Noelia: Emancipada, feminista y revolucionaria

Despedirnos de una compañera que contagiaba de esa manera de alegría, de ilusión, de ganas de vivir y de luchar... Es duro decir adiós a alguien que estaba tan llena de vida. Noelia era de esas militantes desconocidas, invisibles, pero referencia y ejemplo para todas las que la conocimos.

Noelia era ante todo una obrera, revolucionaria, feminista y madre. Una mezcla aún rara en la izquierda revolucionaria, que nos obligaba a cuestionar nuestros ritmos, nuestros horarios, nuestra forma de entender la militancia y de llevar a la práctica el feminismo. Noelia era un reto que asumíamos, espoleados por su entusiasmo, por sus ganas de aprender.

Ella decía a menudo que conocernos, que empezar a militar, le había despertado, que aún estaba despertando, que le quedaba muchísimo por aprender. Ella se sentía pequeña. Le costaba aún hacerse a tantos mensajes, correos y reuniones. No sabía que quien abrumaba era ella ni era consciente de lo mucho que aprendíamos a su lado.

Ella era obrera. Trabajó desde muy joven. Tenía estudios de formación profesional y quería seguir estudiando. Precaria, madre divorciada, cuidadora a domicilio de casa en casa, que entre los turnos, entre llevar a sus niños al cole y a las clases, sacaba hueco de dónde no los había para acudir a las asambleas, a las reuniones, para ir a la biblioteca a leer. Hacía un esfuerzo enorme cada día. Muchas veces nos sorprendía apareciendo en reuniones a las que había dicho antes que no iba a poder ir. Todos esos esfuerzos preciosos se han ido y nos han dejado un vacío tremendo.

La Noe era revolucionaria. No por un convencimiento teórico o un idea clara de como construir una nueva sociedad, sino por tener un corazón enorme que no toleraba las injusticias y que no estaba dispuesta a rendirse ante un mundo sin corazón, que ella se empeñaba en llenar de alegría con su sonrisa. Noe luchaba cada día por construir un mundo mejor para sus niños. Ella era capaz de comerse el mundo sola si hacía falta.

Noelia era ante todo feminista. El feminismo, como ella decía, "era muy grande" y fue su herramienta de empoderamiento. Ella formaba parte de todas esas mujeres invisibles que enfrentan cada día las violencias de este sistema patriarcal, en todos y cada uno de los ámbitos de la vida. Era ante todo feminista y madre, que se esforzaba por educar a sus niños para que no fueran cómplices de esas desigualdades, que se los llevaba a las asambleas para que estuvieran por allí escuchando, para que entendieran la importancia de luchar, para enseñarles que mamá era algo más que mamá... Ella intentaba construir un mundo diferente día tras día, hablándonos también de la precariedad e invisibilización que suponía su trabajo, de casa en casa, cuidando.

Marea verde, el café feminista, el círculo de Podemos San Fernando formaron parte de su militancia diaria. No dejó indiferente a nadie que compartiera esos espacios con ella. Todo lo construído en estos años llevan su alegría y su enorme corazón, que contagiaban a quienes tuvimos la suerte y el privilegio de conocerla.

Cuarenta y un años llenos de lucha, de vida, de planes, de retos, que nos negamos a dejar ir. Su muerte, el pasado 17 de octubre, nos deja sin aliento, como lo hacían sus palabras cuando intervenía poniendo toda su energía y su corazón en ellas. Recordaremos siempre ese nerviosismo apasionado, que nos arrancaban sonrisas y lágrimas y nos empujaba a darlo todo. Noe, seguiremos luchando por ti, por todas esas mujeres invisibles. Vamos a llevarte por siempre en nuestros corazones, compañera.

Grupo de base Anticapitalistas San Fernando