A la izquierda de la izquierda

Jueves 19 de abril de 2007

François Sabado [1]

De los doce candidatos que concurren a la elección presidencial, cuatro o cinco (no sabemos si convendría ubicar dentro de este grupo a Gérard Schivardi, del Partido de los trabajadores, que se presenta como... “el candidato de los alcaldes”) se sitúan a la izquierda del Partido socialista.

Si analizamos la dinámica de los acontecimientos sociales y políticos que se han producido en el transcurso de estos últimos años, sobre todo comparándola con la situación que se vive en los otras países europeos, la presencia de cinco candidatos a la izquierda del Partido socialista refleja la existencia de una fuerza indiscutible de la izquierda radical, pero patentiza a la vez su mayor debilidad: su fragmentación, su dispersión.

La influencia de las corrientes que se sitúa a la izquierda del P.S. subraya, efectivamente, la persistencia en este país de una notable resistencia al liberalismo y se corresponde con la explosión regular de grandes movimientos sociales: las movilizaciones en respuesta a la contrareforma Fillon sobre las pensiones, la lucha contra el CPE, las revueltas de los barrios de cercanías, el "no a la Constitución europea"... En el 2002, en las anteriores elecciones presidenciales, más de un 10 % del electorado otorgó sus sufragios a Arlette Laguiller (“Lutte Ouvrière”) y a Olivier Besancenot (LCR).

Pero, no nos podemos parar ante esta constatación. Las divisiones actuales de la izquierda radical, antiliberal y anticapitalista ponen igualmente de relieve otra coordenada de la situación objetiva: la dificultad por traducir políticamente estas resistencias, cristalizándolas en una perspectiva de transformación social. Hay importantes luchas sociales. Pero, al mismo tiempo, no constatamos un progreso significativo del nivel de conciencia anticapitalista: no hay un crecimiento orgánico de las asociaciones o de las formaciones políticas de esta “izquierda radical” alrededor de un proyecto positivo. Por todo ello, las corrientes a la izquierda del P.S. podemos converger en los movimientos de oposición, podemos unirnos a la hora de decir “no” – lo cual nos anima, desde la Liga, a proponer sistemáticamente la unidad de acción a Lutte Ouvrière, al PCF, a José Bové. Aun así, tenemos enormes dificultades cuando se trata de unirse alrededor de perspectivas políticas de conjunto. He aquí la explicación de las divisiones actuales: no se trata de problemas de ego o de aparato, sino esencialmente de problemas políticos.

Con respecto a los compañeros y compañeras de Lutte Ouvrière, se trata de una vieja historia. LO está convencida de encarnar, ella sola, “el campo de la clase trabajadora”, tal y como dicen los carteles de Arlette Laguiller. Esto explica su opción, anunciada desde diciembre de 2005, de presentar una candidatura propia, sin hablar con nadie. De hecho, estas concepciones impiden construir, de una manera duradera y con otras fuerzas, un nuevo proyecto socialista o comunista.

Estos últimos meses, sin embargo, hemos asistido a un amplio debate entre las fuerzas que habíamos conducido, juntas, la campaña por el “no de izquierdas”. Sin duda, el efecto propulsivo de esta campaña ha sido suficiente para hacer frente al Tratado constitucional en la arena de un referéndum. Acto seguido, no obstante, se ha revelado insuficiente para desembocar en una alternativa. Puesto que lo que separa Marie-George Buffet (PCF), José Bové y Olivier Besancenot son opciones estratégicas diferentes, como lo demuestran las respectivas campañas electorales. Así, la dirección del PCF ha confirmado su objetivo político central: “Unir toda la izquierda, desde el P.S. hasta la extrema izquierda”. Desde luego, alrededor de una política diferente de la orientación que propugna Ségolène Royal. Pero, esta insistencia ha conducido regularmente el PCF a inscribirse en una “izquierda gubernamental”. Podéis escuchar a Marie-George Buffet, la candidata comunista, exhortar electores, simpatizantes y militantes a salvar “la izquierda”. Algunos dirigentes comunistas, como por ejemplo Jean-Claude Gayssot o el vicepresidente del Consejo regional de Ille-de-France, han hablado incluso de la necesidad de llevar a término concretamente esta “iniciativa de alerta de la izquierda” mediante la convocatoria de una reunión de urgencia!

Decididamente, nosotros no estamos en la misma izquierda que Ségolène Royal y la dirección del P.S.. Pero, más allá de estas tomas de posición, lo que se manifiesta es una relación de dependencia del PCF en relación al P.S., concretamente con respecto a las próximas elecciones legislativas y municipales... (El escrutinio mayoritario a dos vueltas hace que la elección de numerosos candidatos y candidatas – incluso la permanencia de un grupo parlamentario comunista – dependan de los acuerdos de desistimiento pactados con la ejecutiva socialista. NDT).

Anticapitalista

Con respecto a José Bové (dirigente de la Confederación campesina y líder destacado del movimiento antiglobalización. NDT), estamos sorprendidos ante de los ataques que, regularmente, lanza contra la LCR y su candidato. No le responderemos sobre ese terreno. Una vez más, son problemas políticos los que explica nuestras campañas separadas. Efectivamente, Bové no representa para nada una “candidatura unitaria”: él es el candidato de una corriente específica, de una izquierda ecologista radical. Su campaña se puede centrar en el altermundialismo, los transgénicos, el papel de la Organización mundial del comercio, la solidaridad con las luchas, etc. Pero no adelanta una perspectiva de conjunto, anticapitalista. Como poner en cuestión el sistema capitalista? Qué relaciones conviene mantener con las instituciones y con el P.S.? Todo esto queda en la indefinición. Sobre todo, si recordamos que Bové había dicho que no se habría presentado a las elecciones si Laurent Fabius (uno de los denominados “elefantes” del P.S.; primer ministro bajo Mitterrand y que fue partidario del “no” en el referéndum del 2005... antes de aceptar la síntesis “socialista” entre todas las sensibilidades del partido. NDT) no hubiera sido derrotado en las primarias internas que lo opusieron a Ségolène Royal y hubiera acontecido candidato. En todos los debates de la izquierda antiliberal, Bové ha defendido una orientación compatible con la línea del PCF. Su primera reacción frente al “Pacto presidencial” propuesto por Ségolène Royal ha sido decir que “iba en la buena dirección”.

Así, dado que las condiciones de una candidatura unitaria no estaban reunidas, se entiende mejor el sentido de nuestra opción a favor de la candidatura de Olivier Besancenot: una candidatura renovadora, vinculada a las luchas de una nueva clase asalariada, joven, feminizada y mestiza; una candidatura de independencia enfrente del poder y de la izquierda tradicional. En una palabra: una candidatura anticapitalista...

Notas

[1] “Rouge”. 30/03/2007

* Traducción del francés al catalán y notas de Revolta Global. Traducción al castellano por corriente alterna.

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