Frente a las políticas imperialistas en Ucrania: reiniciar la movilización internacionalista

Comunicado de Anticapitalistas

La victoria de Trump supone una nueva fase en la guerra de Ucrania. Desde Anticapitalistas hemos defendido la consigna nítidamente anticampista “Ni Putin ni OTAN”, dejando claro que el choque interimperialista sacrificaba los intereses de los pueblos y de la clase trabajadora. Decenas de miles de personas han muerto en una guerra al servicio de sus respectivas oligarquías. Frente al campismo pro-Putin y frente a las tentaciones de ver en el gobierno de Zelensky otra cosa que no fuese un gobierno de la burguesía pro-occidental ucraniana, desde el anticapitalismo internacionalista hemos defendido que solo una movilización europea contra la guerra, combinada con la desobediencia y confraternización en el frente, podían dar una salida que no supusiese un desastre absoluto, obligando a los gobiernos a poner fin al conflicto.

Por desgracia, esta perspectiva ha sido minoritaria y no se ha desarrollado como fuerza de masas. Las consecuencias comienzan a salir a la luz. Trump y Putin buscan repartirse Ucrania; esta situación generará tanto un gran resentimiento en Ucrania, que puede ser capitalizado por la extrema derecha, así como un envalentonamiento del imperialismo ruso y del estadounidense. Por supuesto, nos oponemos a la falsa paz impuesta por Trump y Putin, que supone el troceo neocolonial de un país, señalando la responsabilidad de la burguesía ucraniana y europea (cuya postura hipócrita e impotente está colapsando), cómplices necesarios hoy traicionados por las alteraciones tácticas de la geopolítica. Sin una política internacionalista independiente, los pueblos y la clase trabajadora están condenados a ser peleles en manos de las grandes potencias; la economía se volcará todavía más en la industria militar y en el expolio ecológico, y la clase trabajadora solo será carne de cañón en manos de gobiernos belicistas. Debemos organizarnos para reaccionar.

¡Guerra a la guerra!