: cures, terra i vida

Amb el lema “Per un Pirineu Viu, aturem els JJOO d’hivern” aquest 15 de maig Catalunya es mobilitza contra la candidatura del Jocs Olímpics d’Hivern. Aquest projecte suposa un atac cap al territori i els pobles del Pirineu català i aragonès, que ens exigeix ser capaces d’articular una resposta conjunta. Es tracta d’un macroprojecte que hipoteca el futur de les valls del Pirineu i no respon en absolut a les necessitats de qui les habiten.

La proposta dels Jocs Olímpics d’hivern torna a visibilitzar com el futur de la regió pirinenca es decideix des de despatxos de Madrid, Barcelona i Saragossa. Com els seus territoris són utilitzats com a tauler des d’on reactivar l’acumulació capitalista a cop de pelotazo, d’injeccions de capital per infraestructures fallides i sense sentit. L’organització d’aquests esdeveniments durant els últims 50 anys han portat associats un sobrecostos de més del 140% del pressupost inicial. Unes previsions irreals i una manca de planificació dels usos futurs de les instal·lacions han generat que l’impace econòmic hagi resultat sempre en pèrdues. Fet al qual cal sumar-li, també, l’agreujament de processos de gentrificació i massificació turística. La idea és clara: aquests Jocs Olímpics se sumen a la llarga llista de projectes que apuntalen un model de grans inversions, destrucció del territori i especulació que dóna grans beneficis a una petita elit i empitjora les condicions de vida de les classes populars.

No ens falten proves del resultat d’aquest model de pelotazos: des d’aeroports sense avions a Osca i Lleida a grans instal·lacions deficitàries com l’Expo de Saragossa en 2008, el circuit de MotorLand Aragó a Alcañíz, el Fòrum de les Cultures a Barcelona en 2004 o el Circuit de Catalunya a Montmeló. Exemples de projectes que suposadament havien detenir un benefici per a l’interès general i que han resultat ruinosos, deixant en herència dècades de deute públic. Per això, considerem fonamental desmuntar els cants de sirena del capital i plantejar una proposta popular que canviï de rumb, que parli de treball, terra i vida en condicions dignes.

 
El Pirineu mereix un altre model

El nostre rebuig aquest tipus de projectes ha de sembrar la llavor d’un futur diferent per al Pirineu. No és suficient només rebutjar el projectes que arriben i seguiran arribant, cal lluitar per un model econòmic, social i territorial diferent per a les valls i per als pobles del Pirineu. Cal posar fi al treball precari i dependent de l’hosteleria i del turisme. Els serveis públics s’han d’orientar cap a les necessitats de la població local. Viure en el poble ha de ser una opció real per a les joves, sense fer sacrificis, i assegurant l’accés a un habitatge digne. A continuació, proposem breument tres pilars per a un futur ecosocial pel Pirineu.

 

  1. Treball per cuidar el territori
  2.  
    Davant d’un model de treballs precaris i presos dins la gàbia del turisme, hem de defensar un altre model d’ocupació possible per a les valls pirinenques que posi el focus tant en les necessitats reals del territori com de qui les habita. Això passa per visibilitzar i enfortir els treballs de cures: de les muntanyes i de les persones. Després de mig segle de despoblació, s’han abandonat moltes tasques de gestió tradicional dels boscos i valls que complien una funció essencial per als ecosistemes i la prevenció d’incendis. En un context d’emergència climàtica, l’augment de les temperatures i la reducció de les pluges fan créixer el risc de grans incendis als Pirineus. Anticipar-nos a aquesta realitat és fonamental per evitar situacions catastròfiques.

    El punt de partida és un servei de bombers forestals infradotat de mitjans i personal. La majoria de la plantilla treballa només com a reforç durant la campanya d’alt risc en els mesos centrals de l’any. No hi ha capacitat de realitzar treballs de silvicultura, de neteja i desbrossar la muntanya, de forma planificada i sistemàtica durant els restant mesos de l’any. Aquesta precarietat en el sector suposa una forta debilitat en un moment que els incendis són cada cop més freqüents i més violents, i a la vegada suposa un risc per a les treballadores que s’hi juguen la vida. Tots aquests elemens porten sent denunciats més d’una dècada per la plantilla de SARGA a Aragó.

    Corregir aquesta situació és prioritari i urgent. Augmentar la plantilla, ampliar el període de contractació de llocs fixes de vigilància, impulsar la creació de milers de treballs públics en tasques de gestió forestal. Que serveixi aquest sector com un exemple, que pot complementar-se amb tants d’altres, en treballs agrícoles, manufacturers i de serveis públics. La visió general de custòdia del territori i el desenvolupament d’activitats i aprofitaments sostenibles planificats és el que ha de guiar aquesta transició. Qüestionant la propietat de la terra, avançat cap a l’ús públic-comunitari dels recursos. Un horitzó de transformació ecosocial no està renyit amb oportunitats de treball per a les qui habiten el Pirineu. Al contrari, són dos processos que poden i han d’anar de la mà.

     

  3. Serveis públics per cuidar les persones
  4.  
    Els serveis públics han d’estar dirigits a les necessitats de la població local, no per fer més agradables l’estància als turistes. Si no s’assoleix el primer, de poc val el segon. L’impuls d’uns serveis públics de qualitat i amb personal suficient és, a més a més, part de la cura tant del territori com de les seves habitants. És un procés que ha d’acompanyar aquest altre model d’ocupació que comentàvem al punt anterior. Per això, destaquem dos elements claus: serveis sanitaris i transport públic.

    Les comarques pirinenques porten massa temps patint un dèficit dels serveis sanitaris. La manca d’especialistes mèdics obliga la població a desplaçar-se fins a localitat més grans com Osca o Lleida, fins i tot en alguns casos fins a Saragossa o Barcelona. Les llistes d’espera per una intervenció quirúrgica s’han allargat considerablement en els darrers anys. A tot Osca no s’han practicat avortaments des que existeix la llei d’interrupció voluntària de l’embaràs, i a tota la regió sanitària de l’Alt Pirineu i l’Aran és una de les més afectades per la disponibilitat limitada de professionals no objectors de consciència en aquesta matèria. A això se li suma la recent amenaça de serveis d’ambulància en zones rurals a Biescas, Lafortunada i Benabarre. Corregir aquesta situació és urgent, Els serveis sanitaris han d’enfortir-se, dotar-se de personal i recursos necessari per satisfer les necessitats de les habitants del Pirineu.

    A la vegada, la manca d’una xarxa adequada de transport públic que connecti les diferents localitats del Pirineu crea una forta dependència de l’ús del vehicle individual. Això es veu reforçat per una xarxa de carreteres pensada i dissenyada per a turisme, connectant de forma còmoda únicament aquells llocs més freqüentats. Per millorar la qualitat de vida de les habitants i per reduir la necessitat del vehicle individual, és urgent desenvolupar una veritable xarxa de transport públic basada en petits autobusos elèctrics que connecti pobles i valls. Assegurant una qualitat del servei i unes freqüències que cobreixin les necessitats reals de transport local.

     

  5. Accés a l’habitatge per assegurar el futur
  6.  
    Per últim, de poc servirà un altre model de treball i millors serveis públics si les persones no poden permetre’s viure en aquests pobles i valls. El turisme ha tingut també un gran impacte sobre l’accés a l’habitatge, i en molts casos resulta inassumible poder accedir a un lloguer. Això dificulta en gran mesura que les joves puguin quedar-se a viure a les comarques pirinenques, o que ho puguin fer sense grans sacrificis. Tot i afectar especialment les joves, també suposa un obstacle per a moltes altres persones adultes i grans que desitgin mudar-se.

    L’habitatge al Pirineu ha de deixar de ser una mercaderia. L’habitatge al Pirineu ha de deixar de ser un bé de luxe només en mans de turistes ocasionals o d’aquells que decideixen tenir una segona residència a la qual anar únicament unes setmanes a l’any. Per això, per assegurar l’accés a un habitatge digne és necessari limitar el preu dels lloguers del mercat privat i establir un parc públic d’habitatge en les comarques pirinenques, destinat a facilitat l’accés a les veïnes, a qui construeixen el seu projecte de vida en aquestes valls. A més, han d’existir polítiques d’habitatge social per a persones de col·lectius precaris o en situació de vulnerabilitat per garantir un accés real i sencill a l’habitatge del parc públic (joves, grans, dones, famílies monomarentals, persones amb diversitat funcional o estats fràgils de la salut). El parc públic d’habitatge i les polítiques d’habitatge social han d’anar de la mà amb una limitació dels lloguers turístics, combatent així les seves pràctiques especulatives.

    Tot aquest procés s’ha de complementar amb l’impuls a la rehabilitació estructural i energètica de les llars dels pobles i valls pirinenques que han vist el seu estat deteriorat per l’abandonament i el pas del temps. Això també pot ser una font de treballs dignes, i afavorir el rescat d’uns pobles i un patrimoni arquitectònic, cultural i històric que corren el risc de perdre’s.

 
Mobilitzar-se per un horitzó de transformacions ecosocials

Avui ens enfrontem als Jocs Olímpics d’hivern, l’enèssim macroprojecte que utilitza el Pirineu com a excusa a través de la qual acumular beneficis per a una elit. I avui, també, hem de començar a construir el futur alternatiu que ens allunyi d’un model especulatiu i ens permeti avançar cap a un model ecosocial. Les nostres propostes són només algunes pinzellades de per on creiem que ha de caminar. Serà l’organització de les classes populars la que ens permeti resseguir i fer-ho possible. Per això és fonamental estendre el debat, ampliar els marcs democràtics i mobilitzar al voltant d’un horitzó alternatiu per al Pirineu. Un horitzó de transformacions que posin al centre la cura del territori i de la vida.